Viejas novedades
La liberté consiste d’abord à ne pas mentir. Là où le mensonge prolifère, la tyrannie s’annonce ou se perpétue.
(Albert Camus. «Servitudes de la haine», entrevista publicada en le Progrès de Lyon, Noël 1951)
La libertad consiste de entrada en no mentir. Allí donde la mentira prolifera, la tiranía se anuncia o se perpetúa.
Piedras milenarias…
En estos días he vuelto a ascender hacia las ruinas del castell de Benirrama, que lleva siglos encaramado a la entrada de la Vall de Gallinera en la provincia de Alicante. Una de las torres todavía mantiene su forma y se destaca sobre un cielo azul, muy frecuentado por el vuelo de los aviones de pasajeros.
Desde este castillo, es de suponer que un destacamento vigilante avizoraba la entrada del valle por donde discurre el río Girona. Aquellos pobladores moriscos cultivaron los andenes de los valles de la Marina Alta hasta que fueron expulsados a finales del año 1609 y principios de 1610 del Reino de Valencia, donde se ha estimado que constituían el 33 % de la población.
Muchas de esas andenerías se cultivan todavía con cerezos y sobre todo olivos, incluso se ha descubierto que los iberos, que poblaron estas costas mucho antes de los romanos, de los reinos visigodos y de la llegada de los árabes, ya crearon andenes para retener la erosión y cuidar la necesaria humedad proveniente de las lluvias. Hay otras que hoy subsisten, aunque sin ser usadas para la agricultura,
El caso es que, caminando por estos valles de la Marina Alta, encuentras los restos de antiguos poblamientos en los que los descendientes de los pueblos árabes y norteafricanos que se instalaron en la península desde el siglo VIII, los llamados moriscos, eran quienes trabajaban estas laderas. Al pasar junto a los muros de sus habitaciones tratas de imaginar su vida en estas montañas, donde el agua se obtenía de fuentes que brotaban entre sus roquedales y de los aljibes en los que se almacenaba la de lluvia.
En este mismo castillo de Benirrama subsiste un aljibe abovedado de enorme capacidad que los vecinos del pueblo todavía recogían a principios del siglo XX y traían al pueblo a lomo de mulas. El intruso que salte la efímera valla, que se supone evita el acceso a estas altivas ruinas (hoy en terreno privado), debe andar con cuidado para no caer en el boquete que hay en la cubierta del profundo aljibe de casi tres metros de profundidad, del que no podría salir por sus propios medios. Aún se pueden apreciar los canalillos tallados en las rocas del promontorio para conducir el agua de lluvia al aljibe. Cabe imaginar que para excavar el gran repositorio en este promontorio de roca los ancestros moriscos de la comarca tuvieron que trabajar muy duramente.

…y no tan viejas novedades
Los contextos cambian, por lo que parece osado trazar paralelos entre aquellos exilios masivos del siglo XVII y las acciones de los poderes políticos del siglo XX. No obstante, parafraseando a Albert Camus, sigue siendo cierto que la verdad es la condición para la libertad del hombre. La lucha por la verdad, que ha fecundado muchas rebeldías de los seres humanos, es por eso invocada y manipulada por ideologías, que mienten proclamándose liberadoras para acabar cimentando regímenes totalitarios.

