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Apuntes para la historia de un puente (3): Empresas, ingenieros, técnicos y obreros de varios países contribuyen a construir el Hisingsbron en Gotemburgo.

6 diciembre, 2020
Pausa. FotoR.Puig

El viernes y ayer sábado me acerqué a la obra del nuevo puente (Hisingsbron) sobre la ría de Gotemburgo, de cuyos trabajos hemos hablado en dos anteriores entradas de blog, la última el 20 de setiembre pasado y la primera el 2 de setiembre de 2018.

No es sólo la curiosidad del profano la que me incita a seguir el progreso de esta obra, sino que de modo muy principal es mi admiración por quienes día a día la están llevando a cabo:

  • las empresas: las escandinavas de Suecia SKANSKA y MTH de Dinamarca; de España TECADE y URSSA;
  • sus ingenieros y trabajadores, entre los cuales no sólo hay suecos y daneses, responsables del proyecto y de la ejecución de la obra, sino también técnicos y obreros de Polonia;
  • y los españoles que han producido los módulos de acero del viaducto ferroviario y el tablero levadizo (el corazón del puente), estructuras que se han fabricado en los talleres de TECADE en la provincia de Sevilla; así como los cuatro pilonos de 53 metros que lo sostienen, lo elevan para el paso de navíos y lo bajan para el tráfico de tranvías, autobuses y otros vehículos, así como bicicletas y peatones.
Håkan P. Olovsson. Ingeniero jefe del Proyecto del Hisingsnbron. Foto R.Puig

Cuando desde el puente viejo observas las obras del nuevo que lo sustituirá y que crece a su lado, distingues los cascos blancos de los ingenieros y los amarillos y rojos de los técnicos y trabajadores.

Trabajadores en faena. Foto R.Puig
Ingenieros y trabajadores. Foto R.Puig
Técnico español supervisando el embarque de un pilono para el Hisingsbron en el puerto de Sevilla. Foto TECADE

Coronación de los pilonos

Colocación del primer cabezal de un pilono. Foto Olof Ohlsson. GöteborgsPosten

El viernes por la mañana pude observar la delicada operación de encaje de los cabezales de los pilonos. Se llevó a buen término la colocación de los dos del lado norte del tablero elevadizo. A este propósito recordemos que se dio el nombre de Arpeggio a la propuesta que en 2013 ganó el concurso de arquitectura del nuevo puente a la isla de Hisingen, que es conocido en Gotemburgo como el Hisingsbron, La propuesta fue diseñada por el estudio de arquitectura danés Dissing+Weitling (junto con Elu, Ljusarkitektur y Leonhardt Andrä und Partner). Ese nombre de Arpeggio parece inspirado por la similitud que tienen los pilonos con el símbolo de esa notación musical y el parecido de las líneas del tablero con las de una partitura.

Fuente : Wikipedia
El tablero levadizo llega de España. Foto: Stadsutveckling, Göteborg
Embarque del tablero levadizo (37 x 41 metros) en Sevilla. Foto TECADE

La operación de cierre de los pilonos con su topes, ambos fabricados en los talleres de TECADE en Los Molares y Sevilla, exige una precisión cautelosa, más aún si se tiene en cuenta el viento que puede hacer oscilar el cabezal (pesa diez toneladas y mide diez metros de alto) en su descenso. Baja, colgado del brazo de una enorme grúa, sobre las cabezas del ingeniero jefe, más dos técnicos, a quienes se percibe diminutos, apostados sobre el pilono para guiar al cabezal manualmente, de forma que encaje con total previsión. La operación tiene sus riesgos, la seguridad depende del experto operador de la grúa gigante. Se aprecia el proceso en este vídeo algo artesanal.

Comienza el ajuste. Foto R.Puig
Las manos del Ingeniero Jefe Olovsson guiando el ajuste del cabezal. Foto R.Puig
Ensamblando. Foto R.Puig

Nada de esto sería posible sin un veterano y habilísimo operador de la gigantesca grúa.

