Grisura

Como cualquiera
el mar tiene sus días
de grises y grisallas,
de spleen
y de morriñas.
.
Al monte hechizado
del mar al que se asoma
le llegan gasas grises
que le visten
con velos de viuda
.
Indiferentes,
hay empecinados
que desgranan su día
soñando con doradas
y en busca de lubinas
.
No faltan débitos
que, con nublado o sol,
obligan inexorables
a los que estén atados
a rutinas caninas.


.
Por gris que sea el día,
como es tradición
de playas levantinas,
no falta la tertulia
sentados en la orilla.

.
Otros vecinos hay
que sobre los tejados
organizan tertulias,
piares y gorgeos,
coloquios de estorninos

,
No muy lejos,
asiduo de la antena
un tenor disidente
afina sus trinos
solitario en su círculo

.
.
FIAT LUX

Ameno y relajante blog.. la paz grisásea y la dulce melancolía de los horizontes marinos que tanto le gustan a Moncho y lo hacen a la fuerza casi un auténtico limeño…
No vas descaminado, el mar de MIraflores en el invierno limeño lo sigo teniendo en la retina…