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¿Tirará la tiara?

13 octubre, 2013

Emblema del Papado- Wikipedia commons

Dedicado a mi buen amigo José María Tortosa

Hay que estar al día

No queriendo que algunos condiscípulos, de los de aquellos tiempos lejanos en que yo no era en modo alguno sospechoso de erasmismo, me reprochen que, desde que dejé Roma, no haya vuelto a ocuparme de temas vaticanos en este blog, me he puesto manos a la obra con una entrada de candente actualidad.

Es más ¿cómo podría yo ser insensible a los extraordinarios cambios que están removiendo los cimientos de la Santa Sede?

Hoy trataré de subsanar mi inadmisible olvido con algunas reflexiones sobre el símbolo papal por excelencia.

Siena. Pinacoteca. San Clemente. S XIII. Foto R.Puig.

Siena. Pinacoteca. San Clemente. S XIII. Foto R.Puig.

Los altibajos en la historia de la tiara

A lo largo de los siglos, el copricapo papal por excelencia ha sido, al menos si nos atenemos a la iconografía que ha llegado hasta nosotros, la tiara.

Es cierto que hubo un siglo en que predominó el gorro rojo, probablemente por el interés de los retratistas por la púrpura. De esta preferencia,  los pintores del Renacimiento y del Barroco han legado no pocos testimonios en sus capolavori.

Inocencio X. por Velazquez. Galería Doria Pamphili. Roma

Inocencio X. por Velazquez. Galería Doria Pamphili. Roma

Si bien, también hubo bonetes blancos y de otros colores. Asimismo hubo papas, si hemos de creer a la imagen que los siglos posteriores se formaron de ellos, que se retrataron a cabeza descubierta. Y están, además, los de la kipá católica, el casquete blanco, el preferido del nuevo papa.

Sin embargo, el símbolo y adorno de la augusta cabeza que predomina estadísticamente es la tiara. Quizás se deba a que el título de Sumo Pontífice se reclama de la eminencia por el Sumo, y de la tradición sacerdotal faraónica, judaica y pagana por el Pontífice (el que tiene la última palabra).

Como es sabido, son dos las formas principales de la tiara: la lisa, la que más recuerda su origen egipcio; y la de triple corona, ceñida por tres aros abigarrados, como si fueran las murallas de la sede de Pedro, al parecer símbolo de los tres poderes de la Santa Sede: sobre la Iglesia, sobre los reyes y sobre el mundo.

Leon VIII 954 a 965

Leon VIII 954 a 965

Honorio IV 1285 a 1287

Honorio IV 1285 a 1287

Gregorio VII 1073 a 1085

Gregorio VII 1073 a 1085

Celestino V. 1294 a 1294

Celestino V. 1294 a 1294

Por su logo los conoceréis

De hecho, las llaves de abrir y cerrar puertas, los cordones de atar y desatar y la tiara forman el símbolo oficial de la Santa Sede, el icono de la potestad pontificia. En su forma simple data al menos del siglo VIII, cuando aparece en monedas papales.

No sé muy bien cómo se llegó a adoptar como logo, es decir como lo que hoy denominan la imagen corporativa.  En cualquier caso, hay quien dice que la costumbre de que el papa, recién elegido, decida su propio escudo comenzó con Inocencio III

Inocencio III 1198 a 1216

Inocencio III 1198 a 1216

Así que la tiara triple estaba ya bien consolidada en el siglo XIII:

Al menos desde hace ocho siglos los Papas tienen su propio escudo personal –el primero que se conoce es el del Papa Inocencio III (1198-1216)-, que es distinto, evidentemente, del escudo vaticano. Los símbolos de todo Papa son siempre la tiara o la mitra y las llaves de San Pedro (una de oro, que representa el poder celestial  y otra de plata, representando al poder temporal) y es partiendo de aquí de donde, después, cada uno añade aquellos símbolos que le caracterizan a sí mismos y a su papado

Escudo de Inocencio III

Escudo de Inocencio III

Fuente: http://los-papas.blogspot.se/2013/07/escudo-pontificio-de-inocencio-iii.html

Pero, aunque se sepa que desde Clemente V a Pablo VI se coronaban con ella,  esto no resuelve del todo la cuestión de cuándo empezaron de hecho los papas a usar la tiara. 

