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El «muro de dalias» en Gotemburgo

5 septiembre, 2021
Botánico de Gotemburgo. La náyade. Foto R. Puig

Como cada año, por agosto o principios de setiembre me acerco al Jardín Botánico de Gotemburgo para ver las dalias.

Ya hemos hablado aquí del origen precolombino de las dos primeras especies de dalias que se conocen, de su identificación por Francisco Hernández (1514-1517) autor de la “Historia de las Plantas de la Nueva España” y médico de Felipe II, de su cultivo y su multiplicación en el Jardín Botánico de la Nueva España, de su envío en el siglo XVIII al Botánico de Madrid, donde se produjeron muchas de las variedades que conocemos hoy y se le dio a la especie el nombre de dalia en honor del botanista sueco Anders Dahl, de su expansión por Europa desde Madrid y, finalmente, de su proclamación como la Flor Nacional de México en 1963. (*)

Pero a lo que voy este domingo es simplemente a destacar algo más sobre este lujo de las dalias. Así que, franqueada la entrada del Botánico de Gotemburgo, el pasado 30 de agosto y tras saludar a su náyade en este año en que se celebra el cuarto centenario de la ciudad (1621-2021)

Dejando de lado otras cosas notables que quizás otro día cuente, voy directamente a contemplar el muro de las dalias

Botanico de Gotemburgo. El muro de las dalias. Foto R. Puig

Como imágenes valen más que palabras, les voy a presentar una sucesión de dalias de ese muro que en cada mes de agosto agrupa más de cien variedades de las 35 especies conocidas. Pienso que disfrutar de su vista, vale más que todas las disquisiciones clasificatorias, que podrían colocarse aquí si comenzase a reproducir los términos latinos que al pie de cada variedad presenta el Botánico en su correspondiente cartela.

No obstante que los expertos no se desanimen, pues podrán enviar su comentario, erudito o de cualquier otro estilo (¿por qué no un poema?), sobre cada una de las dalias que aquí traigo, con sólo referirse al número que hay en el pie de cada foto.

Y si quieren pueden votar por su preferida…

Desfile de bellezas

Dalia 1. Foto R.Puig

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Dalia 2. Foto R. Puig

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Dalia 3 Foto R.Puig

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Dalia 4. Foto R.Puig

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Dalia 5. Foto R.Puig

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Dalia 6. Foto R.Puig

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Dalia 7. Foto R.Puig

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Dalia 8. Foto R.Puig

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Dalia 9. Foto R.Puig

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Dalia 10. Foto R.Puig

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Dalia 11. Foto R.Puig
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Dalia 12. Foto R.Puig

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Dalia 13. Foto R.Puig

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Dalia 14. Foto R.Puig

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Dalia 15. Foto R.Puig

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Dalia 16. Foto R.Puig

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Dalia 17. Foto R.Puig
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Dalia 18. Foto R.Puig
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Dalia 19. Foto R.Puig

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Dalia 20. Foto R.Puig

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Dalia 21. Foto R.Puig
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Dalia 22. Foto R.Puig
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Dalia 23. Foto R.Puig

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Dalia 23 detalle. Foto R.Puig
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Dalia 24. Foto R.Puig
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Dalia 25. Foto R.Puig

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Complementos

Un pequeño homenaje a los insectos libadores que tan importantes son para la conservación de las especies vegetales.

Dalia y abeja. Foto R.Puig

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Dalia y abeja. Foto R.Puig

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Dalia 26 con abejorros. Foto R. Puig

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Un testimonio del sic transit gloria mundi

Dalia 27 agostándose. Foto R.Puig

Del reino animal

Imágenes de otros reinos de la naturaleza captadas en este extraordinario jardín…

Lepidópteros

Mariposa en el Botánico. Foto R .Puig

Aves

El jilguero y la aceituna. Foto R. Puig.
El jilguero a por la aceituna. Foto R. Puig.
El jilguero se come mi aceituna. Foto R.Puig
La urraca que se quedó sin aceituna. Foto R .Puig

Homo sapiens otiosus

Botánico de Gotemburgo. Lector desprevenido. Foto R. Puig

Homo sapiens operarius

Botánico de Gotemburgo. Trabajadores renovando el parque. Foto R. Puig.

