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Transiciones peruanas de Lambayeque a Pachacamac. Huaca Pucllana (Lima)

2 junio, 2019
Vasija con tejidos. Cultura Lima. Museo Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Figura de ofrenda con tejidos. Detalle. Museo de la Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Finalizadas nuestras visitas de la Ruta Moche y de Chan Chan, tras recorrer los 554 kilómetros que dista Trujillo de la capital del Perú, retrocedíamos 700 años, los que median aproximadamente entre el comienzo del Reino Chimú y la edificación del complejo ceremonial de los Lima que hoy se conoce con el nombre de la Huaca Pucllana, en pleno distrito de Miraflores (Lima).

Huaca Pucllana. Lima. Fuente ArqueoTur

Huaca Pucllana. Lima. Fuente ArqueotuR

Con el paso de los años la expansión de Lima ha ido rodeando e invadiendo el territorio de aquellas culturas que habitaron durante siglos el valle del Rímac, con la consiguiente desaparición de una gran parte de su patrimonio arqueológico. Sobre este proceso el Doctor Arqueólogo José Joaquín Narváez Luna en un extenso artículo publicado en la página de la Ciudad Virtual de Antropología y Arqueología detalla lo siguiente:

Pucllana es uno de los principales monumentos arqueológicos que se encuentran en el valle del Rímac. Fue visitada desde el siglo pasado por numerosos viajeros siendo sometida a varios trabajos de investigación. Se trata de una gran pirámide de aproximadamente 30 mts. de altura que se encontraba rodeada por un conjunto de plazas, recintos y otros ambientes que conformaban un pequeño asentamiento urbano. Cronologicamente pertenece al Intermedio Temprano-Horizonte Medio 1 y a la cultura Lima o Maranga. Se encuentra ubicado en el barrio residencial de Miraflores.

Pucllana sufrió daños desde la Colonia al ser huaqueada y utilizada como atalaya para el avistaje de piratas. En 1854 sirvió de parapeto durante la batalla de La Palma entre Rufino Echenique y Ramón Castilla quienes se disputaban el poder y durante la batalla de Miraflores entre los ejercitos peruano y chileno durante la Guerra del Pacífico en 1883.

Sin embargo, los mayores destrozos ocurrieron cuando la Compañía Urbanizadora Surquillo lotizó completamente el sitio y la vendió en parte entre 1930 y 1965 al amparo de resoluciones del Ministerio de Fomento y Obras Públicas. Con grandes bulldozers demolieron amplios sectores de la parte baja del monumento, destruyendo plataformas, plazas, recintos, etc. La enérgica intervención del Patronato Nacional de Arqueología pudo detener los destrozos aunque gran parte del sitio había quedado afectado. Abandonada por mucho tiempo, en 1982 por iniciativa de la Municipalidad de Miraflores se inició la recuperación del monumento con extensas excavaciones a cargo de la Dra. Isabel Flores quién aún prosigue los trabajos de investigación en el sitio. Actualmente, Pucllana se encuentra bajo la custodia de la Municipalidad de Miraflores y es buen ejemplo de conservación y puesta en valor de un sitio arqueológico

«La destrucción del patrimonio arqueológico en el Valle del Rimac, Perú»

El autor informa, como parte de un estudio suyo, que en 1994, sólo subsistía «el 27% de los monumentos arqueológicos existentes en 1944 en los distritos de Lima (Industrial), Breña, San Miguel, Pueblo Libre y Magdalena del Mar».

Localización Huaca Pucllana. Fuente Infografías del Centro de Investigación Histórica. Lima

Localización Huaca Pucllana. Fuente Infografías del Centro de Investigación Histórica. Lima

La Huaca Pucllana, si bien disminuida, no ha sido de los complejos que salieron peor parados, pues se conservan sus dos tercios como testimonio de los aportes de tres culturas sucesivas: Lima (200 a 650 d.C.), Wari (650 a 1100 d.C.) e Ichma (1100 a 1450 d.C.)

