Breverías erasmianas (XLIII): “Nebulas diverberare » (Dividir las nubes)

Mi amigo Alain Van Dievoet tradujo al latín hace años unos pastiches de un cineasta y escritor, también belga, Olivier Smolders, que se entretuvo en completar a su modo y en francés algunos adagios de Erasmo, lo que a nuestro humanista le habría ciertamente divertido, ya que en su Elogio de la locura y en sus Coloquios le debió bastante al humorismo de Luciano de Samosata de quien tradujo en compañía de Tomás Moro algunas de sus obras al latín.
Fueron 14 los adagios así modificados en estilo erasmiano en un texto atribuido al imaginario profesor Amédee Cantarel.
«Nebulas diverberare»
Dividir las nubes
Adagio III VI, 38
Vayamos pues al breve comentario de Erasmo :
Νεφέλας ξαίνειν, id est Nebulas diverberare, dicitur, qui vel in re stulta vel quae fieri non queat frustra sumit operam.
…
…lo de «dividir la nubes» se dice cuando alguien se empeña en una tarea necia o engañosa.
…
… qui dixit nebulas esse lanam expansam, quasi similiter debeant carminari.
…
…hay quien dice que las nubes son masas de lana, que como tales hay que cardar
.
Fuente latina: Les Adages d’Érasme, présentés par les Belles Lettres et le GRAC (UMR 5037), 2010, pág 1767
Hasta aquí el brevísimo comentario de Erasmo, que se amplía con una creativa glosa, que a un imaginario profesor Cantarel atribuye Olivier Smolders, de la cual traduzco del francés lo siguiente:
«Azotar las nubes» parece sin embargo una constante del destino de todos los hombres. En efecto, ¿no es cierto que creemos nuestro deber armarnos de valor para abrir puertas que ya están abiertas o desafiar a molinos de viento, con disputas y exhibiciones intimidatorias, cuando en el fondo sabemos que la verdadera victoria es vencernos a nosotros mismos?
Lo que Alain Van Dievoet traduce al latín emulando el estilo de Erasmo:
Tamen fata volunt, homines diverberare nuvolas. Etenim, vi maxima virtutis utimur ad portas apertas aperiendas, vel molenda innocua obsidenda, et it magnis cum moliminibus, cum tamen sciamus veram victoriam esse se vincere.

Nota a la traducción del latín : el verbo latino diverbero se puede traducir como dividir o como azotar, significados que ambos casan bien con el sentido del adagio.
Referencia: Olivier Smolders, «14 adages d’Érasme d’après le manuscrit du professeur Cantarel». Gravures originales du Michel Smolders. Traductions latines d’Alain Van Dievoet. Les Éditions du Sacarabèe à la Maison d’Érasme, Bruxelles, 1997.

Gracias papá por otro artículo lleno de sabiduría y buen humor. Lo que citas y que copio abajo me parece algo para meditar cada mañana antes de empezar el día 🙂
“Azotar las nubes” parece sin embargo una constante del destino de todos los hombres. En efecto, ¿no es cierto que creemos nuestro deber armarnos de valor para abrir puertas que ya están abiertas o desafiar a molinos de viento, con disputas y exhibiciones intimidatorias, cuando en el fondo sabemos que la verdadera victoria es vencernos a nosotros mismos?
¡Gracias hija! Efectivamente, hay en Bélgica un sabiduría del sentido común, de la que el texto de Olivier Smolders (alias profesor Cantarel), glosando el proverbio greco-latino al alimón con Erasmo, es un buen ejemplo. Bautizar a ese imaginario, profesor de un instituto de provincia con el nombre de una seta sabrosa, la que en España se llama rebozuelo, anacate o chantarela, y en Francia e Inglaterra chanterelle, es también una demostración más de «humor belga». ¡Que tú conoces bien! Curiosamente en Cataluña existe el apellido Cantarell e incluso en Méjico.