Parada y fonda en el Pays d’Auge

Manzanas de Le Mesnil. Foto R.Puig
Para Jaime y Pascale
En junio habíamos hablado aquí de cómo se hace una sidra artesanal normanda. Pues bien, el cuatro de setiembre mis amigos de Le Mesnil me acogieron en su demora del siglo XV y pude comprobar personalmente que la sidra del año ha resultado excelente, de discreta dulzura y moderada gradación de alcohol como habían previsto.

La sidra del año. Foto R.Puig
Quinientas botellas que han nacido de los pomares que rodean Le Mesnil. Expliquemos que esta expresión significa «dominio rural» y que procede de la langue d’oïl, una rama de las lenguas galorromanas que ha dejado sus huellas en topónimos de Normandía.

Los pomares de Le Mesnil. Foto R.Puig
La última vez que pude visitarles fue en el verano del 2013 y ya entonces partimos con unas cuantas botellas de sidra en la furgoneta. Este año, cuando llegué a las costas valencianas, pude comprobar que esta excelente sidra acompaña muy bien al arroz en paella.

Sidra de Jaime y Pascale con arroz en paella de Ramón. Foto R.Puig
Pero no anticipemos acontecimientos, pues todavía me quedan más de 1500 kilómetros de ruta. Así que hablemos de las novedades en Le Mesnil.
La mansión normanda sigue cumpliendo siglos esperando que resucite algún Brueghel para pintarla

Paz campestre del siglo XV. Foto R.Puig
Las ventanas se ornan ahora con encajes de bolillos en los que no había reparado antes.

Artesanía en las ventanas. Foto R.Puig
La cuvée de sidra 2016 pacienta en sus botellas

La sidra del año. Foto R.Puig
Hay una nueva huésped, escapada de no se sabe dónde, que se ha encariñado con el lugar. Sin osar entrar en la casa habita en las dependencias anexas y agradece lo que le sirven…

Petite sauvage normande. Foto R.Puig
Al parecer, el entorno le suministra también no pocos ratones campestres…

Une chausseuse en attente. Foto R.Puig
y debe de tener pareja por los alrededores, pues en la leñera ya hay cuatro nuevos gatitos

Un chaton de la petite sauvage normande. Foto R.Puig
El estanque de las ranas sigue en su rincón de juncos.

Visión impresionista del estanque de Le Mesnil. Foto R.Puig
He elegido esta foto en su versión impresionista, pues recoge su aspecto más misterioso, aunque no tanto como uno de los antiguos cabañones agrícolas que mis amigos desean restaurar

La tarea por hacer. Foto R.Puig
Me parece que la próxima vez voy a venir con el mono, las botas y los guantes de trabajo para merecerme, un poco al menos, su maravillosa hospitalidad. y…
me informan los productores (postada del 8 de octubre) que todavía hay botellas de la cosecha del 2014, la renombrada sidra en honor de aquel paladín zamorano, Bellido Dolfos, que salvó a Zamora del cerco en 1072, mediante un audaz regicidio en la persona del usurpador que la sitiaba. Como la historia la escriben los ganadores, el Cantar del Mío Cid le tildó para siempre de traidor…

La sidra «Bellido Dolfos». Foto J. López Krahe
Con esta sidra se demuestra que los zamoranos siguen siendo audaces, pues se atreven a producir sidra en el corazón de Normandía.
Y aquí está la de la cosecha del año pasado, la que estamos ya bebiendo, pero etiquetada con su ilustre denominación ecológica y natural…

Sidra Pays d’Auge Cosecha del 2015
…
Y, como la ruta continúa, el próximo domingo hablaremos de Fontevraud…

La Abadía de Fontevraud. Foto R.Puig
Buenas fotos y buenos comentarios querido Moncho. Esas casas gloriosas y la familia gatuna se presta a imaginar cuentos de brujas jejejjee
No te digo que no. De por aquí salieron las tropas normandas que conquistaron Inglaterra en el siglo XI… Supongo que llevaron mucha sidra en las naves y algunos amuletos vikingos
Hace algún tiempo se conseguía sidra en algunas botillerías, hasta donde dispongo de cultura alcohólica. He preguntado en Wong, el supermercado más fino de Lima, y no tenían sidra.Pero insistiré porque sólo le pregunté al paso a uno de los muchachos que empaquetan las compras.Curiosamente el sábado pregunté si había chicha de jora…que todo el mundo me decía que sólo se consigue en el mercado ut sic…¡y resulta que Wong sí tiene y compré una botella de chicha de jora elaborada y embotellada en el distrito limeño de San Miguel!
La referencia de que por esa región salieron los normandos a conquistar Ingleterra me parece alucinante. Los normandos son una especie de héroes que aparecen en nuestros libros de historia y de aventuras literarias donde desde chicos vemos -sobre todo en pelis- mezclados con reyes y héroes ingleses como el famoso Corazón de León…y que nunca hasta ahora he sabido deslindar bien sus nacionalidades de origen.
Dicho sea de paso, cuando enseñaba Lengua Española encontré el dato de que un tanto por cento muy apreciable del inglés tenía orígenes o raíces griegas/romanas a través del francés, lo mismo que algo asi como un igualmente alto tanto por ciento del inglés proceden simplemente del francés. Nunca he retomado ni profundizado en esta información, interesante para, adicionalmente, definir de qué otras fuentes se nutre el inglés, su relación con las culturas germanas, etc.
Ha unos meses estuve tentado de hacer on line un curso de sueco con la oferta de la empresa «Babel». Lo dejé por no abrir demasiados frentes. Trato de aprender quechua ayacuchano mientras me ducho y afeito..En YouTube escucho el evangelio de Mateo en quechua y tengo a la vista el texto tanto en quechua como en castellano.
Creo que el fenómeno «normandía» da mucho de sí. No sé si en la Francia de hoy tiene lo normando algún peso digno de subrayarse.
Me parece, Bernardo, que mi entrada de octubre del año pasado sobre mi visita a Lassy no la viste. Pincha aquí para el enlace.
En ella trataba sumariamente la historia de cómo los normandos, inicialmente vikingos llegados dos siglos antes de tierras escandinavas y creadores del Ducado de Normandía, habían tomado Inglaterra, por asalto y esgrimiendo derechos dinásticos, en el siglo XI (batalla de Hastings, 1066), desplazando así del poder a los anglosajones.
Por mucho que los del Brexit se empeñen Gran Bretaña siempre fue y es tierra de mestizos. Por cierto que no hay nación en el mundo que no lo sea, mal que le pese al gobierno de Hungría, por poner un ejemplo de xenofobia rampante.
Por cierto, le dediqué mucho esfuerzo al quechua y, gracias a mis prácticas en Urcos, llegué a comunicarme medianamente bien. Curiosamente, las cintas magnetofónicas y los manuales del método eran obra de un estadounidense. Aún tengo mis libros y diccionarios.