Huaca Pucllana. Emplazamiento. Fuente ArqueoTur

Huaca Pucllana. Emplazamiento. Fuente ArqueotuR

Gracias a nuestros buenos amigos Bernardo y Rosi y dando un corto paseo por su barrio pudimos realizar la visita nocturna a la vecina Huaca Pucllana y a su Museo del Sitio, así como ser por ellos obsequiados con una sabrosa cena en el renombrado restaurante adyacente al complejo.

Huaca Pucllana. Lima. Foto R.Puig

Huaca Pucllana. Lima. Foto R.Puig

La visita nocturna es altamente sugestiva, si bien no se pueda acceder a los planos superiores, como sí es posible de día. Pero el recorrido a la luz de los focos a lo largo de los muros y escalonamientos de millares de «adobitos», apretados en hileras a la manera de libros en inmensas estanterías, es muy especial.

Muro de adobitos en técnica de librero. Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Muro de «adobitos» en técnica de librero. Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Circunvalando desde abajo su mole iluminada se experimenta la sensación mágica de haber traspasado el espesor de los siglos que nos separan de sus pobladores, esos miles de trabajadores que amasaban el barro con sus pies y levantaron esta obra pieza a pieza.

Haciendo adobitos. Reconstrucción. Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Más que explicarla con mis propias palabras recurro de nuevo a algunos textos de quienes se dedican a divulgar la arqueología peruana :

Huaca Pucllana fue construida por gentes de la cultura Lima, entre los años 200 y 700 dC en la costa central del Perú. Concretamente, entre los valles de los ríos Chancay, al norte y Lurín, al sur. Sus principales centros ceremoniales como Pucllana se encuentran en el medio de los valles pero las aldeas se ubicaban alrededor de estos o en las playas sin formar verdaderos núcleos urbanos.

Huaca Pucllana. Reconstrucción de ceremonia de ofrendas al tótem. Foto R.Puig

Huaca Pucllana. Reconstrucción de ceremonia de ofrendas al tótem. Foto R.Puig

Se dedicaron a la agricultura, la ganadería y también a la pesca y la recolecta de mariscos, a la que dispensaban especial atención. Construyeron gigantescos centros ceremoniales construidos con adobes unidos con barro y fueron un pueblo pacífico.

El tiburón en la Cultura Lima. Museo Huaca Pucllana. Foto R.Puig

El tiburón en la Cultura Lima. Museo Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Su cerámica sirvió para diversos usos tanto domésticos como religiosos

Amamantando. Vasija Cultura Lima. Museo Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Amamantando. Vasija Cultura Lima. Museo Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Los habitantes de la cultura Lima no formaron un solo reino o un imperio. Los valles estaban divididos en varios curacazgos a manera de pequeños reinos que debieron tener un trato igualitario entre sí. Es probable que el Santuario de Pachacamac haya tenido mayor importancia debido a su prestigio religioso.

Huaca Pucllana no fue propiamente una ciudad, fue un centro ceremonial y como tal tenía como objetivo ser la residencia de una elite sacerdotal que poseía tanto el poder político así como el religioso y el económico.

Huaca Pucllana. Reconstrucción Ceremonia de ofrendas al tótem. Detalle. Foto R.Puig

Huaca Pucllana. Reconstrucción de ceremonia de ofrendas al tótem. Detalle. Foto R.Puig

A la vez, servía para ejercer desde este sitio el poder hacia la zona del valle que le correspondía.

Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Huaca Pucllana posee básicamente dos zonas bien diferenciadas: la Gran Pirámide y sus plazas y una parte baja formada por plazas con banquetas. Cada una de estas dos áreas tenía una funcionalidad distinta: la pirámide estaba destinada a ser un lugar de culto mientras que la parte baja se asocia a actividades más cotidianas o relacionadas al trato directo con la población.

