Nimiedades (XIX): pequeñeces de la Marina Alta en primavera
A las seis y media de la mañana se anuncia un buen día de mayo y ya hay algún pescador que ha plantado su caña esperando que pique alguna lubina.
Un grajo pendenciero, o simplemente un madrugador que llama a su pareja, toma posiciones en una antena frente a mi terraza.

Hay diversas maneras de acercarse al mar…

de festejarle…

de patinarle…

y de pasear a su vera.

Esta costa,

monte y mar, tiene gratas nimiedades, basta con ir mirando.
Por ejemplo, en el hormiguero todas las hormigas tienen su trabajo, no hay desempleo. Por ejemplo existe un puesto de recogedora de pétalos caídos…

y la lista de cualificaciones para esta función incluye tener buenas piernas y mandíbulas firmes.

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Y colorín colorado…

este día se ha acabado.
Las fotos del sol son del de las seis de la mañana. O de otra hora?
Querido Bernardo, la de la alborada es de la mañanita antes de que el sol saliese (en el oriente de la playa), la última esta tomada (calidad menor pues hecha con el móvil) cuando el sol iba bajando por el lado poniente de la playa.