Poemas de viejo y de hoy

Giosuè Carducci a los 25 años
Para Bernardo y Rosi
Hace ya tres años andaba yo algo cojo por las calles de Roma, buscando remedio para un pie maltrecho en alguna farmacia. Días más tarde entraba, ya con mejor pie, en una «librería de viejo», esos lugares mágicos donde alguien se arruina o casi, tratando de seguir vendiendo libros que los nietos de algún muerto le vendieron al peso. No podía cargar demasiado, pues luego lo pagas cuando te pesan la maleta, sólo había entrado a curiosear, pero salí de allí con dos antiguallas: un primer volumen de las «Doloras» de mi tocayo Ramón de Campoamor (1817-1901). Ya saben usted, aquél que escribía cosas como
Cuando miraba atento
aquel tren que corría como el viento,
con sonrisa impregnada de amargura
me preguntó la joven con dulzura:
-¿Sóis español? – Y a su armonioso acento,
tan armonioso y puro, que aun ahora
el recordarlo sólo me embelesa,
-Soy español – la dije; – ¿y vos, señora?
– Yo – dijo – soy francesa.
(…)
«Los pequeños poemas. El tren expreso. Poema en tres cantos».
Lo de «pequeño poema» es un decir, porque tiene más de 250 versos, dedicados muy apropiadamente a un ingeniero de caminos, José de Echegaray, (1832-1916) quien es probablemente el único ingeniero de caminos, canales y puertos que haya conseguido el premio Nobel de Literatura, en 1904.
Pero me estoy yendo por las ramas, pues el libro que también adquirí ese día eran las Poesías que Giosuè Carducci (1835-1907) publicó entre 1850 y 1900 (Poesie di Giosuè Carducci 1850-1900, Bologna, Zanichelli, 1919, 1075 pp). Me costó 5 euros y me gustaría saber cuántas liras le costó a Teresa Gazzi, que según aparece al abrir la tapa lo adquirió el mismo año de su publicación y debió de ser su más fiel lectora, a juzgar por lo usadas que están sus páginas, entre ellas varios facsímiles de algunos poemas manuscritos del poeta.
Podría extenderme mucho citando a este cultísimo, lírico y vibrante poeta, joven combativo y ateo y anticlerical de los años del Risorgimento, que acabó siendo senador, vate nacional y premio Nobel de Literatura en 1906, el año antes de su muerte. Como ven entre literatos coetáneos nos movemos hoy.
Curiosamente, entre las aficiones de Carducci estuvo la de traducir poemas de otras literaturas europeas. Si me he animado a traerlo, es en parte porque tradujo airosamente uno de nuestros más antiguos romances castellanos en verso sefardí, alusivo a nuestra reciente fiesta de la San Juán:
La lavandera de San Juan
(romance sefardí)
.
Yo me levantara, madre,
mañanica de San Juan,
.
vide estar una doncella
ribericas de la mar.
.
Sola lava y sola tuerce,
sola tiende en un rosal;
.
mientras los paños se enjugan
dice la niña un cantar:
.
-¿Dó los mis amores, dó los,
dó los andaré a buscar?
.
Mar abajo, mar arriba,
diciendo iba el cantar,
.
peine de oro en las sus manos
por sus cabellos peinar.
.
-Dígasme tú, el marinero,
que Dios te guarde de mal,
.
si los viste mis amores,
si los viste allá pasar.
Y esta es la versión de Carducci, que suena maravillosamente bien en el italiano del siglo XIX:
La lavandaia di San Giovanni
(dal Romancero Castellano)
.
Mi levai per San Giovanni,
Ch’era il sole per levar:
.
Vidi, o madre, una fanciulla
Sola sola in riva al mar.
.
Lava, attorce, e in un rosaio
Stende i panni a rasciugar.
.
Mentre i panni il sol rasciuga,
La fanciulla canta al mar:
.
— Dove, l’amor mio, dove,
Dove l’anderò a cercar? —
.
Su dal mare, giú dal mare,
Va dicendo il suo cantar:
.
