Elogio de la nimiedad (IV): cosas de la orilla del mar

Marea, vainilla y nata. Foto R.Puig
La mar, no nos cansamos de mirarla. Aunque sea nuestra orilla de siempre, un pequeño rincón del mundo. Es lo habitual, como esa luna que el pasado miércoles se alzaba amarilla y levantaba la marea.
Pero estoy empezando por el final. En realidad sólo son cosas nimias, las de un paseo por el borde de la playa, en enero, en estas costas benditas del levante alicantino. Digo benditas, porque mi abuela utilizaba a menudo una especie de adagio para referirse a Alicante como la millor terra del món.
De niño no sabía yo del autor de esta expresión, ni de como la popularizó un académico del siglo XIX quien, en carta a un amigo, la repetía a modo de estribillo en algunas de las 18 estrofas de una letrilla en elogio de la tierra alicantina.
Comienza así:
Sepades, señor Bretón,
que de Poniente a Levante,
es sin disputa Alicante
la millor terra del món.
El citado «señor Bretón», era el dramaturgo y poeta, bibliotecario de la Biblioteca Nacional de Madrid, Manuel Bretón de los Herreros (1796-1873), el autor de la letrilla era Mariano Roca de Togores (1812-1889), escritor de familia alicantina, que fue Director de la Real Academia de la Lengua y del Ateneo de Madrid.
Todo esto y la letrilla completa lo encuentran en la página de Alicante Vivo. Pero como estamos en enero, quiero citar aquí la segunda estrofa:
Mientras que a vos embozado
por las mañanas de enero,
a la orilla del brasero
os da un dolor de costado,
yo me voy desabrochado
desde el Muelle al Malecón;
que es sin disputa Alicante
la millor terra del món
En fin, por todo el mundo hay muchos que opinan que su terruño es la mejor tierra del mundo. Yo simplemente les traigo aquí algunas nimiedades motivadas por mi paseo del miércoles pasado por mi orilla alicantina.
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Cañas

Lo que nos dejó la riada. Foto R.Puig
Para que vean que no todo son primores, les dejo una imagen del muro de cañas que nos dejó un reciente temporal. Los carrizos que arrasó el río Girona en su crecida, para arrojarlos en la playa de la Almadraba alcanzan hasta los dos metros de altura. Este muro no ha costado nada, si alguien tendrá que pagar por ello, será el ayuntamiento de Denia, cuando se decida a quitarlo. Si piensan que es una metáfora, ustedes sabrán de qué. En todo caso, los pieles rojas han debido de visitarnos, pues alguien ha comenzado a construir un par de tipis

Lo que nos dejaron los comanches. Foto R.Puig
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Curiosidades para malacólogos

Concha de bivalvo. Foto R.Puig
No sé nada de malacología, quiero decir de los moluscos y de sus clasificaciones, pero, paseando por la playa, he encontrado una concha incompleta, que me parece inusualmente grande. Mirada al trasluz tiene irisaciones realmente peculiares. Surfeando en internet se encuentran infinidad de cosas, entre otras sobre los moluscos del Mediterráneo y sus conchas. Me he quedado pensando ¿será del tipo Mytilidae?

Concha de bivalvo en la playa de la Almadrava. Foto R.Puig
Si hay algún malacólogo entre mis lectores, quizás pueda aclaranos si se trata de una rareza exótica para lo que es habitual en esta parte de las costas del Mediterráneo o, por el contrario, es algo común. Por mi parte, en estas playas no había visto antes algo así y de estas dimensiones

Concha de bivalvo ¿de tipo Mytilidae? Foto R.Puig
Desde luego, no me parece que sea el resto de una paella marinera.
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Comoranes

Con sigilo hacia los cormoranes. Foto R.Puig
Lo de los cormoranes es otra historia. Siempre vienen a esta playa en enero y febrero a pescar en bandadas de alrededor de diez. De nuevo, surfeando, he sabido que muchos pescadores y propietarios de piscifactorías los odian. Al final de los años 70, en España, estas aves, normalmente migrantes, estaban en extinción, pero su población ha aumentado prodigiosamente, no sólo aquí sino en toda Europa. Hasta el punto de que, por iniciativa del Parlamento Europeo, existe un denominado «European Cormorant Management Plan to minimise the increasing impact of cormorants on fish stocks, fishing and aquaculture» (Plan Europeo de Gestión de cormoranes para minimizar su creciente impacto en las reservas de peces, en la pesca y en la acuicultura).
A este vecino que pesca desde el espigón no parece preocuparle lo de los cormoranes, cada uno a lo suyo

Paciencia. Foto R.Puig
En mi caso, yo que no sabía nada de esto, año tras año los admiro y confío que al menos no desaparezcan estos pocos que vuelan, se zambullen, bucean y emergen con tanta elegancia en estas aguas.

Sobre todo no resbalar. Foto R.Puig
El otra día me iba yo acercando con cuidado, sin aspavientos y procurando no romperme la crisma, para no espantarlos y poder dejarles aquí mi homenaje fotográfico, no sea que el año que viene me los hayan envenenado

Que no se me espanten Foto R.Puig
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Olas

Els Poblets, Hawai. Foto R.Puig
Me dirán que las olas están muy vistas. Pues sí, sin embargo no es algo que nadie se canse de mirar. Y si había que presumir de las de por aquí, nada mejor que mostrar que también hay surfistas en el barrio. Ademas nuestras ondas no sólo son bravas

Bravas y níveas. Foto R.Puig
sino que también cubren la arena con un manto inmaculado

El manto lácteo de la ola. Foto R.Puig

La ola de nata. Foto R.Puig
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La luna celosa

Emulación. Foto R.Puig
La luna ha traído la marea, ha provocado el oleaje que invade la arena con su espuma, pero tiene celos de lo que ha causado. Finalmente decide mostrar que ella es la que manda, la que se merece todo el brillo del escenario
Y, con ayuda de la noche, Selene se impone

La luna se apodera de la escena. Foto R.Puig
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Un día después
Lo anterior ocurría el miércoles. El jueves el mar se había tranquilizado y el atardecer nos regalaba esto

Cabelleras en el cielo. Foto R.Puig

Naranja sobre tierra de naranjos. Foto R.Puig

La punta oriental de mi barrio a las seis y media de la tarde. Foto R.Puig

Otro día que se va por el oeste. Foto R.Puig
El crepúsculo comenzaba el jueves a las seis y media de la tarde. Girando la mirada a la redonda lo veíamos así
Tengo problemas con internet «comentarios». De momento te digo que las fotos marinas muy buenas, en especial de «Selene» sobre las olas. Preciosa. No entendí lo de els poblet hawai. Los cormoranes son nuestros «patillos» los conozco desde niño. Y tenía siempre miedo cuando yo buceaba…No fuera a toparme con uno de ellos. No sé si los veían en Fátima. Bernardo.
Gracias, Bernardo. Tu comentario llega sin problemas. Lo de Hawai era una broma, porque esta playa, que está en el municipio de Els Poblets, también tiene surfistas. Yo también recuerdo haber visto cormoranes en las playas peruanas. Y en los dibujos de la cultura mochica que publiqué en el blog el 22 de marzo del 2015, me parece que alguna de las aves representadas es un cormorán.