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El mar junto a mí (Albert Camus)

10 marzo, 2013
Creciendo con el mar.Foto R.Puig

«Creciendo con el mar».Foto R.Puig

«El mar me precede y me sigue» 

Este año se cumplirán cien del nacimiento de Albert Camus en la Argelia francesa. Hace poco releía yo algunos ensayos suyos de los años cincuenta que rezuman amor a su tierra de origen, escritos en una prosa al borde de la poesía, en los que nos transmite sus vivencias del paisaje mediterráneo y de sus mitos. Entre ellos está el famoso Retour à Tipasa y el emocionante La mer au plus près. Journal de bord.

Del breve exordio de este último están sacados los fragmentos que aquí traduzco.

El mar de Tipasa evocado por Albert Camus.Fuente. httptipaza.typepad

El mar de Tipasa evocado por Albert Camus. Fuente. httptipaza.typepad

Creciendo con el mar mi pobreza ha sido fastuosa, luego he perdido el mar y todos los lujos me han parecido grises, la miseria intolerable. Desde entonces, espero. Aguardo que vuelvan las naves, la casa de aguas, el día límpido. Me lo tomo con calma, pongo mi mayor empeño en ser educado. Se me ve pasar por las hermosas calles de los sabios, admiro los paisajes, aplaudo como hacen todos, doy la mano, no soy yo el que habla. Se me alaba, sueño un poco. Se me ofende, apenas me sorprendo, después olvido y sonrío a quien me ultraja; o saludo con exceso de cortesía a quien me gusta. ¿Qué voy a hacer si tan sólo tengo memoria para una imagen? Finalmente me conminan a que diga quién soy. “Todavía nada, todavía nada…”

Es en los entierros donde me supero. Soy en verdad excelente. Marcho a paso lento por suburbios ornados de chatarra, me adentro por amplias alamedas, plantadas de árboles de cemento que terminan en agujeros de tierra fría. Allí, bajo la venda apenas enrojecida del cielo, observo como unos gallardos camaradas inhuman a mis amigos a tres metros de profundidad. La flor que una mano arcillosa me tiende en ese momento, si la lanzo, no falla jamás la fosa. Mi piedad es la precisa, la emoción exacta, inclinando la nuca como es debido. Admiran el acierto de mis palabras. Pero no tengo mérito: yo espero.

La respiracion de las aguas.Foto R.Puig

«La respiracion de las aguas».Foto R.Puig

Espero largo tiempo. A veces, tropiezo, pierdo apoyo, el éxito me escapa. Qué importa, entonces estoy solo. Así que me despierto de noche, y, medio dormido, me parece escuchar un ruido de olas, la respiración de las aguas. Desvelado del todo, reconozco el viento en los ramajes y el rumor desgraciado de la ciudad desierta. Después, debo poner todo mi esfuerzo en esconder mi desamparo o disfrazarlo a la moda.

Pozos de piedra y cemento.Foto R.Puig

«Pozos de piedra y acero». Foto R. Puig

Otras veces, al contrario, algo me ayuda. En Nueva York, hubo días en que, perdido, al fondo de esos pozos de piedra y acero por los que erran millones de hombres, yo corría de uno a otro, sin ver el fin, agotado, hasta que ya sólo me sostenía la masa humana que buscaba su salida. Entonces me ahogaba, mi pánico estaba por volverse grito. Pero, cada vez me llegaba la llamada lejana de un remolcador, para recordarme que esta ciudad, cisterna seca, era una isla, y que en la punta de la Battery el agua de mi bautismo me esperaba, negra y podrida, cubierta de corchos huecos.

El agua de mi bautismo me esperaba. Foto R.Puig.

«El agua de mi bautismo me esperaba». Foto R.Puig.

De este modo, yo, que nada poseo, que he dado mi fortuna, que acampo al margen de todas mis casas, sin embargo estoy satisfecho cuando lo quiero, aparejo a cualquier hora, el desaliento me ignora. No hay patria para el desesperado y , en cuanto a mí, yo sé que el mar me precede y me sigue, tengo una locura siempre pronta. Quienes se aman y están separados pueden vivir en el dolor, pero no es el desánimo: saben que el amor existe. Por eso sufro el exilio con los ojos secos. Todavía espero. Un día viene, al fin…

La impresion de vivir en alta mar. Foto R.Puig

«Esta ciudad, cisterna seca, era una isla». Foto R.Puig

Siempre he tenido la impresión de vivir en alta mar, amenazado, en el corazón de una felicidad real.

Albert Camus. “L’Été”, Paris, Gallimard, Les Essais LXVIII, 1954.  (traducción propia)

Estela de Camus en Tipasa. Blog Tipaza.typepad.fr

Estela de Camus en Tipasa. Blog Tipaza.typepad.fr

Fotos de Tipasa:

http://tipaza.typepad.fr/mon_weblog/

http://tipaza.typepad.fr/

5 comentarios leave one →
  1. Mercedes permalink
    13 marzo, 2013 09:59

    «Prosa al borde de la poesía», excelente definición. El texto, tu bella traducción, pone el corazón en un puño.
    Y ese título… el mar junto a mí…
    Bonito homenaje, Ramón.
    Un abrazo

    • 13 marzo, 2013 10:26

      Gracias Mercedes,

      La verdad es que tengo un débil por todo lo que se refiere al mar y por la obra de Albert Camus. Y aquí se juntan ambas preferencias.

      Un abrazo

      Ramón

  2. Rita susana sarubbi permalink
    15 enero, 2020 18:16

    Lo Más!!!

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