Breverías erasmianas (XL): «Non est dithyrambus, si bibat aquam» (No hay poema, si el poeta bebe agua)

Movet phantasias. Foto R.Puig
Es sabido que Erasmo no desdeñaba el buen vino, que para él fue principalmente el de Borgoña, del que solía hacerse aprovisionar. En una de sus cartas se queja de que el barrilito venía agriado.
Pero decir que era un borrachín, como afirma alguno que ha querido hacerse fama de estudioso, recopilando en un farragoso volumen (sobre todo a partir del epistolario) los defectos y pasiones del humanista, es simplemente fruto de la fantasía de quien no ha comprendido su ingente obra y estudiado su vida y su época. Precisamente fue Erasmo mismo quien quiso que se publicase su epistolario completo, sin eliminar sus gustos, fobias, manías y temperamento.
Por otra parte suelen algunos puritanos retrospectivos interesarse más por los lunares y vicios en la biografía de escritores y artistas que en la obra por la que han sido reconocidos. Pero esto sería materia de otra crónica, ahora volvamos al adagio.
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«Non est dithyrambus, si bibat aquam»
No hay ditirambo, si lo que él bebe es agua
Adagio IV, iii, 57
‘Οὐκ ἔστι διθύραμβος ἅν ὕδωρ πίνη’ significa que no hay ditirambo, si lo que él bebe es agua. No hay buen humor, si falta el vino ; la inspiración de los poetas languidece, si el vino no la caldea.
Haud dithyrambus est, aquam si potitet. Non adest hilaritas, cum deest vinum ; languet poetarum ingenium, ni vino concalescat.
Como de costumbre, Erasmo cita a varios autores clásicos, comenzando por Horacio:
‘Con elogios ensalza al vino el vinoso Homero’
(Laudibus arguitur vini vinosus Homerus)
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‘El mismo padre Ennio jamás producía una epopeya sin estar ebrio’
(…numquam nisi potus ad arma prosiliit dicenda).
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‘Ni viven ni gustan largo tiempo los poemas que son escritos por bebedores de agua’
(Nulla placere diu nec vivere carmina possunt quae scribuntur aquae potoribus)
Epístolas, 1.19.6, 7-8 y 2-3
Sigue con Plutarco :
De hecho, como cuenta Plutarco en sus “Charlas de sobremesa”, Esquilo bebía mientras componía sus tragedias. Porque el calor del vino estimula la inventiva (que a veces languidece en los abstemios), impulsa la imaginación, añade ímpetu, da confianza.
(… Aeschylus tragoedias suas potando scripsit. Excitat enim vini calor inveniendi vim, quae torpet nonnumquam in jejunis, movet phantasias, addit impetus, subministrat fiduciam…)
Plutarco añade que Gorgias se equivocaba al atribuir la tragedia a Marte, cuando es a Baco a quien debe ser adscrita. Los ditirambos se cantaban en honor de Baco, que se llamaba a sí mismo “Ditirambo”…
Moralia 715 E, «Charlas de sobremesa»
Como pueden ver, lo de atribuir al alcohol virtudes de inspiración literaria viene de antiguo. Pero lo que nunca había yo pensado es que, como afirma Horacio, quienes sólo beben agua sean peores poetas. Queda abierto el debate.
Por su parte Baudelaire (para nada sospechoso de beber sólo agua) veía en el vino, no como vicio sino como compañía amiga, la reserva de esperanza, juventud y orgullo del poeta piadoso :
Le vin du solitaire
Le regard singulier d’une femme galanteQui se glisse vers nous comme le rayon blancQue la lune onduleuse envoie au lac tremblant,Quand elle y veut baigner sa beauté nonchalante ;.Le dernier sac d’écus dans les doigts d’un joueur ;Un baiser libertin de la maigre Adeline ;Les sons d’une musique énervante et câline,Semblable au cri lointain de l’humaine douleur,.Tout cela ne vaut pas, ô bouteille profonde,Les baumes pénétrants que ta panse fécondeGarde au coeur altéré du poète pieux ;.Tu lui verses l’espoir, la jeunesse et la vie,– Et l’orgueil, ce trésor de toute gueuserie,Qui nous rend triomphants et semblables aux Dieux !Charles Baudelaire, «Les fleurs du mal. Le vin», 126
Ô bouteille profonde. Foto R.Puig
El vino del solitario
La singular mirada de una mujer galante
Descendiendo a nosotros como el rayo blanco
Que la luna ondulante envía al tembloroso lago,
Cuando ahí quiere bañar su hermosura indolente;
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Los últimos escudos entre los dedos de un jugador;
Un beso libertino de la flaca Adelina;
Los sones de una música enervante y mimosa,
Semejante al grito lejano del humano dolor,
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Todo eso no vale, oh botella profunda,
Los penetrantes bálsamos que tu vientre fecundo
Le guarda al corazón turbado del poeta piadoso;
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Tú viertes para él esperanza, juventud y vida,
-¡Y el orgullo, ese tesoro de todos los mendigos,
Que nos vuelve triunfantes y similares a los Dioses!
(traducción propia)
El texto latino procede de Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, pág. 2113. La traducción es mía.
Tengo una cabeza debilucha para el alcohol, incluso con vino que es el único licor que soporto y hasta me agrada puedo hacer todo menos escribir poemas….(felizmente soy sólo un buen aficionado).
Eso va por temporadas, Bernardo, a veces un pequeño güisqui es mejor que demasiado tintorro. Pero en tiempos de Horacio la oferta era más limitada y no digamos en época de Homero. Sospecho que Neruda por ejemplo confirmaba lo que el poeta latino opinaba en sus carta,