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De un viaje a Irlanda (VI): Galway (2) y visita a Portumna

23 julio, 2023
Vista de los montes de Burren desde el paseo maritimo de Salthill en Galway. Foto R.Puig

Durante nuestra estancia en Galway nos acercamos a Salthill, un barrio o village del suroeste de la ciudad que se asoma a la bahía. Desde su promenade, que es a la vez playa, se divisa la línea de los montes del Burren Way y un poco más distantes las Islas de Arán, a las que deseábamos ir, pero no nos alcanzó el calendario. Son un lugar que recuerdo como algo legendario desde que, en los cineforum de mis años mozos, vi el famoso documental de Robert Flaherty (1884-1951) titulado Hombre de Arán (1934). ¡Otra vez será!

A lo largo de la espectacular carretera panorámica que corre frente al mar, paralela al Burren Way, fuimos hasta Doolin con la intención de llegar hasta los acantilados de Moher, pero nos quedamos con la vista de su perfil desde este pueblo costero, ya que tuvimos que dar marcha atrás al descubrir que había extraviado uno de mis dos teléfonos. Me lo había dejado olvidado durante la visita al castillo de Dunguaire en el inicio de nuestra ruta de la mañana del 21 de junio. Gracias a que la persona que lo encontró lo entregó a la policía local de Kinvarra, lo pude recuperar, fue a costa de interrumpir nuestra ruta hasta los famosos acantilados.

Perfil de los acantilados de Moher desde Dollin. Foto R.Puig

Así que no pudimos continuar ruta hasta Moher…

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Castillo de Dunguiare

El Dunguaire Castle. Foto R.Puig

Es uno de esos castillos irlandeses, con el interior de la torre dividido en pisos como una auténtica mansión. Se levanta frente a la bahía de Galway y fue construido para la vigilancia y defensa de las rutas comerciales por las que navegaban los galeones que desde al menos el siglo XVI unían Irlanda y el continente europeo, y más adelante los navíos que iban y venían entre el puerto de Galway y América.

Mapa del comercio marítimo de Galway en el siglo XVII (del panel informativo del castillo de Dunguaire)
Detalle del mapa

Aparte de los vinos, desde España llegaban también hierro, armas, pistolas, especies y calicó (cretona o tela de algodón), y del Caribe (West Indies) azúcar, algodón y ron. De Portugal se importaba sal. De Francia vinos, de Nueva York tabaco y semilla de lino y de Carolina del Norte (Wilmington) patatas.

Recreación del aspecto del castillo de Dunguire en sus comienzos (del panel informativo).
Vista de la ensenada de Traught Beach desde la torre del castillo de Dunguaire. Foto R.Puig

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Salthill

En Salthhill nos limitamos, al atardecer y de vuelta de la excursión a Dollin, a dar una vuelta por su paseo marítimo y a una cena en un pub restaurante donde nos esperaba una sorpresa…

Bar restaurante Barnacles. Salthill, Galway. Foto R. Puig

La primera fue el nombre tomado del apellido de la esposa de James Joyce, que fue también su inspiradora, Nora Barnacle (1884-1951). Estaban aún en nuestra retina las impresiones de nuestra participación en el Bloomsday en Dublín, donde las señoras se vestían como ella y los caballeros nos vestíamos como el escritor y su personaje Leopold Bloom.

Además en el Barnacles hay un mural en el que se rinde homenaje a Nora Barnacle. Es obra de la pintora Margaret Nolan, dublinesa establecida en Galway, a la que conocimos con motivo de mi inesperada lectura en público del poema de Harry Clifton que ya había recitado en Dublin.

Margaret Nolan posa ante su pintura mural con el retrato de Nora Barnacle. Foto R. Puig

Esta intervención mía la suscitó una performance en la cava literaria del restaurante, en la que no faltaba un émulo de Joyce, leyendo su versión de unos recuerdos agridulces y sarcásticos de la recepción del Ulyses en Irlanda, estaba acompañado por una émula de Nora, ambos vestidos al estilo de aquella famosa jornada de Leopold Bloom que el autor desarrolla en su novela.

Connor, uno de los dos socios dueños del restaurante, me animó a leer de nuevo el poema que ya había recitado en Dublín. Así fue como me gané la escucha y un generoso aplauso del club literario del Barnacles Bar de Salthill. Quienes me conocen saben que para disertar no me hago de rogar (aunque sea con un acento inglés made in Spain)

Un osado intruso en UNA tertulia literaria irlandesa. Foto Marie Puig

Mientras tanto atardecía y nuestra cena se enfriaba, por lo que retornados a nuestra mesa comimos el mejor fish and chips (*) que he saboreado en mi vida.