(*) Notas:

La historia de la dalia cuenta con un artículo muy extenso en la wikipedia.

Sobre la historia del Jardín Botánico de la Nueva España y el desarrollo de la Botánica en México durante la época del Virreinato hay un artículo documentado con bibliografía de Graciela Zamudio de la Facultad de Ciencias de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México): Zamudio Valera, Graciela. (2002). El Real Jardín Botánico del Palacio Virreinal de la Nueva EspañaCiencias 68, octubre-diciembre, 22-27, al que se puede acceder en línea.

A este respecto la “Historia de las Plantas de la Nueva España” de Francisco Hernández (1514-1517) es de gran interés y lo que ha llegado hasta nosotros de aquella obra puede consultarse en la biblioteca digital mundial

En Jardines Botánicos de México: historia y perspectiva, Andrew P. Vovides, Edelmira Linares, Robert Bye y un largo número de autores y colaboradores, publicado por la Secretaría de Educación de Veracruz (2010), se dan algunos datos (El jardín botánico del Palacio Nacional: un modelo europeo en tierras americanas pp. 69-74 ) sobre el primer Jardín Botánico de México y su abandono tras la independencia. La visión oficialista del trabajo sobre la labor de los botanistas españoles durante el Virreinato es a mi modo de ver algo sesgada en sus juicios sobre los pioneros de la Botánica en México antes de la independencia. En todo caso, sirve de guía para visitar los jardines botánicos actualmente existentes en México y conocer lo que los cronistas españoles (incluso Hernán Cortés en sus «Cartas de Relación») narraron con admiración sobre el cultivo de las plantas en los palacios y mansiones de los nobles de las culturas precolombinas mexicanas (pp. 61-68). Sin aquellos cronistas no sabríamos nada de las características del cultivo de las plantas medicinales y ornamentales en las culturas precolombinas.

En este trabajo puede leerse por ejemplo lo siguiente:

«Hernán Cortés, en sus Cartas de Relación (1979), registra sus primeras impresiones sobre México (1519 y 1526) de la siguiente manera: Tendrá esta ciudad de lztapalapa doce o quince mil vecinos […] Tiene en muchos cuartos altos y bajos jardines muy frescos, de muchos árboles y flores olorosos; asimismo albercas de agua dulce, muy bien labradas, con sus escaleras hasta lo fondo. Tiene una muy grande huerta junto a la casa, y sobre ella un mirador de muy hermosos corredores y salas, y dentro de la huerta una muy grande alberca de agua dulce, muy cuadrada, y las paredes de gentil cantería, e alrededor un andén de muy buen suelo ladrillado, tan ancho, que pueden ir por él cuatro paseándose, y tiene de cuadra cuatro cientos pasos, que son en torno mil y seiscientos. De la otra parte del andén, hacia la pared de la huerta, va todo labrado de cañas con unas verjas, y detrás della todo de arboladas y yerbas olorosas, y dentro de la alberca hay mucho pescado, y muchas aves, así como lavancos y cerectas y otros géneros de aves de agua; y tantas, que muchas veces casi cubren el aguas». (pp.63-64)

y

Cervantes de Salazar, quien llegó a México en 1551, escribió sobre Moctezuma Xocoyotzin y sus jardines en La Crónica de la Conquista de Nueva España (1564 y 1566): Tenía este gran Rey, allende de las casas que he dicho, otras muchas de placer con espaciosos y grandes jardines con sus calles hechas por el paseo é regadío. Eran los jardines de solas hierbas, medicinales y olorosas, de flores, de rosas, de árboles de olor que eran muchos. Mandaba á sus médicos hiciesen experiencias de aquellas hierbas y curasen á los caballeros, de su Corte con las que tuviesen más conocidas y experimentadas. Daban a los jardines gran contento a los que entraban en ellos, por la variedad de flores y rosas que tenían y por la fragancia y buen olor que de sí echaban, especialmente por la mañana y á la tarde. Era de ver el artificio y delicadeza con que estavan hechos ni personajes de hojas y flores, asientos, capillas y otras cosas que adornaban por extremo aquel lugar” (pp.64-65).