El operador de la grúa. Foto R.Puig
Ajuste del primer cabezal finalizando. Foto R.Puig

Sobre el puente viejo (Götaälvbron) los madrugadores que el viernes contemplábamos la operación éramos sobre todo ociosos pensionistas, como este que lo cuenta. Se le puso el sombrero a dos de los pilonos y se comprobaron los mecanismos que mueven las poleas de elevación y descenso del tablero central.

Dos cabezales ya instalados. Foto R.Puig

Todo lo que se ve desde la barandilla del puente viejo, el Götaälvbron, en la imagen de arriba es obra en acero de la tecnología de las dos empresas españolas que he mencionado más arriba, y del saber hacer de sus ingenieros, técnicos y operarios, que también han fabricado los elementos de acero de las rampas de acceso al puente (diseñadas para tráfico de tranvías, autobuses, vehículos y peatones) .

Rampa de acceso Norte. Foto R.Puig
Rampa de acceso Sur. Foto R.Puig

Este es el aspecto final de los cabezales perfectamente ajustados sobre los dos pilonos del lado norte (Fotos R.Puig)

Aún están a la espera de ser colocados los otros dos cabezales que aquí vemos…

Los dos restantes cabezales de los pilonos en espera de instalación. Foto R.Puig

Contra reloj…

Existe el riesgo de que la construcción del Hisignsbron dure más de lo previsto (se preveía la entrega para el verano del 2021). Hubo fallos que el consorcio concesionario SKANSKA-MTH achaca a la Empresa Municipal de Transportes (Trafikkontoret) en cálculos de los cimientos, por lo que, entre otros efectos, se cambiaron las especificaciones para las partes contratadas con las empresas españoles. Ello, unido a tormentas en el golfo de Vizcaya, que retrasaron también el transporte marítimo, acarreó dilaciones. El Ayuntamiento de Gotemburgo va a tener que desembolsar 200 millones de coronas suecas adicionales (19,5 millones de euros) para acelerar y concluir los trabajos.

Confiemos en que la grisura que reinaba el viernes pasado sobre las obras del Hisingsbron no sea presagio de complicaciones para su terminación y, de rebote, para otra obra pública que roza la desmesura y tiene a Gotemburgo sembrado de socavones y erizado de grúas, la que di en llamar hace ahora dos años y medio «la gran lombriz de Gotemburgo.

Viernes gris. Foto R.Puig

Este hermoso puente nuevo, sea que lo llamemos Hisingsbron o Arpeggio, en todo caso, con retraso o sin retraso, se inaugurará. Es esencial para el flujo de personas y mercancías entre el centro y los barrios del norte de la ciudad. Y last but not least: el viejo puente, el Götälvbron, está muy deteriorado, vigilado permanentemente con sensores, pues cruje de forma alarmante…

Historia más prolija es la del enorme proyecto del Västlänken. La gente, especialmente los que peinamos canas, nos preguntamos cuándo se terminará ese polémico lumbricus magnus que avanza bajo los barrios de Gotemburgo y cuáles serán los beneficios reales para los vecinos de la segunda ciudad de Suecia.

3 comentarios leave one →
  1. 7 diciembre, 2020 02:52

    Increíble la belleza de las máquinas cuando tocan eso que se llama perfección.

  2. 7 diciembre, 2020 09:52

    Estos pilonos parecen como nuevas versiones de los moáis de la isla de Pascua pero en blanco, o como algunas figuras de los templos egipcios. Todo, como tú dices, con una perfección en la que cada elemento debe encajar y articularse al milímetro. En un par de años al máximo podré pasearme por ese puente. Creo que le deberían cambiar el nombre y llamarle «el puente de los arpegios».

Trackbacks

  1. Apuntes para la historia de un puente: punto final (por el momento) | en son de luz

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