Cuando dejamos el Barnacles Bar, como versificó Harry Clifton en su poema…

las luces afuera cambiaban del verde al rojo

en planos de realidad cambiantes… 

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the lights outside turned green and red
On shifting planes of reality

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Penguin Book of Irish Poetry, by Peter Fallon & Derek Mahon (eds.), London 1990, p 396.

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Portumna o Port Omna (Puerto de los robles)

Portumna Castle. Foto R. Puig

El día anterior habíamos viajado desde Galway a Portumna, lugar en donde nació Patrick De Lacy O’Carroll, de quien ya hemos escrito hace dos domingos. Él fue mi antepasado y uno de los motivos de nuestro viaje a Irlanda, en especial de esta visita al lugar de su nacimiento en 1706.

La jefe de archivos de la oficina episcopal de Galway nos había recomendado tomar contacto con el párroco de Portumna, para ver si quedaba el registro de bautismo de Patrick, pues en el siglo XVIII no existía un registro civil de nacimientos. La secretaria de la oficina parroquial -el párroco estaba ausente- abrió el viejo libro donde efectivamente aparecían anotados los bautizos, pero sólo incluía registros a partir de la tercera década de aquel siglo. Desafortunadamente la parroquia no tenía registro de fechas anteriores.

Iglesia neogótica de Portumna. Foto R. Puig

En todo caso, la visita a Portumna mereció la pena. Esta pequeña ciudad, que cuenta hoy con 1530 habitantes, forma parte de un área geográfica de la que, durante dos siglos y hasta principios del siglo XIX, emigraron muchos de los wild geese que salieron hacia España y otros países europeos tras la derrota de los católicos jacobitas y del resultante Tratado de Limerick a favor de los protestantes williamitas, así como de las subsiguientes leyes penales que discriminaban duramente a los católicos irlandeses. Nuestra visita, a falta del registro que buscábamos, no careció de interés ni de una experiencia evocadora.

Portumna. Entrada al castillo de la familia De Burgo. Foto R. Puig

La dominación williamita tras las guerras contra los jacobitas causó emigración en esa parte de Irlanda, pues las propiedades que estuvieron en manos de las familias católicas pasaron a manos protestantes tras la derrota de la batalla de Aughrim en 1691. Este el caso del castillo de Portumna que fue a parar a manos de los vencedores. Al lapso de tiempo que transcurrió desde esa fecha hasta que sobrevino un cambio de reinado en la monarquía británica sucedió una fase de devoluciones, aunque previas a un gravoso pago de rescate de lo que les habían quitado. Estas devoluciones de tierras confiscadas las otorgó en 1726 George I de Inglaterra e Irlanda a quienes se sometieran a la nueva situación de dominio protestante inglés. La familia De Burgo, no obstante haber favorecido anteriormente la causa católica jacobita, aceptó las condiciones, pagó y recuperó sus propiedades de Portumna.

Entre tanto, muchas de las familias católicas jacobitas a las que habían hurtado sus propiedades no pudieron recuperarlas. A este abuso obedece en parte la fuga de los gansos salvajes, quienes además de sufrir la desposesión de sus familias, tuvieron que elegir entre emigrar o ser sometidos a graves castigos. Además estas confiscaciones y penas están probablemente en la base de la gradual desaparición de los apellidos de los De Lacy y los O’Carroll, los del padre (Edmond) y la madre (Leonora) (**), en el territorio de Portumna y Galway y en la región de la orilla oeste del Lough Derg (Lago Derg), en la parte de lo que fue el Clanricarde County.

Eran los territorios en que se asentaban a principios del siglo XVIIl las familias de los De Lacy y los O’ Carroll, vinculadas a Portumna y Galway, y de donde eran los hermanos Patrick y David, que partieron a España tras aquellas expropiaciones y persecuciones que desencadenó el Tratado de Limerick contra los católicos. Andando el tiempo se comprueba la casi total desaparición de esos apellidos en el censo de 1911 (***).

La antigua iglesia de Portumna en ruinas al fondo del cementerio. Foto R. Puig

A la antigua iglesia, probablemente aquella en que Edmon de Lacy y Leonora O’Carrol bautizarían a su hijo Patrick nacido en Portumna, no pudimos acceder. Tampoco a los archivos de la municipalidad, cuyas oficinas estaban ya cerradas.

Detalle del camposanto. Foto R. Puig

Comimos muy bien en Café Rose, frente al ayuntamiento al otro lado de la calle. Al dueño, muy amable, le pregunté si entre los habitantes de la villa conocía a alguno de apellido Lacy u O’Carroll. Tras rascarse la cabeza me respondió que no. Si algunos quedaron tras las confiscaciones del siglo XVIII, pudo también matarlos o empujarlos a la emigración la hambruna de mediados del XIX.