No sé muy bien por qué, pero subiendo el sendero que asciende desde el pueblo de Benirrama hasta el promontorio donde algunos moriscos resistieron hasta el final a su expulsión, pensaba en la obra de Albert Camus, a la que estoy volviendo en estos días, a sus consideraciones sobre la rebeldía del ser humano y a su desmitificación de episodios revolucionarios del siglo XX de los que, tergiversando la verdad, algunas ideologías explicaban e incluso justificaban las atrocidades.
L’homme révolté se publica en 1951 obteniendo críticas muy encendidas, en buena parte porque una serie de intelectuales (e.g.: Jean -Paul Sartre), fervorosos amigos del marxismo-comunismo, determinaban qué revoluciones iban en el sentido de la Historia y cuales no, desviando la mirada de las derivas revolucionarias que habían conducido al crimen de Estado y al universo concentracionario de la URSS y sus satélites. La obra de Camus ponía en evidencia a esa doble vara de medir (*).
En una carta titulada «Rebeldía y servidumbre» (Revolte et servitude) enviada a Les Temps Modernes (la revista que dirigía Jean-Paul Sartre) responde Camus a uno de los que le habían atacado en sus páginas, en concreto el activista y filósofo Francis Jeanson.
De la carta extraigo dos pasajes:
Partant ainsi d’une hypothèse entièrement fausse, mais commode, sur le contexte d’une Oeuvre, votre collaborateur passe enfin à L’Homme révolté. Il serait plus juste de dire qu’il le fait passer à lui. Il s’est en effet énergiquement refusé à discuter les thèses centrales qu’on peut trouver dans l’ouvrage : la définition d’une limite mise au jour par le mouvement même de la révolte, la critique du nihilisme posthégélien et de la prophétie marxiste, l’analyse des contradictions dialectiques devant la fin de l’histoire, la critique de la notion de culpabilité objective, etc. En revanche, il a discuté à fond une thèse qui ne s’y trouvait pas.
…
Partiendo de una hipótesis totalmente falsa, pero cómoda, sobre el contexto de una Obra, su colaborador finalmente se ocupa de L’Homme révolté (*). Sería más exacto decir que la ocupa. De hecho, se ha negado enérgicamente a discutir las tesis centrales que se pueden encontrar en la obra: la definición de un límite sobre el que arroja luz el movimiento mismo de la revuelta, la crítica del nihilismo posthegeliano y la profecía marxista, el análisis de las contradicciones dialécticas ante el fin de la historia, la crítica de la noción de culpabilidad objetiva, etc. En revancha ha discutido a fondo una tesis que no estaba ahí.
***
Car nous ne dépasserons rien, en nous et dans notre temps, si nous supportons, si peu que ce soit, d’oublier nos contradictions, d’utiliser dans les combats de l’intelligence des arguments et une méthode dont nous n’acceptons pas d’autre part les justifications philosophiques, si nous consentons à libérer théoriquement l’individu tout en admettant pratiquement que l’homme puisse être dans certaines conditions asservi, si nous souffrons de railler tout ce qui fait la fécondité et l’avenir de la révolte au nom de tout ce qui, en elle, aspire à la soumission, si enfin nous croyons pouvoir refuser tout choix politique sans cesser de justifier que, parmi les victimes, certaines soient citées à l’ordre de l’histoire et d’autres exilées dans un oubli sans âge.
…
Porque en nada conseguiremos superarnos, ni nosotros ni nuestra época, si soportamos, por poco que sea, olvidar nuestras contradicciones, usar para los combates de la inteligencia los argumentos y un método, del que por otro lado se aceptan las justificaciones filosóficas, que teóricamente pretende liberar al individuo, mientras admitimos en la práctica que bajo ciertas condiciones el hombre pueda ser sometido a servidumbre, si toleramos que se desprecie todo lo que otorga fecundidad y futuro a la rebeldía en nombre de todo lo que en ella aspira a la sumisión, si en definitiva creemos poder desdeñar cualquier opción política, sin dejar de justificar que, de las víctimas, unas sean mencionadas en la asamblea de la historia y otras sean desterradas al olvido eterno.
Albert Camus, «Revolte et servitude», Actuelles II, Lettres sur la revolte, Les temps Modernes, 30 juin 1952.
(Essais, Bibliothèque de la Pléiade, vol. 183, páginas 759 y 773)
La traducción al castellano es mía.

Notas:
(*) Hasta el punto de que como en otros países no comunistas, también en Francia el «premio Lenin» y el «premio Stalin gozaron de honorabilidad.
Hola Ramón! Qué acertadas citas atesoras de Camus. A mí me parece uno de los mejores. Y qué francés maravilloso de leer! Me encantan sus “Lettres à un ami allemand”, escritas en plena ocupación nazi — las conoces?
Un abrazo amigo,
G.
Yo diría que este es un blog o capítulo de los más originales, difíciles y completos de ensodeluz.com comentar los terribles problemas actuales de migraciones forzadas por las guerras y gobiernos dictadores y las escapadas de España de las sociedades árabes de hace quinientosaños. Todo en un relato de historia, en este caso, la región de Valencia, con el paisaje de Benirrama, sus andenes y su arquitectura señorial y bélica. Y todo este cuadro bello y cruel de paisaje y memoria enriquecido con la poesía filosóficade A. Camu y su himno y su denuncia sobre la libertad.
Gracias Bernardo, efectivamente, la Humanidad, sus comunidades, sus pueblos pueden ser maravillosos pero también terribles cuando son sometidos a servidumbre mental, politica y material.. «Fascinans et tremendum». Y cuando alguien como el magnífico y perspicaz observador y escritor que fue Albert Camus lo expuso surgieron en tromba los rígidos defensores del dogma marxista y del totalitarismo. ¡Qué falta hacen hoy otros como él!
Gracias Germán, efectivamente ¡cómo se le ha echado de menos y siguen haciendo falta hombres de sus cualidades! Tengo en mi plan de lectura esas cuatros cartas suyas a un amigo alemán. Además el volumen de los Essais aporta una serie de textos complementarios tanbien de Camus y los comentarios de los editores. He puesto la señal en el libro gracias a tu recordatorio. Es un placer literario y moral leer a Albert Camus, un autor que sigue conservando toda su pertinencia.
Un fuerte abrazo