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Vivir en un Rothko

16 mayo, 2021
En un Rothko, 13 de mayo, 06:15 a.m.. Foto R. Puig

Otra vez,

ante el mar mío

y

como aprendimos

de niños,

para, por, con,

contra, en, entre,

según, y sobre

el mar,

así

prepuesto,

recibido por las olas,

absorto

por las ondas

en este mar

de las horas magas

Valle azul, 13 de mayo, 06:15 horas Foto R. Puig

transportado,

secuestrado

estoy,

inmerso

en un rothko,

al alba.

Mark Rothko, nº 14(1960), MoMa, N.Y.

Al fenecer

del día,

en la horas brujas

del crepúsculo,

a los cielos

torna el pintor

con su brocha

monacal

contemplativa.

Intromisión. Foto R. Puig

Cuando

los aires

son plegaria

y la hora

propicia

nostalgias

y melancolía

Rothko Rust and blue. 1953

hay

hipódromos

en las alturas,

Hipódromos espaciales. Foto R.Puig

jinetes

silenciosos

que cabalgan,

Jinetes en el cielo. Foto R.Puig

criaturas marinas

sobre mi cabeza

avanzan

Nadadores del aire. Foto R.Puig

y

me abandono

a las últimas luces

y a la última sangre

Mark Rothko (1962). Dallas Museum of Art Uncrated.

***

Celebración

Francisco Brines ha recibido hace unos días el premio Cervantes de manos del rey Felipe VI en su su vergel de Elca, muy cerca de Oliva y no lejos de esta playa; al día siguiente tuvo que ser tratado de una hernia, pero parece que sólo ha sido un sobresalto del que esperamos salga bien pues el poeta tiene 89 años.

Su obra ha sido ya citada en estas páginas, hoy la celebro de nuevo con sus versos :

.

  EL REGRESO DEL MUNDO

A Andrés Trapiello

.

   Abrir los ojos, después de que la noche

recluyera los astros en su amplia cueva rasa,

y ver, tras del cristal,

ya visibles los pájaros

en el fanal aún pálido del sol,

moviéndose en las ramas.

Y cantos que hacen mía la bóveda del aire.

Y sentir que aún me late en el pecho

el corazón del niño aquel,

y amar, en la mañana, la vida que pasó,

y esta maga sorpresa

de amar aún el mundo en la mañana.

Y en el nombre del mar, que está lejano

y azul, siempre tendido

desde el remoto amanecer del mundo,

persignarme la frente, luego el pecho,

los delicados hombros que ahora rozo,

y besar, con los labios del niño rescatado,

este mundo tan viejo,

que hoy no alcanzo a saber

por qué, si el amor no se ha muerto,

me quiere abandonar.

.

       Francisco Brines, de La última costa, en Todos los rostros del pasado, antología, selección y prólogo de Dionisio Cañas, Galaxia Gutenberg, Círculo de lectores, 2007, p. 168


Nota bene sobre una poeta que se vino a vivir en un cuadro

Hace años tuve y leí con admiración y no sin envidia (pues me había presentado a otro premio de poesía años antes y me dieron calabazas) un poemario de la poeta Blanca Andreu con el que ganó el Premio Adonais en 1980. Se titulaba De una niña de provincias que se vino a vivir a un Chagall. Aquella obra fue considerada en el año 2013 por la revista Quimera una de las 10 mejores obras de poetas españoles desde 1978 y de las otras nueve una era de Brines : El otoño de las rosas.

El libro de Blanca Andreu -¡ay!- se me debió extraviar en alguna mudanza, lo que lamento mucho y trataré de buscar alguna edición.

Lo traigo a colación, porque cuando he escrito lo de vivir en un Rothko para encabezar esta entrada no estaba pensando en la obra de Blanca Andreu, pero ahora estoy seguro de que aquello de venirse a vivir en un Chagall ha debido de jugar en mi memoria cuando he pensado en vivir en un Rothko. Gracias a Oscar Merino Merchante que ha escrito sobre ella en babab.com he podido citar hoy un extracto de su poemario:

(…)

Me queda la mar media

Me queda la mar media en el triunfo del agua,

en el advenimiento de los espejos y de las aleaciones,

me queda la mar media y sus ahogados, cantiga y quemadura,

ebrios de agua profunda y profundo dolor.

Pero había un mar de la sangre más blanca

y del dolor apagado,

mar de la caza y muerte en montería, vino metal dormido y

baja luna.

Mar de los ventanales empapados para el amor más duro

con quien la soledad se atreve y canta, con crines antorchadas

y dibujada hoguera,

mar del amor más duro que decae como decae tu nombre:

el hombre que en mí tiembla y tu nombre primero.

(…)

Blanca Andreu

De una niña de provincias que se vino a vivir a un Chagall, premio Adonais 1980

+++++

Postscriptum

(16 de mayo 2021 a las 17:13 horas)

UNA LIBRERIA VETERANA FUNDADA EN 1969 SE QUEMÓ LA SEMANA PASADA EN MALAGA

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PROTEO y PROMETEO (librería asociada) venden libros online, así que aquí les pongo los contactos:

2 comentarios leave one →
  1. Bernardo Regal permalink
    27 mayo, 2021 06:26

    Rothko, Brines, Merino…y tú también, tus fotos, tu blog y tú ensondeluz periódico infaltable tremendamente culto… gracias Moncho.

    • 27 mayo, 2021 18:14

      Gracias a ti, Bernardo, soy fiel a mis excelentes lectores (entre los cuales no faltan buenos poetas, tú el más asiduo), eso es todo.
      Un fuerte abrazo.

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