Café Rose. Portumna

La abadía de Portumna

La abadía de Portumna, sus ruinas, son monumento nacional. Fue fundada por monjes del Cister en el siglo XIII y pasó a ser de los dominicos en siglo XV, para ser disuelta con la llegada de la Reforma protestante en el siglo XVI. Los dominicos se establecieron de nuevo en ella a mediados del siglo XVII cuando los católicos trataban de reorganizarse en esa región, si es que tras la batalla de Aughrim algunos se quedaron a vivir en la zona. Una parte del monasterio se convirtió en templo de la Iglesia Anglicana de Irlanda y entre 1762 y 1810 fue la iglesia anglicana local en Portumna.

Abadía de Portumna. Lápida de Owen Kelly, fallecido en 1768 a los 84 años, erigida por Timothy Kelly.

Si atendemos a lo inscrito sobre su lápida, el longevo señor Kelly debió de ser un benefactor importante de la iglesia anglicana para merecer una tumba en el muro del templo local.

Arco gótico. Abadía de Portumna. Foto R. Puig

El ventanal en estilo gótico del siglo XIII recuerda que hubo abundantes intercambios religiosos, culturales y artísticos entre los monjes de Irlanda y los del continente, principalmente de Francia, no sólo en aquel siglo, sino desde la Alta Edad Media.

Abadía medieval de Portumna. Cruz situada en el prado del cementerio. Foto R. Puig

El Workhouse Centre

En Portumna hay también un antiguo Irish Workhouse Centre creado en 1838 para la albergar a los pobres y ofrecerles una ocupación en la medida de lo posible. Aquellos centros fueron especialmente activos durante la hambruna, la Great Famine, que mató a un millón de habitantes y obligo a emigrar a más de un millón, lo que causó un descenso de población estimado entre el 20 al 25 %.

Hacia 1920 había en Irlanda alrededor de 163 de estos centros, A partir de entonces se usaron como centros de recursos para muchos otros usos de interés comunitario. El de Portumna sigue en proceso de rehabilitación y guarda memorias de su uso original.

No nos alcanzó el horario para visitarlo.

«Portumna Famine Times». Foto de Katalin Czegledi
«Portumna Famine Times». Foto de Katalin Czegledi

NOTAS:

(*) Ingredientes de fish and chips en el Barnacles Bar: Fresh Market Fish, Connemara Lager Beer Batter, Tartare Sauce, House Slaw, Crispy Fries (del menú del Barnacles Bar)

(**) El padre de Patrick, Edmond De Lacy-Bellingare había luchado contra el Imperio Otomano en el sitio de Viena en 1683, y a su vuelta estuvo preso en la Torre de Londres, de la que fue liberado por intervención de Lord Clanricarde quien le acogió en su feudo de Portumna, donde se casó con Leonora O’Carroll of Ely de una familia desterrada a la misma población por las deportaciones de «papistas» al oeste del río Shannon por Cromwell. De ese matrimonio nació mi antepasado en 1706 en Portumna.

The marquis de Lacy of Alicante, Spain, is the senior descendant of Edmond Lacy and Eleanor O’Carroll. This Edmon Lacy, son of Edmond and Una or Winnifred O’Kennedy (…)

Limerick Leader, Saturday, September 01, 1934, page 14, vol. 1905-1934 de la Cork City Library (cortesía de su bibliotecaria jefe Mary O’Leary)

(Fuente: Geni.com)

(***)

Lacy Surname in Ireland (Censo de 1911) :

O’Carroll Surname in Ireland (Censo de 1911) :

Top 50 Surnames in each county (in Ireland)

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Nota sobre las penal laws que se impusieron a los católicos irlandeses

Maureen Wall, «The Age of the Penal Laws (1691-1778)» en The course of the Irish History, edited by T.W. Moody & F.X. Martin, enlarged edition, The Mercier Press, Cork, 1984, pp.217-231.

Las confiscaciones de tierras supusieron pasar del 59 % pertenecientes a católicos en 1641 a un 22% en 1688, a causa de la invasión de Irlanda por Oliver Cromwell (1649-1653). En el Condado de Limerick la confiscación «cromwelliana» arrebató prácticamente todas las tierras a los católicos.

Los efectos de las confiscaciones siguientes supusieron una reducción al 14% documentada en 1703 tras la aplicación de las restricciones del Tratado de Limerick.

Cfr.: Aidan Clarke, «The colonisation of Ulster and the rebellion of 1641 (1603-1660)», ibidem, pag. 201.

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