Urbano VIII  Museos Capitolinos. Roma. Fotor R.Puig

Urbano VIII Museos Capitolinos. Roma. Fotor R.Puig

Inocencio x. Museos Capitolinos. Foto R.Puig

Inocencio x. Museos Capitolinos. Foto R.Puig

Pio XI. Wildt. 1926.Museos Vaticanos. Foto R.Puig.

Pio XI. Wildt. 1926.Museos Vaticanos. Foto R.Puig.

Leon XIII. San Juan de Letrán. Foto R.Puig

Leon XIII. San Juan de Letrán. Foto R.Puig

……………

¿Cuándo empezaron los papas a cubrirse la cabeza como faraones?

No podemos fiarnos de la imagen del papa Anacleto para decidir que la cosa empezó tan pronto como en el último cuarto del siglo I ¡Nada menos que cuándo aún vivía el apóstol San Juan.

Anacleto. 76 o 79 a 88 o 92

Anacleto. 76 o 79 a 88 o 92

De hecho,  la imagen de San Anacleto, con tiara, barbado y cubierto de una capa purpúrea, es renacentista.

Alejandro I 105 o 106 a 115 0 116

Alejandro I 105 o 106 a 115 0 116

¿Sería con Alejandro I con quien se adoptó la tiara, a principios del siglo II?  No sería raro que obedeciese a un deseo escondido, el de emular a Alejandro Magno, no sólo por el nombre elegido por el nuevo papa, sino emprendiendo la conquista del mundo para Cristo, comenzando desde las catacumbas.

Damaso I 366 a 384

Damaso I 366 a 384

¿O fue con Dámaso I coetáneo de Teodosio el Grande en el siglo IV?

En este caso, podemos suponer que, aunque los papas fueran elegidos por el emperador y no se atrevieran a rechistarle, quizás la tiara surgiese, precisamente, con el anhelo de equipararse al poder imperial o incluso de emanciparse del mismo.

Felix II

Félix II. 355 a 358

¿O se le ocurrió a Felix II en el siglo IV para poner firme a Atanasio, obispo de Alejandría, que tras el Concilio de Nicea se había vuelto demasiado influyente?

La verdad es que no está nada claro, y que las representaciones que nos han llegado no resuelven demasiado, ya que estas figuras en su mayoría se han transmitido a partir de tardías imágenes, obra de artistas muy posteriores.

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Llegados a este punto, y ya que ha salido a colación el papa Félix II, no puedo evitar una digresión sobre la fabulosa historia de dos papas que coincidieron en el trono. Uno se quitó para dejar el sitio al otro, pero al cabo de dos años…

el que se había marchado ¡volvió!

Sobre San Félix y el papa Liborio

He mencionado a Felix II, que la Leyenda Áurea celebra como santo y mártir el 29 de julio.

Por tanto, no es nuevo eso de que un papa se retire, o le retiren, y venga otro, mientras el jubilado sigue vivo. A pesar de que la prensa lo haya resaltado como algo inédito.

Este fue el caso del papa Liberio, o Liborio, que tuvo que irse, según la tradición por no querer tragar con las posiciones arrianas que el emperador quería que aceptase. Así que en el año 355 el emperador arriano Constancio, hijo de Constantino el Grande, entronizó a Félix II.

Pero a los dos años cambiaron las tornas y Constancio, al ver que el nuevo papa no cedía tampoco, permitió volver a un arrepentido Liborio, que ahora ya aceptaba (al menos de boquilla) el arrianismo. El compromiso consistió en que ambos papas gobernasen la Iglesia juntos.

Pero, cuando parecía que todo había acabado, la cosa se puso fea y la gente echó fuera de Roma a Félix II. Incluso la Leyenda Áurea añade que le cortaron la cabeza, parece ser que allá por el año 365, por lo que se le consideró como mártir de la Fe, hasta que en 1947 llegaron los eruditos y lo sacaron del santoral. Pero de que fue papa no cabe la menor duda.

Os preguntaréis quién fue el bueno y quién fue el malo de la película. Pues, hoy por hoy, me parece que siguen en tablas, según sea que lo mire un historiador u otro.

