Breverías erasmianas (XXXVI): «Usque ad aras amicus» (Amigo hasta el ara del altar)

Amanecer en Marte. Foto NASA
Volvemos a los adagios que Erasmo de Rotterdam comentó en su extensa obra Adagia collectanea, que comenzó a publicar en el año 1500 y amplió en sucesivas ediciones durante toda su vida. Son «proverbios de sabiduría antigua» que en su mayorías siguen encerrando lecciones para nuestro tiempo.
En el caso del que traemos hoy aquí, el exordio de sus comentario nos recuerda que no es su propósito recoger en la colección todo tipo de apotegmas, pues sólo selecciona los que responden a las características de los proverbios. Otro aspecto importante es que el adagio haya sido usado o comentado por eminentes autores («a magnis celebratum auctoribus»).
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«Usque ad aras amicus»
La amistad acaba en el ara del altar
Adagio III, ii, 10
Eso respondió Pericles a uno de sus amigos que le pidió su apoyo cuando fue imputado por falsedad…
«Es mi deber servir a mis amigos, pero sólo hasta el altar»
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Responsum est autem a Pericle, quem cum amicus quispiam rogaret, ut in causam quadam sua gratia falsum dejeraret…
«Oportet me commodare amicis, sed usque ad aras»
Como recuerda Erasmo, este adagio se entiende por la antigua costumbre de jurar poniendo la mano sobre el altar :
Olim jurantes aram manu contingebant
En el comentario remite a las fuentes clásicas en las cuales se utiliza este proverbio en tal sentido. Por ejemplo en el ensayo de Plutarco (Obras morales) sobre «La falsa vergüenza».
El mensaje del adagio es que a veces cuando queremos ponernos de parte de un amigo respondiendo a sus deseos, puede que nos parezca correcto alejarnos un poco del camino recto, pero sólo a condición de que no violemos el respeto que todo ser humano debe a la Deidad.
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…ne propter hominem amicum numinis reverentiam violemus.
(…)
En todo caso, hasta qué punto es posible por un amigo divergir de lo que es recto y cuándo hay que pararse lo discute por extenso y sabiamente Aulo Gelio en sus «Noches áticas¨(I, 3).
Notas
El Numen o la Deidad en una sociedad secularizada pienso que se puede interpretar como la fuente común de la Ética que de un modo u otro compartimos. En este caso, significaría que hay un límite a las obligaciones de la amistad, por ejemplo cuando un amigo o correligionario (también en sentido político) espera que le respaldemos cuando miente o incurre en falsedades.
El texto latino procede de Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, pag.1551. La traducción es mía.
Imposible no mencionar a tántos personajes de la política y la cultura que un dia juraron que estudiaron y obtuvieron un merecido reconocimiento de sus esfuerzos…¡una farsa que para los académicos destruye el mejor valor de la persona tal como son nuestras tradiciones grecolatinas! Enrique Brice…Pedro Sánchez,,,Acuña…
Veo que te suena la canción, Bernardo. Nos vemos en febrero. Un fuerte abrazo.