Pierre Henri de Valenciennes
Roma ha fascinado a muchos pintores. Entre ellos hay un francés que en el siglo XVIII pasó varios años en la ciudad y pintó sus cielos y sus alrededores, justo por la misma época en que Goethe viajaba por Italia. La mayoría de sus cuadros con paisajes de Italia están en el Louvre y no pocos, casi innacesibles en colecciones privadas, con la excepción de su obra más famosa (aunque para mí no la más cercana al gusto de hoy), «Capricho de Roma con el final de una maratón», de 1788 que está en el San Francisco Museum of Fine Arts.
Pero curiosamente no he logrado todavía encontrar un libro monográfico dedicada a Pierre Henri de Valenciennes (nota del día 20/11/2010: lo que ya está en proceso de subsanarse).
Capricho de Roma con el final de una maratón, 1788
El interés que puede despertar este artista en quien, como decíamos ayer, llega a Roma a la búsqueda de sus cielos, su luz, los edificios comunes y centenarios que pueblan la campiña del Lazio alrededor de Roma es que su obra sigue presentando una gran frescura, como si hubiera sido pintada en nuestro tiempo.
Granjas cerca de Villa Farnese, 1785
Vaquería y casas en la colina del Palatino, 1785
Y los cielos de Roma, claro está, siguen apareciendo sobre nosotros cada día, tal como los pintara Pierre Henri de Valenciennes, invitándonos a subir a sus colinas, a pasear por sus viali y a adentrarnos por la campiña romana.
Amanecer desde el Gianicolo, 1782-4 (National Gallery, London, Gere Collection)
Subir al Gianicolo es acercarse a la Academia de España y disfrutar de una de las vistas más recomendadas de Roma.
Hola Ramón,
normalmente daba una charla sobre la luz del natural en la pintura para ambientar mi primer ejercicio del curso. Las primeras vistas exteriores del natural que ponía eran las italianas de Corot. El año pasado incluí las nubes de Constable, aunque tengo dudas sobre ellas. Este año he incluido un apunte italiano de Valenciennes. Ya veo que lo estás pasando bien. Un abrazo,
M.
Miguel, hola y gracias, querido maestro,
No sé en qué estaría pensando hace diez años que no te respondí para darte las gracias por tu comentario y tus recuerdos. Ahora te escribo desde Suecia, donde en casa tengo colgados dos cuadros que pinté bajo tu docencia. Uno de ellos es el segundo 2×2 que pude hacer ya en segundo año, el de primer año lo tiene mi hijo en casa. Y también está a mi vista el ensayo de bodegón cubista.
Otros más de Altea, y los que pinté en Roma y los que seguí pintando en Suecia y en Benidoleig,están aquí y en mi atelier de Ondara. Mirando alguno de ellos recuerdo aún tus consejos
Ojalá pase pronto esta pandemia y pueda venir a saludarte en Altea.
Un abrazo
Ramón
como va ! Que bien ! Auguri desde mexico!