Por el Pirineo hacia Suecia. Mi ruta estival (I)

Subiendo por la Nacional 230 hacia Sopeira y Pont de Suert. Foto R.Puig
Como va siendo costumbre de cada verano, en mi subida desde Els Poblets (Alicante) hacia Gotemburgo he pasado a Francia por el Pirineo, esta vez cerca del macizo del Aneto (3.404 metros) y la Maledeta (3,308 metros).
Asciendo por la Nacional 230 en la provincia de Huesca y, tras una noche de camping en Pont de Suert a la vera del camino que conduce al Parque Nacional de Aiguestortes, atravieso el valle de Arán y entro en Francia por la Nacional 125 francesa.
En este recorrido se sigue el curso alto del Noguera Ribagorzana, que nace en la vertiente sur del macizo Aneto-Maledeta. He tenido suerte con el tiempo. El día es soleado y las sensaciones magníficas.
Por el camino se presentan muchas ocasiones de visitar pequeños pueblos con muestras de arte románico y centros urbanos que nos retrotraen al Medioevo. Guardo en la memoria algunos nombres para otro viaje. Por ejemplo Montañana, declarado conjunto histórico-artístico.

Embalse de Les Escales del Noguera Ribagorzana (1956). Foto R.Puig
Hay grandes embalses para la producción hidroeléctrica. Al pie de los grandes hay contra embalses más pequeños donde abundan las truchas, como en el que bordea Sopeira. En este pueblo me detengo, no para bañarme en su piscina municipal junto al embalse, pues ya se va haciendo tarde, sino para acercarme al Monasterio de Santa María de Alaón. No son horas de visita, por lo que me limito a tomar algunas fotos y prometerme una visita para otra ocasión.

Monasterio de Santa María de Alaón. S.XII. Sopeira Huesca. Foto R.Puig
Como me propongo pasar la noche en Pont de Suert, sigo ascendiendo y puedo observar el embalse de Les Escales desde más arriba.

Embalse de Les Escales del Noguera Ribagorzana. Foto R.Puig
Al día siguiente me encamino hacia el Valle de Arán y hacia Francia por esta ruta hermosa y sinuosa en la que cruzo cuatro veces el límite entre Aragón y Cataluña. Esto me hace pensar que si algún día los localistas radicales lograsen sacar a Cataluña de España, se daría una situación curiosa: en pocas decenas de kilómetros se podría pasar varias veces de Huesca a Lérida y viceversa, que sería lo mismo que pasar repetidamente y en poco tiempo de un territorio de la Unión Europea a otro extra comunitario.
En llegando al Valle de Arán, decido detenerme una vez más en un pueblo de montaña. Se trata de Vilac, que me ha llamado la atención por la torre de piedra de sus sencilla iglesia románica.

Iglesia románica de Vilac. Valle de Arán. Foto R.Puig
En la plaza no hay un alma y de un balcón cerrado cuelga una guirnalda de panochas de maíz.

Iglesia románica de Vilac. Valle de Arán. Foto R.Puig
El Valle de Arán se abre ante mí en toda su magnificencia. Es un paraíso para quienes aman las caminatas de montaña. De nuevo me hago promesas, que no sé si algún día lograré cumplir.

Rutas de marcha de montaña en el Valle de Arán.
En su esquina sur oriental hay un pequeño circo de cumbres, el circo de Saboredo, donde se sitúan las fuentes del Garona. Es un torrente de aguas tumultuosas cuando comienzo a conducir por este valle. Mi ruta lo irá siguiente mientras crece hasta ser el ancho río caudaloso que cruza Toulouse.
De ahí parto hacia la A20 y hacia mi primera noche en Francia…