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Celebración del verano. «Midsommar» en las tierras del Nääs Slott

22 junio, 2014
Midsommarstång.Foto R.Puig

Midsommarstång.Foto R.Puig

 

Con el solsticio de verano se erigen por todas partes en Suecia los mástiles cubiertos de verde, con su perfil de cruz coronada de un triángulo invertido con sendos anillos que penden de los extremos de ambos brazos.

Hace dos días hemos asistido a uno de estos tradicionales rituales festivos, probablemente el más popular en los alrededores de Gotemburgo, en tierras de Palacio de Nääs, a veintiocho kilómetros de la capital de la Costa Oeste.

Recibiendo al verano frente al palacio de Nääs. Foto R.Puig

Recibiendo al verano frente al palacio de Nääs. Foto R.Puig

Este lugar fue la sede de una histórica renovación pedagógica durante la segunda mitad del siglo XIX. La ideó y propulsó Otto Salomon (1849-1907), venciendo no pocas resistencias, basándose en la formación del profesorado e inspirándose en su aprecio de las tradiciones del trabajo manual de los artesanos y obreros suecos, así como en las ideas de Comenius (1592-1670) -quien fue largamente influenciado por Juan Luis Vives (1493-1540)-, Rousseau (1712-1778), Pestalozzi  (1746-1827) y Fröbel (1782-1852)

(Cfr: Otto Salomon. Por Hans Thorbjörnsson. Prospects. Paris.UNESCO vol. XXIV. no. 34. 1994 p. 471 a 485)

Su esfuerzo lo continúa hoy la Näässamfundet  (la Fundación Nääs) y sigue rindiendo frutos: http://uk.naas.se/

….

Luego abundaremos en ello, pero ahora recojamos los ecos de la fiesta campestre del pasado viernes.

El solsticio de los niños. Foto R.Puig

El solsticio de los niños. Foto R.Puig

 

Midsommar en Nääs

Son varios miles de personas las que vienen a esta celebración tradicional del Midsommar (el solsticio de verano), en estas praderas rodeadas de lagos y de los edificios que han albergado desde hace un siglo y medio las actividades de la escuela y los seminarios de Slöjd (“artesanía”, “trabajo manual”) para el profesorado y el alumnado de la enseñanza general básica (grundskola).

Uno de los edificios de la escuela de formación a la pedagogía artesanal de Otto Salomon. Foto R.Puig

Uno de los edificios de la escuela de formación a la pedagogía artesanal de Otto Salomon. Foto R.Puig

 

El midsommar deja desiertas las calles de las ciudades suecas. Todo el mundo se va al campo a bailar, comer y divertirse al son de la música popular sueca hasta bien entrada esta noche clara del 20 al 21 de junio. Nos reunimos en torno al midsommarstång, cuyo origen es el majstang (palo de mayo) germánico. Los comerciantes alemanes trajeron esta tradición a Suecia para celebrar el reverdecer cíclico de los bosques y la flora. Como tal, sus orígenes son ancestrales y totémicos.

En España, y también en Latinoamérica, la vigilancia eclesial lo cristianizó, convirtiéndolo en la cruz de mayo, aunque, como testimonia un cuadro de Goya, en el que se combina con la cucaña, la cruz cristiana siguió conviviendo con la fiesta pagana. Algo bastante conocido ¿o no?

 

Arbol de Mayo. Goya. Wikipedia

Arbol de Mayo. Goya. Wikipedia

¿Por qué entonces se celebra en Suecia casi a finales de junio?

Por una razón muy sencilla: encontrar una naturaleza plenamente verdeante a principios de mayo en la península escandinava es harto problemático, y bailar al aire libre hasta la noche es harto frío y oscuro.

Así que de fiesta de la plena fertilidad primaveral se trasformó en fiesta de la festividad del verano recién nacido (pero sus rasgos simbólicos siguen mezclados).

 

Tres generaciones. Foto R.Puig

Tres generaciones. Foto R.Puig

El caso es que nos lo pasamos muy bien, rodeados de familias, niños, muchos niños, y adultos, viejos, jóvenes.  Ellas y ellos, en gran número, con sus trajes regionales.

A l'ombre des jeunes filles en fleur. Foto R.Puig

À l’ombre des jeunes filles en fleur. Foto R.Puig

Y abundancia de guirnaldas de flores silvestres coronando las cabezas.

Flores para las guirnaldas. Foto R.Puig

Flores para las guirnaldas. Foto R.Puig

Flores comunes que se recogen fervorosamente en estos días.