Como de Liborio no he encontrado imágenes, me permito cerrar este inciso con otra más del San Félix II, papa y mártir (aunque sólo sea por llevar la contraria al cardenal Baronio que lo depuso en 1947)

Felix II 355 a 358

Pero esta digresión, lo siento, me lleva a otra…

Sobre el genitum, non factum

¡Pensar que todos estos rifirrafes entre emperadores y papas y tantos tumultos y violencias teológicas se debieron a discrepancias por un adjetivo!

En efecto, Arrio decía que Cristo no era Dios, que era un factum (creado) de Dios, o sea un hombre digamos que como tú o como yo. El Concilio de Nicea decidió que no, que Cristo era Dios, es decir un ser genitum (engendrado) por Dios Padre, tan Dios como su Padre y de su misma sustancia (pero -ojo- no en el sentido que a eso le daban los ebionitas).

Así que, si ambos son eternos (pues Dios no puede no serlo) y somos coherentes con ello, y si el Hijo es engendrado, ello significa que el Padre es Madre al mismo tiempo. De tal modo que, para que el Hijo sea eterno como Él, ha tenido que estar engendrándolo desde toda la eternidad. 

Para entendernos entre legos (aunque ni siquiera San Agustín conseguía decirlo llanamente) usemos una analogía biológica: digamos que los gametos de Cristo estaban en un Dios Padre y Madre, o sea hermafrodita, desde toda la eternidad.

No sé si a los Santos Padres de Nicea (entre ellos el obispo Osio de Córdoba que se inventó la fórmula) les parecería correcta la explicación. Si alguien me da una mejor, yo la aceptaría de buena gana.

La Trinidad. Fuente Kalipedia

Genitum non factum, comsubstantialem Patri

Lo cual, a continuación, no dejaría de ponernos ante otro lío teológico bastante considerable: el del acomodo del tercero de la Trinidad, el Espíritu Santo. Aunque creo que ese tema no hizo correr tanta sangre. Lo que entretuvo, en serio y durante cuatro siglos, a las jerarquías de la Cristiandad y al pueblo piadoso, haciendo que los partidarios de uno u otro término se linchasen mutuamente, fue la diatriba entre el genitum y el factum.

¡Eso si que fue la de Dios es Cristo!

Digamos que lo de los suníes y los chiíes de hoy es un juego de niños comparado con aquella larga pendencia entre dos adjetivos latinos.

Al final, como era de esperar, Arrio fue castigado como es debido («sin piedra ni palo» que decían las abuelas).  Para su perdición y condena eterna, pues no murió arrepentido, no contento con ser el “peor hereje de la historia”, tuvo la osadía de ir a comulgar. En justo castigo (San Atanasio dixit) cayó de cabeza y se partió por la mitad dejando salir sus tripas antes de llegar al comulgatorio.

Pero me estaba apartando del tema de hoy…

¿Estaremos ante el ocaso de la tiara?

Tiara preciosa. Tesoro de la Basílica de San Pedro

Tiara preciosa. Tesoro de la Basílica de San Pedro

No tuvo nada de raro que cuando el Cristianismo se consolidaba como la confesión oficial del imperio romano y Teodosio el Grande prohibía toda otra religión, los pontífices del nuevo orden decidieran adornarse con los símbolos del orden antiguo.  Sobre todo teniendo en cuenta la influencia que los obispos de Egipto, en particular el de Alejandría, tuvieron desde los primeros siglos de la era cristiana.

Así que, cuando la humildad de los orígenes ya no tenía sentido y las denostadas pompas paganas eran reutilizadas por los papas al ser entronizados, todos ellos comenzaron a tener derecho a un diseño particular de su tiara.

Probablemente la asimilación de este gorro, asirio, persa y faraónico, pudo producirse en paralelo con la estandardización de la indumentaria litúrgica durante los siglos IV y V. Esta sacralización generalizada y fastuosa, coincidió con que todos los papas hasta la primera mitad del siglo VI fuesen sistematicamente canonizados.

¡Nada menos que cincuenta y ocho santos papas sin interrupción!

