Senderos de los Midlands (1)

El domingo pasado prometí compartir algunas imágenes y detalles de mi reciente asendereada semana en las tierras medias británicas, es decir en la región de los Midlands de Inglaterra. Lo de asendereado lo digo contraviniendo a la Real Academia de la Lengua Española, que a este adjetivo le atribuye un sentido fatigoso y penoso; si bien, al verbo asenderear el primer significado que le asigna es el de «hacer o abrir sendas o senderos». No obstante, los siguientes sentidos son todos poco recomendables.
Dejémoslo pues en que «hacíamos senderos» y que de ellos les iré hablando. Pero, antes, he pensado en estos días en los millones de británicos que andaban muy asendereados por las colas que afectaban a los viajeros «no comunitarios» en los aeropuertos españoles y europeos. Teniendo en cuenta que el 52 % de los votantes británicos se pronunciaron por «el Brexit» me pregunto cuántos de ellos al ver las lentas filas que les toca sufrir este verano pensarán si mereció la pena.
Lo siento por los que votaron por seguir en la Unión Europea y ahora «pagan justos por pecadores». De este asendereado asunto de las colas extracomunitarias he sido reciente testigo.
La otra cosa sobre la que he reflexionado es sobre por qué, teniendo sitios tan estupendos, verdes y frescos en Inglaterra, optan por apelotonarse para venir a freírse bajo el sol de Benidorm en España.
Pero esta cuestión la dejaremos para otro día.
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Primer día de excursión
El primer día hicimos senderos por las llamadas Roaches o peñascos del Parque Nacional del Peak District en el condado de Staffordshire.


Fue un largo paseo subiendo y bajando, y subiendo de nuevo, a dos agrestes promontorios rocosos.
El que aquí vemos fue el primero…

Desde su cima se divisa un amplísimo panorama de 360 grados.








Animados por la hermosa subida al primer promontorio, descendemos hacia la vaguada para acometer la segunda ascensión, donde nos esperan paredes rocosas a las que se encaraman los escaladores, los habituados y los aprendices.




Y, ya de vuelta, contorneando los roquedales, de este pico…

llegamos a un cottage donación de Audrey la viuda de Don Whillans, un renombrado escalador inglés. En su memoria este lugar de encuentro de escaladores y escuela de escalada se llama…

Es un lugar con mucha historia, gestionado por el British Mountaineering Council. Basta con mirar a su alrededor para constatar que aquí la afición a la escalada se cultiva.
Añorando los años jóvenes en que subía cumbres y glaciares empuñando el piolet, y en cordada con los amigos, me despido por hoy.
Sin olvidar que tendré que explicar qué hacen las alpacas andinas por estas colinas inglesas

El próximo domingo más…
Me llevo hacía donde no podré ir, bella crónica visual, acá es otro mundo y se practica más el montañismo.
¡Ojalá pudiese ir yo por esas tierras de la Marsella colombiana!
Por cierto, durante mis años en el Perú, fundé un club de andinismo con mis alumnos del colegio de Arequipa en que enseñé en 1969 y 1970. Había hecho alpinismo en Italia, subí grandes cerros con el club andinista del Cusco y luego traté de fomentar la afición entre mis estudiantes arequipeños. Mi máxima altura alcanzada: el volcán Misti (6.150 metros).
Hoy en día mis piernas se contentan con subidas menos osadas.