En cuanto a la Dalia, tras hablar de la labor botánica en otras partes del mundo, reconoce que:

«En 1789, Vicente Cervantes embarcó desde México semillas de 3 especies de Dahlia que crecían en el Valle de México; éstas fueron cultivadas con éxito en el Real Jardín Botánico de Madrid, donde fueron descritas en 1791 por Antonio José Cavanilles como D. pinnata, y en 1796 como D. coccinea y D. rosea. Vicente Cervantes también estableció un jb en 1788 con finalidades de identificar y clasificar los vegetales, y de apoyar una cátedra de botánica (Linares, 1994). Entre 1796 y 1804, las plantas (y sus híbridos) se distribuyeron a jardines de lugares como Montpellier (Francia), Berlín (Alemania), San Petersburgo (Rusia) y Kensington (Inglaterra). Los primeros intentos de selección y cruzamiento para obtener flores dobles se hicieron entre 1804 y 1814. También Humboldt y Bonpland enviaron semillas de sus exploraciones en México. A pesar de la amplia gama de cultivo, de tipos de flores enanas, anémonas, pompones, fancy, cactus, collerettes y peonías, entre otros, desde 1929 hasta el presente sólo 4 de las 30 especies de Dahlia han entrado al intercambio hortícola (Bailey y Bailey, 1976), lo cual nos sugiere que el germoplasma nativo no ha sido aprovechado de forma suficiente desde el periodo colonial español» (pp. 57-58).

etc.

Esta obra ofrece también un resumen interesante de la historia de los jardines botánicos en el mundo (pp.48-60) se puede consultar en línea en pdf.

6 comentarios leave one →
  1. Marie permalink
    5 septiembre, 2021 10:31

    Mi Dalia preferida es la 16
    Marie

  2. Eva permalink
    5 septiembre, 2021 21:19

    Que disfrute para la vista Ramón.. por cierto, felicidades con retraso 😉

  3. 7 septiembre, 2021 04:56

    Las dalias 4,11 y 25 me han parecido las menos ‘dalias’ de firma convencional y más bien margaritas o estrellas. ‘dalia’ es una palabra que me recuerda mi educación desde primaria hasta terminar el colegio. Un amigo de toda la vida vivía en la calle Dalias cerca de la Virgen de Fátima. Hacía unas caricaturas excelentes y tocaba el piano de oído como yo. Tocábamos juntos tipos de foxs y buguibugui horas de horas en el piano del salón de los congregantes marianos. Cuando salí de la orden me encontré una mañana en la plaza principal de Miraflores. Le conté que no tenía trabajo y me invitó a ser su asistente en el programa de Ciencias administrativas de la universidad de Lima. Acepté y estuve treinta y cinco años hasta mi jubilación. Las «Dalias 252» a un paso de Fátima son palabras densas, profundas, recuerdos realmente valiosos.

    • 7 septiembre, 2021 11:58

      Gracias, Bernardo. El Jardín Botánico de Gotemburgo lleva muchos años ampliando y estudiando sus dalias, todas ellas identificadas con sus nombres latinos por un equipo de botánicos profesionales. Curiosamente el nombre de dalia le fue dada a la flor por un botánico español en honor de un discípulo de Linneo. ¡Ya existía pues hace siglos la «Unión Europea de Botánicos Europeos»!
      Déjame que me aclare : ¿Dalias, 252 es una dirección de Miraflores en Lima? 🙂

      • 7 septiembre, 2021 17:26

        Clarinete!!!!!!Era la casa de mi amigo Carlos Ramírez-Alzamora. Su hermano Claudio fue también músico de oído pero un extraordinario y genial pianista y organista. Ambos murieron prematuramente. Vivían en la calle Dalias 252. Cualquier exalumno de los 50, 60’…de seguro se acuerda de Claudio en el órgano eléctrico en las misas diarias de los jesuítas y dirigiendo a los músicos contratados para las zarzuelas

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