En resumen, cada papa se fue diseñando por costumbre un modelo específico de tiara al inicio de su reinado, al menos hasta Juan Pablo II, aunque dicen que no fue de propia iniciativa sino por un regalo que le hicieron.

Es verdad que Benedicto XVI tiene escudo, pero no parece que tenga ya una tiara. Al menos, que yo sepa, no se ha mostrado con ella. Y lo que aparece en su escudo se asemeja a una mitra con los tres niveles del poder papal más que a una tiara.

Escudo de Benedicto XVI

Escudo de Benedicto XVI

¿Abolirá Francisco la tiara?

En fin, que los pontífices le hayan dado tanta importancia al boato y a la tiara, a muchos les parecerá un tema menor.

No obstante, también era una cuestión menor lo de pasearse en un papamóvil o en un mercedes blanco bien equipados, u optar por cambiarlos por un FIAT seiscientos, así como otros gestos que hacen delirar a las multitudes. Por lo que no me extrañaría que estemos a punto de asistir a uno de esos happenings vaticanos que tanto entusiasman a la prensa.

¿Contemplaremos la escena de un papa que rompe con siglos de tradición ornamental? ¿Abolirá Francisco la tiara de forma solemne? ¿Cambiará para siempre el logo de la Santa Sede? ¿Habrá un concurso de ideas en toda la cristiandad para diseñar una nueva imagen corporativa más evangélica y moderna? ¿Se diseñará de acuerdo con la Teología de la Liberación? 

¿Se subastarán las costosas tiaras del tesoro vaticano para comprar gorros de lana a todos los pobres que pasan frío en tantos rincones del planeta?

Que la Santa Sede decida cambiar de logo y que el papa porteño tire la tiara tendrá otra ventaja, esta vez celestial: a las puertas del Paraíso, San Pedro tendrá un problema menos, pues ya no habrá papas que tengan que ser convencidos de que se desprendan de su tiara. En el pasado (Erasmo dixit) Julio II se negó y se fue de cabeza a las calderas de Pedro Botero.

Julio II

Julio II

Así que San Pedro no tendrá ya que decidir si, como un guardián de discoteca, les hace una de sus llaves a los papas renuentes, para precipitarlos al purgatorio hasta que cambien de idea o si, como sucedía en los casos más notorios de depravación, les empuja al infierno, a hacerse saludar por Dante y por Virgilio y pasar la eternidad junto a otros protagonistas de la historia de las religiones atormentados por el Diablo Cojuelo (Quevedo dixit).

En cualquier caso, espero que no nos encontremos con otro casus belli vaticano, como fue aquella contienda entre Félix II y Liborio en el siglo IV, no sea que las fuerzas de la reacción repongan a Benedicto XVI y, con él, las indumentarias tradicionales y puede que hasta la triple tiara.

¡Cuando se piensa en que una de las imágenes del anticristo en la época del cisma protestante era la de un ser bivalvo y diabólico coronado con la tiara!

Version del papa como anticristo en el siglo XVI

Version del papa como anticristo en el siglo XVI

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Repertorios iconográficos accesibles

–                Recolección iconográfica de los 266 papas (35 con triple tiara y 21 con tiara simple):

http://www.huffingtonpost.fr/2013/02/28/papes-pierre_n_2782538.html

–                Lista biográfica e iconográfica de los 266 papas, incluidos los 39 antipapas y los 3 papas “efímeros”:

http://fr.wikipedia.org/wiki/Liste_d%C3%A9taill%C3%A9e_des_papes#.C3.89lus_au_Ier.C2.A0si.C3.A8cle

La imagen del icono papal que inicia este artículo es de Wikipedia Commons

2 comentarios leave one →
  1. José María permalink
    13 octubre, 2013 13:35

    Gracias, Moncho, querido amigo. Por el brillante post y por la dedicatoria.
    Feliz otoño
    José María

    • 13 octubre, 2013 19:24

      Querido José María,

      Muchas gracias, me alegro de que te haya parecido bien, aunque tú mereces mucho más.
      El otoño ha comenzado suave aquí. En San Juan me imagino que eso se da por descontado.
      Espero que nos podamos ver en enero.
      Un abrazo

      Moncho

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