Escrituras
…un recorte caprichoso de lenguaje sobre el cielo, al modo de las nubes cuando entreveran sus volutas con los árboles…
…une fantasque/Découpe du langage sur le ciel,/ Ainsi nuées et arbres quand ils mêlent/Leur fumées…
Yves Bonnefoy, La voix lointaine, Les planches courbes, Poésie/Gallimard, 2001

Algún día todos nuestros escritos serán tenues como líquenes y nuestras creaciones se habrán fundido con la piedra.
Haber pasado tanto tiempo realizando los mismos gestos y tachando las mismas palabras sin agotar su sentido me ha enseñando a no esperar del lenguaje más que confesiones sin importancia. En él no busco ya, como antes, mi corazón o el sentido último de la vida, aunque ahora espero sin impaciencia que me conceda un poco de claridad. La suavidad de un atardecer estivo inunda a veces mi cuarto cuando escribo. Me envuelve con otro cuerpo, más ligero, más luminoso, como si yo penetrase furtivamente en el misterio de mi propia substancia tal como yo la imagino, liberada del agobiante peso de la carne, apenas algunos segundos después de morir. Nada me es más precioso que este tiempo de asueto y turbación que me concede lo que para nada le he pedido, como si la última vocación del lenguaje no fuese en definitiva más que la de poner en hora el íntimo reloj de quien ya nada sabe de su propia vida.
Cuando levanto los ojos de la página en blanco, observo a veces la ventana. Su marco rectangular encierra una imagen pintada que no representa nada real, sino sólo formas, volúmenes, líneas, contrastes o armonías de colores que no puedo interpretar: una obtusa réplica a estas páginas, a su esfuerzo, a su grandilocuencia y su vanidad.
Yo no sé, no comprendo. Todo lo que me es precioso sigue siendo un enigma.
Jean-Michel Maulpoix. Du lyrisme. Paris, Ed.José Corti, 2000, pp. 431-432.
(las traducciones y los pies de foto son del autor del blog)
Esos pie de página tan preciosos ¿de quién son?
A veces, lo escrito, la mezcla de las palabras que consiguen algunos escritores, tan bellas, no dejan de asombrarme… a veces leer es un placer.
Gracias, Ramón.
Gracias Eva y Mercedes,
Las fotos son mías y los pies de foto también…
Saludos