La feria de Ondara

En la Feria de Ondara. Foto R.Puig
Para Demetrio E.Brisset
En un libro fruto de muchos años de investigación titulado La rebeldía festiva, Historias de fiestas ibéricas (*) su autor, Demetrio-E.Brisset catedrático emérito de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Málaga, al que dedico esta modesta crónica, describe, analiza y clasifica cuarenta y un fenómenos festivos españoles (los de Portugal no se incluyen en la investigación) de doce tipos diferentes, agrupados en cuatro categorías que van desde lo puramente profano, a lo patronal, pasando por lo religioso y lo híbrido. Evidentemente el autor no puede tratar las alrededor de las 13.000 fiestas públicas que, como dice, cada año se celebran en España.
Uno de esos miles de festejos populares es la Feria de noviembre en Ondara, de la que he sido testigo este año, conjunto de feria de muestras, feria de ganado, feria de comercio local, feria gastronómica, feria de artesanía y verbena, durante dos semanas y tres fines de semana. No es una fiesta religiosa (la de la patrona Virgen de la Soledad es en julio), pero goza de una tradición que, según reza una lista del ayuntamiento, se remonta al año 1690.

En la Feria (gastronomía) de Ondara. Foto R.Puig
Aunque el texto que les voy a citar a continuación se refiere a la festividad patronal de julio, vale la pena traerlo a colación para destacar el importante atractivo que tenían las fiestas de Ondara nada menos en en 1813.
A la sazón se desarrollaba la guerra del francés contra el ejército napoleónico, ocupante de varias plazas de la región valenciana. Entre ellas destacaba Denia por ser puerto de mar y tener un importante bastión, su castillo, sobre el imponente promontorio rocoso frente al mar, en el que se habían atrincherado los que despectivamente los españoles bajo la ocupación napoleónica llamaban gabachos.
Un cura local, Mosén Francisco Palau Diego, seguía los acontecimientos y escribía su crónica. La tituló El llobarro («La lubina»). El texto es ameno y lleno de detalles de la vida local dianense durante la Guerra de Independencia. Desde su mismo título se anticipan las observaciones irónicas, por ejemplo sobre el asedio de los guerrilleros locales, que cifra en unos 3.000 (**). Es así que cuando tropas españolas e inglesas están a punto de desembarcar el 24 de julio de 1813 para dar el asalto a la plaza ocupada por los franceses, el día 26 de julio comenta :
Nada, los guerrilleros de Jávea y Ondara en fiestas
.
citado por Javier Calvo Puig (ver referencias más abajo)
Más tarde, el día 28 de octubre, cuando ya estaba rodeada Dénia por el ejército español, con ocasión de la Feria de Ondara propiamente dicha, se interrumpió el asedio y no hubo ni un tiro. En este caso, porque todos los oficiales españoles se fueron a la Feria de Ondara, como me ha señalado mi amigo Pere Cardona, quien investiga la historia de la comarca dianense desde hace décadas y fue quien me habló por primera vez del libro de Mosén Palau
Será o no verdad, pero cuentan que durante aquellos acontecimientos los habitantes de Denia tenían más miedo a los voluntariosos guerrilleros españoles que a los ocupantes franceses.
En cualquier caso hay celebraciones populares que Demetrio-E.Brisset podría englobar en su libro como «rebeldía suspendida por motivos festivos». La próxima vez que nos veamos lo someteré a su consideración.
Lo que es claro es que entre los objetivos de las fiestas populares está en primer lugar la diversión

En la verbena de Ondara. Foto R.Puig
pero también el consumo,

Ondara, XXXIV Feria de Muestras y de Compras. Foto R.Puig
por ejemplo para comprar un asno o un cabritillo

Ondara, Feria de ganado. ¡Vengan y vean! Foto R.Puig
y alimentarse sanamente…

Gastronomía ibérica en la feria de Ondara. Foto R.Puig
Luego, bien nutridos ¡a la siesta!
.
Habría mucho que contar, pero no he tenido tiempo para realizar algunas entrevistas y no por falta de ganas; quizás el año que viene. Mientras tanto habrá que cuidarse un poco pues el repertorio de los males que nos acechan es interminable. Aunque, ya saben, si les preocupan unas nacientes varices, se les cae el cabello o padecen de insomnio ¡en la feria de noviembre de Ondara les venden el remedio!
Pero no me atreveré a que me echen las cartas del Tarot, ni a consumir demasiados dulces, pero les pediré a los Reyes Magos, que ya han iniciado el viaje anual en sus camellos, que me traigan la mejor medicina : muchas horas de jugar en familia con mis nietos…

Los Reyes Magos ya están en camino. Foto R.Puig
Referencias
(*) Demetrio-E.Brisset, La rebeldía festiva, Historias de fiestas ibéricas, Editorial Luces de Galibo, Gerona, 2009, 485 páginas
(**) Francisco Palau Diego, El llobarro, Editorial Marina Alta, Pedreguer 1983. Me habló por primera vez de El Llobarro mi amigo Pere Cardona.
La cita de la crónica de Mosén Palau las he extraído de la página 65 de una concienzuda tesis de 1450 páginas que se puede descargar del Repositorio de la Universidad de Alicante (RUA) en su sección de Tesis Doctorales.
Moraleja
En estos tiempos de fraudes doctorales, lo que es siempre grave pero lo es más cuando los cometen personajes públicos que presiden o gobiernan instituciones del Estado, así como las universidades y los tribunales de tesis que les amparan, que tanto daño están haciendo a la Educación Superior en España, es de justicia saludar la seriedad, esfuerzo y dedicación de los investigadores universitarios que han trabajado sus tesis doctorales con honestidad y saber hacer.
Uff! Bellas noticias !
Turrones, polvorones, peladillas y mazapanes!!!