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Breverías erasmianas (XIII): «In aqua scribis»

29 diciembre, 2013
Emil Nolde. Barca en el lago. Acuarela. Nolde Stiftung Seebüll

Emil Nolde. Barca en el lago. Acuarela. Nolde Stiftung Seebüll

Para María

Por la San Silvestre todos filósofos, como en un funeral, el del año que acaba.  En los entierros todo el mundo suele esforzarse por decir algo profundo.  Pero si a los pocos días se ha de bautizar al retoño del muerto ¿quién no se revela sentencioso?

No obstante,  los vapores de la Navidad me han dejado fuera del combate metafísico. De modo que para cubrir mis carencias recurro de nuevo a los Adagios de Erasmo. Puede que sus proverbios operen como la yesca y saquen de mi cerebro alguna chispa.  Por otro lado, el adagio 356 transpira ese aire de escepticismo que requieren los tiempos. Aunque, ¿los hubo que no lo demandasen?

Escribes en el agua

(Adagio I iv 56)

La glosa se inicia con tres citas:

«Escribes en agua» es como decir que estás malgastando tu tiempo.

Lo expresa Luciano en “El tirano”:

«¿Acaso bromeas, Caronte? ¿No estarás, como se suele decir, escribiendo en el agua, al esperar de Micyllus algún óbolo?»

Platón, en el “Fedro”:

«¿No es así que al dedicarse a escribir estas cosas, con el cálamo siembra en agua negra?»

Algo parecido dice un verso de las “sentencias griegas”:

«El juramento de los perversos está inscrito en agua»

Como es fácil comprobar, las fuentes del adagio lo interpretan como una invitación a la desconfiar de promesas y de afirmaciones que parecen honestas y sesudas, pero, sobre todo, a no dar fe a las promesas de ciertos malvados (hominum improborum), pues, desde el mismo momento en que se formulan, ya se han disuelto en agua. Quien da crédito a las palabras de los hombres malvados, es como quien sembrase en las aguas del mar, como también comenta Erasmo en otro adagio, el 353: In aqua sementem facis.

In aqua scribis. Foto R.Puig.

In aqua scribis. Foto R.Puig.

Como en un torrente

La semana ha estado pasada por agua. Quizás por eso he traído a colación este adagio en vísperas de fin de año. Puede que por eso me pregunte qué dirían Platón o Menandro, dos de los citados en la glosa de Erasmo, si se les viniesen encima los millones de tuits que bogan por las ciberaguas y que, tan pronto como se han escrito, ya se están evaporando, ya son nube. ¿Qué pensarían de los innumerables blogueros que escribimos como atados al banco de una galera?

Esto de escribir en la Red se parece bastante a escribir en agua. Aunque lo hagamos como en un remanso, en la tranquilidad de la mañana o en el silencio de la noche, en realidad, nuestros mensajes no son barquitos de papel en un agua tranquila. Los estamos lanzando a una corriente que los arrastra. El mar de internet se está convirtiendo en una especie de metáfora de la vida. Como aquellos ríos que cantó Jorge Manrique, nuestros escritos, como signos en el agua, se irán más tarde o más temprano hacia la nada. A no ser que la web sea una red de pesca y nuestras palabras sean peces que lectores insomnes atraparán y cocinarán a su manera.

De todos modos, si el poeta se consolaba cantando a la memoria de su padre, a nosotros nos anima pensar que nuestros modestos pensamientos y nuestras imágenes, antes de disolverse, refrescarán quizás a quienes, por unos instantes, presten su atención a estas crónicas efímeras.

Remanso. Tecnica mixta.. R.Puig 2009

Remanso. Técnica mixta.Detalle. R.Puig 2009

El género del adagio

Cuando parece que la breve glosa está por terminar, Erasmo cita otra línea de interpretación de esta sentencia, aunque estima que corrompe (depravat) su sentido. Se trata de un sesgo que hoy se consideraría sexista. No en vano los proverbios como lo refranes tienen a menudo un matiz de género.

A ello apunta una advertencia de Catulo en sus poemas de amor:

Lo que una mujer diga al amante enardecido

En viento ha de escribirse y en agua impetuosa

Mulier cupido quod dicit amanti,

In vento  et rapida scribere oportet aqua

Fuente: Les Adages d’Érasme, Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, pp 371-373

Puestos a favorecer la paridad, podríamos formularlo también del siguiente modo:

Vir cupida quod dicit amanti

In vento et rápida scribere oportet aqua

o sea:

Lo que un varón diga a su amante enardecida

En viento ha de escribirse y en agua impetuosa

Pero no enmendemos la plana al poeta latino. Al fin y al cabo, Catulo no sabía que ya entonces estaba escribiendo para internet. Además, tendríamos que expurgar cientos de refranes castellanos que también contienen algunas perlas, por sólo referirme a las acuáticas:

Fe de gente de enaguas escrita está en el agua

Agua coge con red el que confía en palabra de mujer

Ni en la mujer confiar ni en las olas del mar

Fuente: Refranero General Ideológico Español, compilado por Luis Martínez Kleiser, Madrid, Real Academia Española, 1953 (reedición en facsímil, Madrid, Ed.Hernando, 1989)

Pero ya no los reescribo, pues mis lectores podrán hacerlo fácilmente. Por otro lado, en este terreno del sexo o, como decimos hoy, del género, el refranero está en nuestras cabezas. Es ahí donde queda mucho por hacer.

Al fin y al cabo, las palabras se las lleva el viento y lo que escribimos lo escribimos en el agua. En cambio, los estereotipos flotan.

In aqua scribis. Foto R.Puig

In aqua scribis. Foto R.Puig

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