La ciudad de Gotemburgo (Göteborg) celebra sus cuatrocientos años (I)
No faltaron guerras y enfrentamientos durante casi dos siglos durante los cuales el Reino de Suecia trató de consolidar su presencia en la costa occidental de la península escandinava. Los hoy pacíficos daneses, noruegos y suecos estaban a la greña entre el siglo XV y el XVII, por no mencionar los conflictos de los siglos anteriores.
A continuación expongo las cuatro fases de urbanización que culminarán con el nacimiento de Gotemburgo en su actual emplazamiento. En apéndice incluyo al final un plano de elaboración propia y el detalle del mapa en el que me he basado.
I
En la orilla sur al este de la actual Gotemburgo lo primero que hubo desde mediados del siglo XIV fue una fortaleza que vigilaba la entrada desde el mar, el Älvsborgs slott, al amparo del cual había una población que luego se trasladaría a Nya Lödöse, ya que Älvsborg fue testigo de asaltos daneses y cruentas batallas. Hoy da nombre a una barriada portuaria al sudeste de la ciudad.
II
En el siglo XV los suecos fundan la ciudad de Nya Lödöse en la orilla del Río Göta, vía natural de acceso al Mar del Norte desde Estocolmo, por lagos navegables hasta el estuario del río que de ellos nace y se transforma luego en ancha ría. No pensaban que los daneses la iban a quemar y arrasar en 1563 y de nuevo en 1612.

III
A causa de la destrucción de esa primera población y de la larga historia de guerras contra los noruegos al norte de la desembocadura del río Göta y frente a los daneses por el sur de esa salida al mar, los suecos trataron de hacerse fuertes, primero creando otra ciudad más defendible en la isla de Hisingen a la que desplazaron a los habitantes de Nya Lödöse.

Ese primer emplazamiento estaba limitado en su expansión por dos moles rocosas: Stora Ramberget (87 metros) y Lilla Ramberget (49 metros). En sueco antiguo rám o ravn significa cuervo y Ramberget significa el monte del cuervo. Todavía hoy los cuervos anidan en estas rocas.
IV
El segundo y definitivo emplazamiento de Gotemburgo se ubicó en la margen izquierda y la ciudad, mucho más amplia, fue fortificada por ingenieros venidos desde los Países Bajos y Alemania.
La Carta fundacional fue otorgada a la ciudad por el rey Gustav Adolf II el 19 de marzo de 1619, con efectos a partir del 4 de Junio de 1621. Para entonces el Imperio Sueco había comenzado su historia con la recuperación de territorios al sur y al norte del río Göta a costa de los daneses y noruegos.

La exención de impuestos, el emplazamiento estratégico y fortificado, la excelencia de su puerto comercial y pesquero en la boca de la ría del Göta, sin olvidar la seguridad que otorgaba el poderío sueco en crecimiento (conquista del Bohusland hacia el norte frente a los noruegos y Halland al sur contra los daneses) atrajeron a comerciantes y artesanos venidos de Dundee (Escocia), Amsterdam (Países Bajos), Ausgburgo y Lübeck (Alemania), amén de otras procedencias, y naturalmente de los propios territorios de Suecia.

A finales del siglo la población rondaba ya los 10.000 vecinos, lo que era una cifra considerable para la época.

La arquitectura de Gotemburgo fue adquiriendo un notable empaque a finales del siglo XVII, de lo que es ejemplo este grabado del Dahlbergh impreso en 1716, en el que se puede apreciar la Puerta del Rey, hoy desaparecida a causa de las reformas del primer tercio del siglo XIX.
***
Cabe mencionar algunos aspectos sombríos (no exclusivos de Gotemburgo), como que hasta 1838 a los judíos se les prohibía entrar en Gotemburgo, como en otras ciudades y regiones, salvo previa conversión a la fe luterana (del Estado). No obstante pudieron empezar a instalarse en la vecina isla de Marstrand en 1779 y a aventurarse a vivir en la ciudad desde finales de ese siglo. En 1792, fecha en la que se obtuvo la concesión, las familias de judíos suecos que se dieron a conocer también por su contribución al progreso de la ciudad y el país, se hacían sepultar en el cementerio que se les autorizó a crear. Fue en 1870 cuando el Parlamento les concedió igualdad de derechos con la ciudadanía sueca.
Más duro fue el tratamiento de los gitanos. a quienes se denominaba zíngaros o tátaros. Hasta bien entrado el siglo XX se les prohibía pasar la noche en el recinto de las ciudades, además de otras medidas eugenésicas y humillantes (****). Hoy en día esto se ha investigado y enmendado, e incluso en el Museo de la Ciudad se reconoce la historia de esas medidas discriminatorias.
Colofón
El próximo 4 de junio se celebrará el jubileo de los 400 años de la ciudad, con dos años de retraso debido a que la fecha exacta en 2021 coincidió con la reciente pandemia.
Así pues, con la imagen de unas chicas de origen alemán muy bien vestidas, que vivieron en aquellos años fundacionales de Gotemburgo, doy por finalizado este capítulo (***)

Continuará…
Notas:
(*) Göteborgs 400. Stadens Historia i bilder, Editor Kristian Wedel, Bokförlaget Max Ström, printed in Lettland 2022.
(**) Svecia Antiqua et Hodierna, 1661, tres volúmenes.
(***) Exposición dedicada a los 400 años transcurridos desde el nacimiento de Gotemburgo (Göteborgs Födelse), abierta desde 2017 en el Museo de la Ciudad. Las imágenes que cito de esa exposición las he tomado con mi habitual pequeña cámara digital de bolsillo.
(****) The Dark Unknown History White Paper on Abuses and Rights Violations Against Roma in the 20th Century. Ministry of Culture, Stockholm, 2015.
Apéndice
Las cuatro ubicaciones (I a IV) de las que hemos hablado

Como aprecio tu historia breve y precisa de Gotenburgo y tu mapa me ayudó a valorar el valor estratégico de esta rio Gotä que drena al lago y pareciera no congelarse como en los demás lugares los sitios más posibles en la antigüedad, imagino su corriente sempiterna que facilitó la entrada de navegantes y la ocupación estratégica de la península. Interesante encontrarme ahí a judíos, y gitanos Jenízaros y tártaros. Agradecido siempre.
La ría se congelaba a veces hace años, lo que no impidió que los enormes astilleros de Gotemburgo construyesen gigantescos paquebotes durante décadas en el siglo XX. Hace ya algunos decenios se cerraron y el último dique seco lo compraron los franceses para el puerto de Dunkerke, y allá se fue ese ingenio flotante, navegando hasta la entrada del Canal de la Mancha. Aquí aún subsisten las inmensas grúas de aquellos astilleros, conservadas como monumentos de la historia industrial de la ciudad.
La verdad es que hoy hablamos mucho de globalización, pero ya existía hace siglos. Gracias a ti Guillermo.