Huaca Pucllana. Foto R.Puig

La pirámide es un edificio alargado de más de 400 metros de largo por 22 metros de alto, que cuenta con siete plataformas a la vista en cada una de las cuales se encuentran plazas, recintos y pasadizos, algunos de ellos pintados de color amarillo. En la parte baja encontramos plazas y sistemas de recintos. La parte baja es de construcción más reciente que la pirámide y es probable que en el inicio Pucllana fuera sólo un centro religioso y luego se requiriera de anexos para actividades administrativas.

Fuente :  ArqueotuR

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Wari

Terminado el dominio de los Lima, hacia la mitad del siglo VII d.C. el complejo cayó en el abandono durante cien años, hasta que los Wari pensaron que su gran pirámide era un excelente lugar para enterrar a los suyos.

Vasija Wari con imagen de tiburón. Museo del sitio Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Vasija Wari con imagen de tiburón. Museo del sitio Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Dada su importancia como centro ceremonial luego que los Lima fueran conquistados por los Wari el sitio se transformó en un cementerio y se mantuvo así hasta el señorío Ichma. Es de los entierros wari que se ha logrado recuperar importantes evidencias textiles, únicas en su género en la costa central, al igual que cerámica, mates y otros objetos presentes en las tumbas nos sirven para conocer acerca de los pobladores que se instalaron en la costa central con la conquista de ésta a manos del imperio wari.

Fuente citada

Vasija Wari con focas y serpiente marina. Museo del sitio Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Vasija Wari con focas y serpiente marina. Museo del sitio Huaca Pucllana. Foto R.Puig

La representación del tiburón en las vasijas y en los diseños textiles de los Wari continuó y asimiló la tradición gráfica de motivos de la fauna marina de la Cultura Lima.

Vasija Wari con boca de tiburón. Museo del sitio Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Vasija Wari con boca de tiburón. Museo del sitio Huaca Pucllana. Foto R.Puig

Ichma

Al principio del siglo XII d.C. los pobladores de la cultura Ichma retomaron el complejo,para sus enterramientos y para depositar ofrendas a sus ancestros.

Actualmente los trabajos de investigación y las excavaciones en la Huaca Pucllana siguen adelante dirigidas por la arqueóloga Isabel Flores, amparados por el Distrito de Miraflores.

….


Nota sobre los enterramientos

Además de las sepulturas con finalidad puramente funeraria, en la Huaca Pucllana se han encontrado restos  de sacrificios humanos, principalmente de mujeres jóvenes. En la iniciación de una nueva fase de construcción se practicaban tres tipos de rituales, que han sido verificados por los arqueólogos: ruptura de vasijas, sacrificios humanos o banquetes rituales.

Los restos humanos hallados en medio de los rellenos o sobre los pisos cubiertos consisten mayoritariamente en mujeres jóvenes. También se sacrificaban varones y niños, pero en cantidad mucho menor. Los análisis antropológicos revelan gran violencia en la muerte. Los cuerpos fueron colocados entre el relleno apenas envueltos en sencillas telas, sin ofrendas de ningún tipo.

Fuente: wikipedia en referencia a:

BARRETO, María; CCENCHO HUAMANÍ José; CHUCHON AYALA, Hilda; SILVERA LA TORRE, Hernán,  “Sacrificios humanos Lima asociados a la última etapa constructiva de Huaca Pucllana” en: Arqueología y Sociedad 22: 55 – 72. Museo de Arqueología y Antropología, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 2010.

El lector habrá notado que la práctica de los sacrificios humanos ha ido apareciendo en las distintas visitas de este viaje. Se menciona en los museos de los varios sitios y por los guías turísticos, sin olvidar a los cronistas de la colonización de América por el Imperio Español.

Como es sabido, una de las justificaciones morales que los conquistadores españoles esgrimieron para asentar su derecho a intervenir en las costumbres de los pobladores que iban encontrando a su paso era el descubrimiento de las costumbres diabólicas o bárbaras que se sintieron con derecho a erradicar en su misión evangelizadora. Las que más citaron los cronistas, quizá la que más, era la de los sacrificios humanos.

