Saltar al contenido

Wiphala

12 febrero, 2023
Whipala de la exposición «Wiphala – Identitet och konflikt» en el Världskulturmuseet de Gotemburgo, en el año 2012

Dedicado a mis contertulios en el Perú, Bolivia, Chile, Costa Rica, Estados Unidos y España

Como me ha contado un buen amigo mío boliviano, Hugo Rivas, que fue testigo de ello, la Wiphala como bandera fue adoptada por el grupo político universitario indigenista de Bolivia, inspirándose en tejidos precolombinos, con los colores del arco iris y la escala alusiva los arquetipos cósmicos de arriba y abajo de los aymaras, que son comunes entre los pueblos andinos. Hay datos de los colores de la Wiphala en tanto que bandera desde los albores de la independencia de Bolivia (*).

Me ha recordado que las primeras wiphalas las vio aparecer en manifestaciones como las de la marcha del 1 de mayo del 1979, en la que participaron trabajadores de los sindicatos aymaras y quechuas en La Paz, ondeando a la vez la Whipala junto a la bandera oficial boliviana. En la Constitución del 2009 se la introdujo cómo símbolo propio de los aymaras, en tanto que bandera de identidad legitima, aunque se haya de acompañar por la nacional.

No obstante en la exposición dedicada a la Wiphala en el 2012 en el Museo de las Culturas del Mundo de Gotemburgo se llegó a decir que:

Det här är historien om en tusen år gammal flagga, en wiphala, vars verkliga betydelse var okänd för oss fram till för bara ett par år sedan.

Esta es una bandera con mil años de historia, cuyo verdadero significado desconocíamos hasta hace solo dos años.

«Wiphala – Identitet och konflikt», Världskulturmuseet, Göteborg 2012

Este prestigioso museo sueco, que admiro, no estaba en esta ocasión en lo cierto cuando le atribuía a la Wiphala una antiguedad de mil años. Aunque es excusable, pues un discutido historiador boliviano, Germán Choquehuanca (1955-2021), que abogaba por la restauración del Tahuantinsuyo, también le atribuía esa errónea larga historia, al afirmar que esa bandera multicolor habría surgido mucho antes «con un sentido pacífico, pero se convirtió en guerrera desde la llegada de los españoles».

Omitía este historiador que ni los incas ni otros pueblos prehispánicos usaban banderas (**) aunque sí tuviesen algún tipo de estandartes con arquetipos simbólicos. En cuanto al período virreinal, destaca que a un lienzo de ángel arcabucero virreinal (sin arcabuz ni espada) se le haya añadido en banderola, no sabemos ni quién ni cuándo, un manto con los cuadros coloridos de una wiphala, a la que por cierto le falta el verde, salvo en una pequeña punta.

“Gabriel Dei”, Iglesia de Calamarca, (La Paz-Bolivia) (cortesía de Oscar Jara)

Algo muy distinto es la chuspa aymara, como la que se exhibió en la citada exposición de Suecia en el 2012, que es una pequeña bolsa encontrada en la tumba de un curandero de la cultura de los kallawaya (que siguen ejerciendo aún de medicine man en Bolivia), que ya presenta el mismo diseño moderno y los colores de la Wiphala que se le deben a Germán Choque Condori, el otro nombre del Germán Choquehuanca arriba citado.

Chuspa de la colección Nino Korin del Museo de las Culturas del Mundo de Gotemburgo

Ayer estuve visitando el Museo para tratar de ver esta chuspa que es parte de su «Colección Niño Korin» (***), pero que no está ahora en el área expositiva, debido al espacio que ocupa actualmente la exposición temporal «Viva México«. Agradezco a Johan Engqvist (quien además es un excelente pintor) y a Nora su ayuda para localizar la imagen oficial de los archivos con su etiqueta de referencia.

Exposición sobre La Wiphala en el Museo de las Culturas del Mundo, Gotemburgo 2012 Fuente: utstallningskritik.se

Si comparamos el diseño de la moderna bandera whipala y la chuspa del museo de Gotemburgo, que puede bien datarse como contemporánea de finales de la alta Edad Media europea y fue hallada en una tumba en tierras del Tiahuanaco expansivo, constatamos que esta pieza conserva una viveza admirable y ostenta los colores que la cultura andina identificaba en el Arco Iris (rojo, verde, violeta, amarillo y azul, además del blanco).

