Saltar al contenido

Del cerdo y de las manzanas

16 noviembre, 2012

El 7 del presente mes este blog ha cumplido dos años.

El primer artículo lo pensé en el mar navegando hacia Italia. De modo que sigo viendo todo esto como un barco de papel de aquellos que  formábamos con un trozo de periódico para echarlos a navegar por un arroyo. Hacíamos lo mismo con ramillas secas. Las veíamos alejarse hasta perderse de vista en un recodo del torrente, entre los pinos de la sierra de Guadarrama  o por los prados que bordean el Riopeces, cuyas aguas modestas brotan de las laderas de la Mujer Muerta, en la provincia de Segovia.

Elogio de los blogs

Ahora ya no lanzamos navíos de papel o palitos al agua, hoy le damos al teclado y nuestras ocurrencias salen a velocidades increíbles al encuentro de familiares y amigos, o de cientos de lectores desconocidos repartidos por toda la tierra.

Algunos se harán eco de nuestras divagaciones y nos mandarán un comentario, a otros los imaginaremos silenciosos en una ciudad de México o de Uruguay, en algún bosque de Galicia o en un piso de Toscana, por no decir de alguno que se asoma, malabarismos de Google, desde Nueva Zelanda o Aruba, pues hoy se lee el castellano en los cuatro puntos cardinales.

A día de hoy, las estadísticas de los dos años de este blog dicen que han sido más de 57.000 las lecturas; más del 60 % en España y en América Latina; otro  30  % en Europa y Norteamérica y un 10   %  del resto del mundo, hasta completar 89 países. Parece que, a poco que se persevere, con un blog se empieza a poquitos y se puede acabar con más lectores que un best-seller. Pero detengamos aquí el elogio de los blogs, pues veo que empiezo a ponerme hiperbólico.

Mejor será que me aplique una cura de humildad. ¿Qué es lo que más “pinchan” los que se asoman a las muchas imágenes que he publicado en mi blog? ¿Mis fotos paisajístico-poéticas? ¿Mis hallazgos de la fisionomía clásica en los museos italianos? ¿Las fotos de mis cultos paseos? ¿Los cisnes, los barcos, las montañas, el mar, las gentes, los cuadros, los castillos, las naves góticas de Francia, las flores de los campos suecos, los arrozales de Valencia? ¿Mis pinturas? Aparte de la página de apertura y cada vez que lanzo una nueva entrada ¿cuál es la imagen de este blog la más buscada?

El palmarés

De todos lo artículos de este blog y de una entrada sobre anatomía artística (mis últimos ejercicios académicos en Roma) que se abría con un magnífico dibujo de Rubens, no es el genial pintor de Amberes quien se lleva la palma, no. Es mi dibujo, laborioso y concienzudo sí, pero sin pretensiones, del esqueleto de un cerdo lo que se ha convertido en la foto más popular de este blog.

https://ensondeluz.com/2011/08/09/anatomia-ultimos-ejercicios-academicos-en-roma/

Se trata de un ejercicio académico para el curso de anatomía animal de los profesores Marco Bussagli y Cinzia Nardini en la Accademia di Belle Arti de  Roma, a partir de unas fotocopias de láminas que nos distribuía esta última para preparar los trabajos del examen final.


He de rendirme a la evidencia, ninguna de mis aspiraciones expresivas más queridas ha alcanzado el interés despertado por mi modesto dibujo de un marrano sin chuletas. Mi cerdo en los huesos se ha situado en la primera línea de las fotos de esqueletos de cerdo en Google. Si no os lo creéis, haced la prueba, escribid en la búsqueda “esqueleto de cerdo”.

No tengo una explicación. ¿Son miles los estudiantes de anatomía animal a quienes sus profesores les mandan dibujar los huesos del cerdo? ¿El amor al jamón está llevando a la humanidad a una especie de culto al cerdo? No lo sé. Pero, en este aniversario he decidido presentar una serie de fotografías en homenaje al gorrino, al marrano, al chancho, al puerco.

 

Elogio del cerdo

 Aunque los haya que viven frente a un mar azul, dicen los refranes que…

“el cerdo no quiere rosas sino aguas cenagosas”

y que  “a cada cerdo le llega su sanmartín” o “por Nadal, el cerdo en sal”.