Pettin d’oro ha ne le mani,
La sua chioma a pettinar.
.
— Dimmi, tu bel marinaio,
Cosí Dio ti voglia aitar,
.
Se l’hai visto l’amor mio,
Se l’hai visto là passar.
Se l’hai visto là passar… Foto R.Puig
«Rime nuove. Poesie di Giosuè Carducci 1850-1900”, Bologna, Zanichelli, 1919, pp.759-760
…
Giosuè el poeta goliardo y provocador
Corría el pontificado de Pio IX, el papa que promulgó en 1864 «la encíclica Quanta cura que lleva como apéndice el celebérrimo Syllabus erroroum, compendio de ochenta proposiciones condenatorias de las doctrinas del momento. Específicamente anatematizó el panteísmo, el naturalismo, el racionalismo, el indiferentismo, el latitudinarismo, el socialismo, el comunismo, el liberalismo, las sociedades secretas, el biblismo, y la autonomía de la sociedad civil». (Fuente Wikipedia).
Corrían los vientos de unificación de Italia y aquel joven Giosuè a sus 25 años ya sentía el ardor, no sólo laicista sino patriótico frente a la resistencia del papado a renunciar a su poder político sobre parte del territorio italiano. Más tarde, tras la entrada del ejército piamontés en los Estados Pontificios en 1870, Pío IX se negaría «a reconocer el reino de Italia, a establecer relaciones diplomáticas con él y rechazó las garantías personales que se ofrecían y excomulgó al rey Víctor Manuel II de Saboya. Mediante la bula Non Expedit prohibió a los católicos, bajo severas penas canónicas, toda participación activa en la política italiana, incluido el sufragio» (Fuente Wikipedia).
Pero estamos aún en 1863. En el curso de una cena goliárdica de amigos, bien rociada de vinos y bebidas espirituosas, el joven Carducci, quien fue dado a improvisar, declama un Himno a Satanás, que de repente, cuando se publica en sus 38 estrofas en 1869, le convierte en el más famoso reprobado y alabado vate de la democracia italiana naciente. No en vano era el elogio al líder que abandera (como canta el himno a Ignacio de Loyola) los negros pendones de las huestes en tropel que enlutan el sol. Dicen que años mas tarde, siendo ya un senador respetable, calificó aquel himno como el fruto de una guitarrada, en italiano «chitarronata» (*).
Si fue así o se trata de un himno al mayor mito de rebelión individual que, junto al de Prometeo, nos ha legado la creación literaria, ustedes lo juzgarán. En el enlace de más arriba lo pueden leer en italiano (circulan versiones castellanas en internet), yo solo traigo aquí las últimas dos estrofas, que creo no necesitan traducción:
A Satana
final:
(…)
Salute, o Satana,
O ribellione.
O forza vindice
De la ragione!
.
Sacri a te salgano
Gli incensi e i voti!
Hai vinto il Geova
De i sacerdoti!
(1869)
Probablemente es el único premio Nobel que ha inalzado a Satanás a prototipo de todos los rebeldes y adalid de la Razón, en lucha contra Jehova y los sacerdotes.
…
El cantor de la Valtellina

«Or tace tutto…», Carducci. Manuscrito de la elegía del Monte Spluga, fechado en Madesimo,
Cambio de estro con unos versos de Carducci en 1897, cuyo fácsimil se inserta en la edición de su obra poética citada más arriba. Por entonces lleva ya nueve años yendo a descansar para tomar las aguas y las curas termales en Madesimo, en la Valtellina (Alpes lombardos), y seguirá frecuentando el lugar hasta dos años antes de su muerte.

Madesimo, Valtellina
Puedo decir que entiendo su fascinación, pues yo mismo practiqué el senderismo y la escalada por la Valtellina, no muy lejos de los parajes de su Elegía al Monte Spluga.
De nuevo me remito a su final:
(…)
E mi trovai soletto là dove perdevasi un piano
brullo tra calve rupi: quasi un anfiteatro
.
ove elementi un giorno lottarono e secoli. Or tace
tutto: da’ pigri stagni pigro si svolve un fiume:
.
erran cavalli magri su le magre acque: aconíto,
perfido azzurro fiore, veste la grigia riva.
…
…
Y me hallé solitario donde una llanura se perdía
árida entre calvos roquedales: casi un anfiteatro
.
donde los elementos lucharon con los siglos. Ahora enmudece
todo: desde calmosos estanques calmo se desmadeja un río;
.
vagan caballos magros sobre las magras aguas: acónito,
pérfida flor azul, viste la oscura orilla.
Valle del Monte Spluga. Foto Paesidivaltellina
(la traducción es mía)
Los primeros versos de Carducci (“Juvenilia“) datan del período 1850-1860, combinación de cantos cultistas de raíz clásica y sonetos románticos en que se siente un “peregrino del ciel”.
El poeta ya ha dejado muy atrás una juventud festiva, por no decir desenfrenada y ha superado una edad adulta agitada y apasionada por la Italia que nacía. Estos versos de la vejez, donde evoca a la Loreley de uno de sus poetas alemanes preferidos (Heinrich Heine) terminan entre unas hadas y ninfas alpinas que acaban dejándole solo. Suenan como un despedida y forman parte de las últimas poesías que publicó en 1898.
…
Colofón para un poeta amigo
Carducci compuso sonetos amorosos de una gran finura entre la tradición clásica, que conocía fondo y de la cual se alimentó, y su poderosa inspiración romántica.
En otras latitudes y ahora hay un amigo mío peruano que me hace el honor de enviarme sus poemas desde hace años, de los que ha publicado una antología en Lima. Se inspira en sus observaciones de instantes, objetos y personas de su mundo cercano, de su barrio y su vida cotidiana. Y siempre, como atraídos por un imán, sus versos se encuentran con su amada, su compañera de una larga vida.
En estos meses, ha escrito un ramo de poemas de este período de pandemia que no ha conseguido cegar su inspiración.
Con mi amistad y desde el cimiento de nuestros recuerdos comunes de esa Lima que se aleja, me he permitido extraer en su homenaje dos de ellos:
4
Vamos a dejar para mañana viernes responder al
policía
y a los jueces
y a los dueños de cada espacio solitario
y de cada dulce botella de naranja
con licor y amores de mil fiestas y mil besos que ya
fueron
oportunamente y muy bien dados.
Vamos, pues, entonces a contarles a los dueños del
silencio y de la vida todas estas lindas cosas que me
pasan a tu lado
En la plaza de San Francisco, Lima. Foto R.Puig
7
Cuando no haya nadie en las calles
estaré ahí todavía
gritando fuerte entre las montañas
que estoy vivo
despidiendo la brisa con todas las pequeñas hojas del
otoño, con todos los pequeños y débiles trinos de la
madrugada y los sollozos del atardecer.
Cuando no haya ninguna voz, ningún adiós, ninguna
sombra y ni un beso triste bajo el cielo que ha
nublado a las estrellas, habrá en la esquina de
nuestros recuerdos una vieja canción
y la foto donde estás de mi mano recibiendo el anillo
reluciente con mi nombre y la fecha de mis primeros
sueños en tu almohada.
.
Bernardo Regal Alberti, «Poemas de la pandemia», Lima, junio 2020
.
De mi terraza para Bernardo y Rosi. Foto R.Puig
Nota:
(*) Según el Vocabolario della lingua italiana DEVOTO-OLI una chitarronata es en su sentido figurado (traduzco) «una poesía carente de inspiración, que parece haber sido compuesta con acompañamiento de guitarra».
El diccionario cita así a Carducci para documentar esta definición:
…salvo cinco o seis estrofas, nunca más me salió de las manos una guitarrada tan vulgar…
…non mai chitarronata (salvo cinque o sei strofe) mi usci dalle mani tanto volgare..
Moncho , como dicen los clásicos no hay palabras para agradecerte por la audacia de incorporar versos míos en tu elegante blog.
Mi ensondeluz, Bernardo, luce más hoy con el sincero brillo de tus versos.