Esta chuspa debió de pertenecer a un sanador de prestigio y se piensa que se usaba para llevar las hojas de plantas y algunos instrumentos ligeros para insuflar o intervenir al paciente. Con ocasión de la exposición de 2012 en Gotemburgo, sobre el césped del barrio de Hamarkullen, el museo y la colonia boliviana invitaron al activo medicine man kallawaya Walter Quispe a celebrar una ceremonia de ofrenda a la Pachamama, como sucesor de aquellos sanadores preincaicos, quien también examinó los objetos de la «colección Niño Korin» junto con los conservadores del museo y comentó los usos que de su examen deducía (verlo aquí).

También se suele aludir a que durante el virreinato se usaron tejidos de diseño multicolor parecidos a los de la wiphalas actuales en actos festivos de aquella época, como se observa en la torre de la iglesia de Potosí pintada por Melchor Pérez de Holguín, ilustre pintor del barroco iberoamericano.

Entrada del arzobispo virrey Morcillo en Potosí, Melchor Pérez de Holguín, óleo,1716 Museo de América, Madrid (cortesía de Oscar Jara)

En todo caso las representaciones de formas varias de colorido escalonado son frecuentes en las culturas precolombinas de la América Hispana, si pensamos en que hasta se encontraban en la cultura Wari (500 a 1200 d.C.) anterior al imperio de los Incas.

No es necesario que abunde en que la representación de formas de la artesanía textil, e incluso cerámica o lítica, prehispánicas prefiguran, junto con otras coloridas estructuras geométricas, más o menos abstractas, el diseño que ha sido preferido modernamente por las comunidades denominadas originarias de las regiones andinas de América Latina para una bandera que junto a la de la nación quiere expresar su identidad y sus culturas. Ha sido reconocida oficialmente en Bolivia (2009), Chile (Casa de la Moneda, Alto Hospicio, 2017), Perú (Puno, 2022 y Arequipa), Argentina (en varias regiones) y Ecuador (en varias regiones) como documenta ampliamente la wikipedia.

De algún modo, la creación moderna de la bandera Wiphala guarda una analogía con los estandartes (que no banderas) que precedían a las demostraciones del Inca de los que hablan los cronistas, así como con la bandera del alzamiento de Tupac Amaru. En tales casos se trata de la llamada Unancha, como se explica en la historia de este estandarte que en 1973 inspiró a un popular radiodifusor del Cusco, Raul Montesions Espejo, para el diseño de la bandera del Cusco con los siete colores del arco iris en bandas horizontales, cuya fabricación una empresa cervecera financió como bandera de la región (****)

Sólo nos queda expresar el sincero deseo de que la Whipala ayude a promover el entendimiento y el acuerdo justo y pacífico entre las varias comunidades latinoamericanas, sean costeñas, andinas, amazónicas, de los llanos o de los valles, y que la tercera palabra de aquel enunciado Wiphala – identidad y conflicto de la exposición de Gotemburgo en el año 2012, no se advere más, en especial en estos momentos en que el Perú vive sucesos políticos y sociales de extrema gravedad.

Manifestación con la Whipala en Bolivia. Fuente: Getty Images

Notas :

(*) En el artículo sobre la Wiphala en la wikipedia se cita al naturalista francés Alcide d’Orbigny quien escribe, ya en época republicana, que en las fiestas de San Pedro en La Paz, en un área de mayoría aimara para la época, «había además como acompañamiento, tres pajes, arreglados con un gran tahalí colgado del cuello y dos portaban estandartes llevando una bandera a cuadros blancos, amarillos, rojos, azules y verdes» (d’Orbigny, Alcide, Viajes por Bolivia, 1830. p. 64.)

(**) María Rostworowski, “Historia del Tahuantinsuyu” (1988). Esta cita me ha sido facilitada por un buen amigo peruano Oscar Jara, que ha iniciado una interesante conversación entre compañeros de Iberoamérica y España sobre la Wiphala, junto con estas otras tres referencias:

Felipe Guamán Poma de Ayala, El primer nueva corónica y buen gobierno, (1615/1616)

Cobo, Bernabé (1653). Historia del Nuevo Mundo

Congreso de la República del Perú, ed. (2011). «La bandera del Tahuantinsuyo».

(***) Cfr. Wiphala flamea en Gotemburgo. Al parecer hay tratativas en curso, tras una solicitud de la embajada de Bolivia en Suecia en 2007, para el retorno de «la colección Niño Korin» a Bolivia. Ello incluye la chuspa y otros pequeños objetos del enterramiento de un sanador kallawaya adquiridos por el director del museo de Gotemburgo en Bolivia en 1970, cuya explicación la esboza Walter Quispe en el video de su visita a la exposición del 2012.

(****) No hay que confundir los cinco colores de la Whipala con los siete colores del prisma de Newton y de la bandera del Cusco.

No comments yet

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: