Nimiedades (XX): días de verano en Gotemburgo

En estos días y en esta latitud ya se habla del final del verano. Así que mientras hacia el sur de Europa aún es pronto para despedir el calor, y antes de que los gotemburgueses den paso al tiempo propio del venidero otoño, sin mayores pretensiones, aquí dejo unas fotos de la última semana.
Niños y agua
Por el Botánico los peces se dan la gran vida a la vista de los visitantes y despertando la curiosidad de los niños…
Aquí no hay ningún anzuelo que amenace a la fauna piscícola.

Aunque no falten algunos chavales que quieran echarles mano…

También hay un arroyo claro por las umbrías del jardín.

Pero volvamos a la felicidad de los niños cuando, en estos días de calor, pueden empaparse de arriba a abajo en el centro de la ciudad, y sin reproches de mamá o papá.
Estaba yo sentado en un banco cuando vi a dos, supongo que hermanas, disfrutando de la fuente frente al Gran Teatro de Gotemburgo, a la vista de la madre complacida.



Aunque también hay quienes no tienen permiso para empaparse

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Reflexiones finales
En esta ciudad de canales, al borde del mar y con una ría que sube y baja con las mareas,

el alma de los peces cuando mueren se transforma en nube.
No es raro pues que yo tuviera la impresión hace unos días, cuando la tarde se encapotaba, de que Jonas Alströmer conversaba con la torre de la iglesia alemana, y que ambos se entendían con un código de nubes que no me ha sido concedido entender.

Menos silencioso, aunque también con sus propios códigos, unas horas antes, un grupo musical buscaba promotor a pocos pasos de la fuente donde las niñas se duchaban

y unos guías turísticos parecían a la espera de un grupo de visitantes, a no ser que

los misioneros mormones se vistan a juego con la temporada. Muy cerca de ellos, un viajero fatigado se tomaba un respiro

Puede ser que mi aspecto fuese también el de un paseante cansado, porque un perro compasivo se detuvo a mirarme interrogante
Formidable tu blog, como siempre. Quiero bajar la famosa foto de mi nieto señalando un arcoiris en la laguna del parque Olivar de San Isidro foto con la que ganamos un premio de fotografía de la Municipalidad de San Isidro. También una de las puestas de sol que tomaba desde la azotea. O una en que está Rosi acariciando a Nesa la nueva perrita ‘peruana’ de Jannet y Fernando. Tengo que aprender a copiar una foto de un álbum y enviarla por email. Todavía no lo hago bien.
Saludos de Rosi para Marie.
Gracias Bernardo. Espero tus fotos. Un fuerte abrazo y cariños a Rosi. Moncho