Como mis abuelas. Foto R.Puig

Como mis abuelas. Foto R.Puig

En realidad, ya se hacía así, un poco más al sur y un poco más temprano en el año, en tiempos de Boticelli

 

Boticelli. La Primavera. Detalle. Foto All Art

Boticelli. La Primavera. Detalle. Foto All Art

Alzando el verde mástil

En Nääs la erección del Midsommarstång es tarea de expertos. Es una labor que con precisión y maestría se reproduce cada año. La mayoría de los que tiran de las maromas rondan los setenta años

Halar y jalar. Foto R.Puig

Halar y jalar. Foto R.Puig

bajo el mando de un director de operaciones

El jefe de la maniobra. Foto R.Puig

El jefe de la maniobra. Foto R.Puig

El público se aparta y les va dejando espacio…

Ya sube. Ya sube. Foto R.Puig

Ya sube. Ya sube. Foto R.Puig

¡Ya está plantado!

Ya lo tenemos. Foto R.Puig

Ya lo tenemos. Foto R.Puig

¡Ahora a cantar y a danzar en corro!

El baile puede empezar. Foto R.Puig

El baile puede empezar. Foto R.Puig

Se bailan y se cantan los sones tradicionales que todos se saben de memoria desde pequeños

Se baila. Foto R.Puig

Se baila. Foto R.Puig

y naturalmente, ¡a los acordes de la banda!

La banda. Foto R.Puig

La banda. Foto R.Puig

 

Música folk en el Spelmanscafé

Y si te retiras a tomar un café, un refresco o un trozo de tarta en el café de los músicos te encuentras con un conjunto tradicional en cada sala.

Aquí lleva la batuta, mejor dicho una antigua arpa de llaves  («nickelharpa»), un músico experimentado, en su atuendo de gala.

Tocando el arpa de llaves tradicional. Foto R.Puig

Tocando el arpa de llaves tradicional. Foto R.Puig

Estos aires de cuerda escandinavos recuerdan a los sones de las áreas europeas de tradición céltica. Me pregunto si ello se debe a las migraciones normandas por el mar del Norte y el Cantábrico.

Trío de cuerdas. Foto R.Puig

Trío de cuerdas. Foto R.Puig

Pero confieso que soy lego en la materia.

En todo caso disfruto como un niño por el módico precio de un café. Además, el violinista se lo pasa también en grande y responde a nuestros aplausos con una agradecida sonrisa.

El violinista risueño. Foto R.Puig

El violinista risueño. Foto R.Puig

En la sala de al lado, también hay unas violinistas que hacen la felicidad de la concurrencia.

Dos violinistas. Foto R.Puig

Dos violinistas. Foto R.Puig

Mientras, en el exterior continúa la danza

Al corro de la patata. Foto R.Puig

Al corro de la patata. Foto R.Puig

 

Una canción de midsommar

Pero sería incorrecto seguir hablando de música y cantos y no traer aquí algunas de las canciones tradicionales del verano sueco.

Así que, si queréis escuchar una, no hay más que pinchar aquí :

El texto está lleno de guiños de las leyendas nórdicas y de implicaciones relacionadas con las ninfas y los misteriosos seres del bosque,  con el amor y la fertilidad.

Para ayudar a seguir la canción lo he traducido, seguramente con algunos fallos debido a mis conocimientos limitados.

En cualquier caso, esta canción de dos estrofas tiene algo de noche de Walpurgis y es hermosa.

I

Du lindar av olvon en midsommarkrans

och hänger den om ditt hår.

Du skrattar åt mångubbens benvita glans,

som högt över tallen står.

I natt skall du dansa vid Svartrama tjärn

i långdans, i språngdans på glödande järn.

I natt är du bjuden av dimman till dans,

där Ull-Stina, Kull-Lina går.

Trenza las hojas de la corona estival

y de tus cabellos préndelas.

Riete de el hombre paliducho de la luna

que asoma por las copas de los pinos.

Esta noche junto al estanque de Svartrama bailarás

pasacalles y frenéticas danzas ardientes.

La neblina de la noche te arrastrará

al lugar donde Ull-Stina y Knull-Lina están.

II

Nu tager du månen från Blåbergets kam

att ge dig en glorias sken.

Och ynglet som avlas i gölarnas slam

blir fålar på flygande ben.

Nu far du till Mosslinda, Mosslunda mor,

där Ull-Stina, Kull-Lina, Gull-Fina bor.

I natt skall du somna vid Svartrama damm

där natten och mossan är len.

Atrapa la luna que asoma por la Montaña Azul

y cúbrete con su glorioso brillo.

Así los renacuajos que se agitan por el pantano

se transformarán en caballitos voladores.

