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El mar y el poeta, en memoria de Eugenio Montale (1896 – 1981)

7 noviembre, 2021
«le salmastre parole» (Eugenio Montale). Foto R.Puig

Hace un poco más de cuarenta años fallecía en Milán el poeta Eugenio Montale. Comencé a leer su obra poética cuando era joven, en ella siempre descubro y admiro algo nuevo.

Montale agrupó nueve poemas bajo el título Mediterráneo en su libro Ossi di Seppia (Torino, 1925) en el que el mar se presenta ante él como metáfora del impulso que el poeta siente necesitar para que su obra que, embargado por la melancolía de quien se avecina a la treintena, juzga duramente como balbuceos y letras gastadas.

Ahora que yo mismo estoy frente al Mediterráneo quiero recordarle con uno de los nueve poemas que nacieron del mar en el ánimo del poeta:

Potessi almeno costringere

in questo mio ritmo stento

qualche poco del tuo vaneggiamento;

dato mi fosse accordare

alle tue voci il mio balbo parlare:

io che sognava rapirti

le salmastre parole

in cui natura ed arte si confondono,

per gridar meglio la mia malinconia

di fanciullo invecchiato che non doveva pensare.

Ed invece non ho che le lettere fruste

dei dizionari, e l’oscura

voce che amore detta s’affioca,

si fa lamentosa letteratura.

Non ho che queste parole

che come donne pubblicate

s’offrono a chi le richiede;

non ho che queste frasi stancate

che potranno rubarmi anche domani

gli studenti canaglie in versi veri.

Ed il tuo rombo cresce, e si dilata

azzurra l’ombra nuova.

M’abbandonano a prova i miei pensieri.

Sensi non ho; né senso. Non ho limite.

.

Pudiese yo al menos imponerle

a este mísero ritmo mío

un poco solo de tu vagabundeo;

dado que me fuese armonizado

con tus voces mi balbuciente hablar:

yo que soñaba robarte

las palabras salobres

donde naturaleza y arte se confunden,

para gritar mejor la melancolía mía

de aviejado rapaz que no debía pensar.

A cambio sólo tengo las letras gastadas

de los diccionarios, y la oscura

voz que el amor dicta se disipa,

se hace quejumbrosa literatura.

Sólo tengo estas palabras

que como mujeres publicadas

se ofrecen a quien las requiere;

sólo tengo estas frases cansadas

que hasta podrán robarme mañana

los pillos estudiantes en versos verdaderos.

Y crece tu rugido, y se ensancha

azul la sombra nueva.

Mis pensamientos prueban a abandonarme.

No tengo sentidos; ni sentido. No tengo límite.

.

Eugenio Montale (1896-1981), Ossi di seppia, Mediterraneo, VIII (Torino, 1925), la traducción es mía,

Sordo rugir de mar. Foto R. Puig

Notas:

Texto de Ossi di seppia

Un documental de Marco y Giovanna De Poli, realizado en el1976, poco después de la entrega del Premio Nobel al poeta, sobre Monterosso, el pueblo donde vivió parte de su infancia a la orilla del mar de Liguria.

2 comentarios leave one →
  1. 10 noviembre, 2021 11:13

    file:///Users/giovannacossia/Desktop/CD%20%20Fran/%20panorami/panoramaluce.jpg

    IL mare di «Ossi di seppia» cantato da Montale

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