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Por la sabana africana… en Suecia

27 mayo, 2018
Buscando la sombrita. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Buscando la sombrita. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Cuando era pequeño, en Madrid, los leones que veíamos en la Casa de Fieras del Parque del Retiro vivían detrás de unas rejas en unos cubículos exiguos, separados del público por un foso. Después se ha progresado y los parques zoológicos modernos son extensos espacios abiertos que reproducen sus ambientes originarios, aunque en su gran mayoría los animales han nacido en cautividad, como es el caso del Djurpark de Borås, el más grande de Suecia. Si se les soltase en el mundo de dónde proceden puede que durasen muy poco. Por de pronto, a los rinocerontes quizás les arrancasen los cuernos y con ellos la vida.

Fortaleza. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Fortaleza. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Los rifirrafes de patio de colegio que mantienen los rinos del zoológico no parece que acaben en tragedia. Será que de alguna forma tienen que entretenerse. Dos de ellos se retaban resoplando como toros bravos y levantaban polvo con sus pezuñas como si se amenazasen con una inminente embestida.

No muy bien avenidos.. Zoo de Borås. Foto R.Puig

No muy bien avenidos. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Pero ¿qué hacía yo en un día de calor veraniego por los senderos arbolados de ese enorme parque, caminando alrededor de la «sabana africana», despertando la curiosidad de los mandriles, ante la indiferencia de unos tigres dormilones y asistiendo al desayuno de las jirafas?

El almuerzo de la jirafa. Zoo de Borås.Foto R.Puig

El almuerzo de la jirafa. Zoo de Borås.Foto R.Puig

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De Eritrea a Suecia

Esta visita mágica se la debo a un matrimonio amigo con dos niños pequeños. Él no se ha examinado aún del permiso de conducir. Como el martes pasado tenía día libre (suele trabajar también los fines de semana) y se anunciaba un tiempo esplendoroso, me ofrecí a conducirles al zoológico.

Ambos llegaron de Eritrea hace unos años y se conocieron y se casaron en Suecia. Escaparon como muchos otros compatriotas de esas fieras humanas que gobiernan el país. Ella lo consiguió al segundo intento, pues fracasó al primero y estuvo una temporada en la cárcel. Él algo más tarde. ¿Itinerario? El habitual: los traficantes de seres humanos por los desiertos de Sudán y Libia, las pateras hasta el sur de Italia y la travesía de la península hacia el norte evitando que te atrapen y, con la ayuda de otros eritreos en Suiza o Alemania, llegar al país de Europa que (en proporción a su población) más refugiados acoge, Suecia. Coincidí con quien es ahora mi amigo en los cursos de sueco para residentes extranjeros. Desde que nació su primer hijo, somos también amigas ambas familias.

Ellos piensan que aún quedan leones en Eritrea aunque nunca se hayan encontrado con uno. Sí que han visto gacelas y antílopes, así como otros animales que fuimos encontrando en la visita.

Tucán. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Tucán. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Zoo de Borås. Foto R.Puig

Zoo de Borås. Foto R.Puig

Y se supone que aún queda algún elefante.

Elefantes acicalándose. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Elefantes acicalándose. Zoo de Borås. Foto R.Puig

En Borås nos explicó un inspector del parque que la que manda en la manada es la abuela

Elefantes africanos. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Elefantes africanos. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Aquí la vemos tomando su aperitivo de hierbas

Un bocadito de hierba.  Zoo de Borås. Foto R.Puig.JPG

 

En este enorme espacio, conviven diversos protagonistas de la fauna de las sabanas africanas

Búfalos. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Búfalos. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Calma chicha. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Calma chicha. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Calma chicha. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Elefantitos de nacionalidad sueca. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Haciendo las paces. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Haciendo las paces. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Me he referido a los tigres que dormían al abrigo de unas rocas, bajo una sombra, e inalcanzables para mi cámara. No así los leones, que nos observaban displicentes desde su amplio reducto.

Sesteando. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Sesteando. Zoo de Borås. Foto R.Puig

Por hoy nos detenemos aquí, aunque en la próxima entrega trataremos de unos animales que desde su aura mítica y romántica siguen suscitando transposiciones simbólicas actuales y analogías sesgadas.

Nos despedimos con algo que no puede faltar en un sitio así, sobre todo pensando en los niños pequeños…. y grandes, como aún lo es un servidor.

In memoriam. Zoo de Borås. Foto R.Puig

In memoriam. Zoo de Borås. Foto R.Puig

 

3 comentarios leave one →
  1. José Fernández de Villalta permalink
    27 mayo, 2018 17:45

    Gracias por compartir tu experiencia animal de tratar a tus amigos y
    Vuestra experiencia humana con los animales
    Un abrazo a todos humanos y Animales

  2. 27 mayo, 2018 23:45

    Gracias Jose por tu interés en este blog de dilettante.
    Un abrazo
    Ramón

  3. Bernardo Regal Alberti permalink
    30 mayo, 2018 20:31

    Creo que escribí comentando que eran un lujo los zoo de Suecia!!!!!!(y creo que la selección peruana jugará dentro de unos días un amistoso con la de Suecia…!!!)

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