Así irás con las ninfa Musslinda, la madre de Mosslunda,

al lugar donde habitan Ull-Stina, Kull-Lina y Gull-Fina.

Dormirás esta noche a la orilla del Svartrama

donde son suaves la noche y el musgo.

Y un segunda versión de una famosa cantante sueca de los años sesenta:   https://www.youtube.com/watch?v=vNxZmkhRMgI

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Para vivir aqui. Foto R.Puig

Para vivir aqui. En los campos de Nääs. Foto R.Puig

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Acabando por el principio

Dejamos Nääs cuando sigue la fiesta. El salón grande se está preparando para que las parejas bailen hasta que caiga la tarda noche del verano nórdico. Volvemos a Gotemburgo.

Pero no quiero irme sin despedirme de Otto Salomon. Los criterios de su pedagogía de las capacidades artesanales y del trabajo manual como parte integral de la educación creo que tienen bastante que ver con esa habilidad que tienen los suecos para hacer de todo, desde reparar los techos de sus casas hasta construir una entera desde los cimientos.

La pasión por el trabajo bien hecho y por la belleza del objeto bien acabado, tan frecuentes aquí, es algo que siempre me ha llamado la atención desde hace años y por la que envidio a estas gentes que se desenvuelven con esmero en el trabajo manual, aunque su profesión sea intelectual o administrativa.

Memorial de Otto Salomon en Nääs. Foto R.Puig

Memorial de Otto Salomon en Nääs. Foto R.Puig

El sistema de artesanía educativa  (skolslöjd) de Otto Salomon, que aún sigue vivo durante todo el año en los cursos de Nääs, incluye los siguientes objetivos (del 1 al 8 son de carácter formativo, del 9 al 10 se pueden clasificarse como utilitarios):

1. Inculcar el gusto y el aprecio por el trabajo en general.

2. Desarrollar el respeto por el trabajo físico duro y honesto.

3. Desarrollar la independencia y la autoconfianza.

4. Formar a los hábitos de orden, exactitud, limpieza y esmero.

5. Educar la mirada  para ver con precisión y apreciar el sentido de la belleza de la forma.

6. Desarrollar el sentido del tacto y la destreza en el trabajo manual.

7. Inculcar los hábitos de atención, aplicación, perseverancia y paciencia.

8. Promover el desarrollo de las capacidades físicas corporales.

9. Adquirir destreza en el uso de herramientas.

10. Ejecutar el trabajo con precisión y elaborar productos útiles.

 

Fuente:    http://www.ibe.unesco.org/publications/ThinkersPdf/salomone.PDF

2 comentarios leave one →
  1. 24 junio, 2014 23:31

    Es hermosísima esa canción, y admiro -desde tierras muy lejanas y alejadas de educaciones similares- el sistema de artesanía educativa de Otto Salomon. Estuve tentada a dejarte algo de mi tierra, Ramón, por ver si hallabas algo familiar que pudieras relacionar con esos «aires de cuerda escandinavos (que) recuerdan a los sones de las áreas europeas de tradición céltica», tan presentes precisamente en la música celta gallega. Pero, al final -quizá lo conozcas- voy a darte el cambiazo, dejándote un poema en gallego, de Lorca, “Madrigal á cibdá de Santiago”, que rebautizó Lúar na Lubre -un grupo gallego de música folk encuadrado precisamente en esa corriente que tanto abarca, y a la que llaman música celta- como «Chove en Santiago», no tan celta:-), pero que, al menos para mí, sintetiza mil cosas que, en síntesis, son mi tierra.

    Gracias y un abrazo.

    La letra dice:

    Chove en Santiago,
    meu doce amor.
    Camelia branca do ar
    brila entebrecida ó sol.

    Chove en Santiago
    na noite escura.
    Herbas de prata e de sono
    cobren a valeira lúa.

    Olla a choiva pola rúa,
    laio de pedra e cristal.
    Olla no vento esvaído,
    soma e cinza do teu mar.

    Soma e cinza do teu mar,
    Santiago, lonxe do sol;
    ágoa da mañán anterga
    trema no meu corazón.

  2. 25 junio, 2014 09:39

    Cuando un gallego de tantos por el mundo escucha esta canción… seguro que algo se le estremece dentro, será eso que llaman saudade… Bellísima la canción, no recordaba que el poema fuese de Lorca.

    Por cierto que el que creo es uno de los mejores festivales de música celta y de otras tradiciones folk en Europa es el «Brosella» de Bruselas. Cuando vivía allí asistí varias veces. Y, por cierto, casi siempre llovía, como debe ser!

    http://www.brosella.be/eng

    Saludos

    Ramón

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