Incluso el jamón y las mortadelas de un humilde cerdo acabaron inmortalizados en la Galería Corsini de Roma.

Elogio de la manzana

Ya que estamos metidos en asuntos de nutrición, para equilibrar nuestra dosis de colesterol acabaré este artículo con el fruto de la temporada, que llena en estos días los anaqueles de los supermercados de Gotemburgo. Hasta doce clases conté el otro día en un solo establecimiento.

Digamos que si hay cientos de especies de rosas, con las manzanas pasa lo mismo ¡Y cómo lucen las manzanas locales entre las otras importadas! ¡Cómo destacan por su aroma intacto!

De Suecia

 

De Italia, Bélgica, Francia y Holanda


¡Menos mal que el severo Dios del Paraíso prohibió comer tan solo de un manzano! Pues recordemos que, en funciones de Yahveh o de Alá, vetó el consumo no de un solo cerdo, o de los de aquella época,  sino de cualquier cerdo presente o futuro.

¡Imaginad que hubiese prohibido comer de cualquier manzano!

Así que aprovechemos de la bondad divina. Las manzanas de temporada no vienen de cámara frigorífica. Como dice el refranero, “no hay cosa más sana que comer en ayunas una manzana”. Además, “una manzana cada día, de médico te ahorraría” (y de listas de espera, claro).

Por otro lado, más manzana y menos tocino, junto con ejercicio físico (dicen que hay que caminar una media de 7000 pasos diarios), previene los michelines y facilita el ejercicio mental. Por mucho que, como un señor de Denia que conozco, algunos se desayunen todos los días con jamón.

Coda

Decía Quevedo en un pasaje de “El diablo cojuelo” que la prohibición de comer cerdo se deriva de la prohibición de beber vino, ya que, según argumenta, sería imposible digerir los torreznos sin un poco de vino tinto. Parece que aquel agudo ingenio era bastante chinche, quisquilloso y un punto intolerante, por lo que viene al caso el consejo de un refrán castellano, dirigido a quienes se indisponen fácilmente con el prójimo. Dice este dicho popular que la mejor forma de prevenir la ira es aplazar nuestras diferencias comiendo y bebiendo juntos, pues “comeréis puerco y mudaréis de acuerdo”. Y San Ignacio de Loyola decía que los asuntos importantes se habían de tratar después de comer y no en ayunas.

Como otro refrán castellano dice que “del puerco hasta el rabo es bueno”, nosotros llegamos al rabo de este artículo con una conclusión. Si, como explicaba el refrán, el humilde chancho no sólo es pacífico y contentadizo (pues la granja de Orwell es humana y los finolis cerdos de bellota son una excepción), sino que, sacrificándose en nuestra mesa, ejerce de pacificador, puede que eso explique por qué un dibujo de sus huesos y de sus músculos tiene éxito en la web y el que los romanos venerasen a la scrofa. 

 

 

2 comentarios leave one →
  1. 16 noviembre, 2012 22:51

    Hola Ramón,
    quiero felicitarte por el cumpleaños, dos años son mucho tiempo para cualquier cosa, muchísimo para un blog. Y agradecerte tus artículos, muy elaborados y siempre singulares.
    El porqué unas entradas o unas imágenes tienen más éxito que otras en cualquier blog es un misterio, aunque supongo que tiene que ver con los buscadores (el mayor tráfico en un blog se debe a ellos) y no con los fieles lectores, los que de verdad leen los textos publicados por los autores. Felicidades, por los dos años, y por el dibujo de ese esqueleto de un cerdo. Que sean muchos más.
    Saludos!

    • 22 noviembre, 2012 09:58

      ¡Gracias Mercedes !

      He estado de viaje y por eso no me hice antes eco de tu comentario.

      Tienes razón. En cualquier caso ¡sigamos lanzando botellas con mensaje a la mar!
      El mundo es ancho y si nuestras palabras y nuestras imágenes son felices a otros les pueden aporta una chispa de imaginación e incluso un poco de «placer del texto».

      Un abrazo

      Ramón

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: