Del frío y los cisnes

Hace ya días que la nieve se adueñó de Gotemburgo. Caminamos con prudencia, aunque sin recurrir a las sobresuelas con clavos. La nieve seca es mejor que el hielo. En general el vecino de esta ciudad celebra que el invierno siga siendo el invierno, es decir que no falten unas cuantas semanas con las calles, los canales y los parques cubiertos de blanco…
NOTA: a este punto, por causas que ignoro, pero con el temor de que esta entrada haya sufrido un hackeo, he descubierto a 15 de abril del 2021 que lo que seguía ha desaparecido. Los textos, incluidas poesías de Baudelaire y Victor Hugo, con mi traducción, se han esfumado.
Se conserva un comentario de un seguidor habitual (Bernardo Regal) y mi respuesta de entonces.
Todo lo que sigue son las fotos que he repuesto a partir de mis archivos. Intentaré recuperarlo el resto.
Nieve y cisnes, una linda manera de comprender la sencilla magia de Gotemburgo.
Gracias Bernardo, hay magias sencillas, tú lo has dicho. Basta, como bien muestras en tus poemas, con pasearse con la mirada relajada y abierta.