Recientemente, repasando los aspectos lingüísticos, políticos y religiosos de la conquista, de los que trata una obra de reciente publicación (que cito enseguida), encontré de nuevo la cuestión en la célebre disputa sobre la legitimidad de la colonización de los territorios de los indios y de sus formas de actuación que enfrentó a Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de Las Casas en la Junta de Valladolid (1550-1551).

Se trata de cómo, en su afán por vencer en el debate, como atestigua el texto de su Apología (Editora Nacional 1975, traducción y edición de Ángel Losada), el segundo de ellos, ardoroso acusador contra los abusos de la conquista, esgrimió argumentos bíblicos y teológicos para defender la legitimidad de los sacrificios rituales de seres humanos por parte de los indios americanos, por ser una justificada ofrenda a la Divinidad.

Apología

He aquí algunos de los argumentos citados en el libro de Santiago Muñoz Machado, Hablamos la misma lengua. Historia política del español en América, desde la Conquista a las independencias”, Crítica, Barcelona, 2017 (2018), 826 páginas:

…los hombres están obligados a ofrecer al Dios verdadero, o al que consideran verdadero, sacrificios humanos

Apología, p.285

Bartolomé de Las Casas lo fundamenta en varios textos del Antiguo Testamento para finalmente explicarse de este modo :

Luego no es absurdo sospechar que la costumbre de inmolar hombres pasó a todos los pueblos, a cuyo conocimiento llegó el hecho de que el máximo Dios se los judíos había ordenado a su queridísimo siervo Abraham que le ofreciese en sacrificio su propio hijo, y aquel otro hecho de que un preclaro capitán de dicho pueblo judío, después de haber conseguido la victoria, había inmolado a su única hija a Dios , lo que, de verdad, no hubiese hecho si no hubiera pensado que esto sería gratísimo a Dios

ibidem, pp. 296-297

y resume Muñoz Machado :

Concluye Bartolomé de las Casas que entre los indios los sacrificios humanos son una costumbre antigua que opera como ley. Por tanto, está justificada para ellos, no constituye pecado algunos en su comunidad y es una práctica difícil de erradicar de cuajo

en «Hablamos la misma lengua», p. 181

Una observación mía: 

Bartolomé de las Casas se limitó a citas bíblicas legendarias y argumentos teológicos para justificar los sacrificios humanos de las culturas de la América precolombina. Me permito suponer que se guardó mucho o no se le pasó por la cabeza sacar a colación otros argumentos que tenía como quien dice a la vuelta de la esquina.

Puesto que sacrificios humanos fueron los ofrecidos a la Divinidad, decretados, legalizados y ejecutados por la Santa Inquisición. Desde 1478 (cuando la instituyen los Reyes Católicos) hasta la fecha de la intervención del célebre dominico en la Junta de Valladolid, supusieron la tortura y posterior muerte, con el garrote vil (si abjuraban) o en la pira (si no abjuraban), de cerca de 2000 personas, entre herejes de diverso tipo, judaizantes y moriscos. 

Las Casas

2 comentarios leave one →
  1. Bernardo Regal Alberti permalink
    3 junio, 2019 21:02

    Recibí tu genial y detalladísima crónica hace un par de días. Anoche la leímos (la leí yo porque Rosi está perdiendo la vista). Por supuesto que nos gustó!!!!gracias por las referencias, citas, fotos de museo, notas bibliográficas , ytodas esas cosas academicas sin las cuales no serías tú aunque el mundo siga borracho de informalidades. ¡gracias Moncho! Bernardo y Rosi.

  2. 6 junio, 2019 12:43

    Bernardo, Rosi, les agradezco mucho el aprecio. A lo largo de este viaje he disfrutado, y fascinado he ahondado, en la medida de mis posibilidades, en la antigua historia del Perú, rigurosamente mi segunda patria, que me adoptó y me dio amigos para siempre.
    Un fuerte abrazo.
    Moncho

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