Saltar al contenido

Refugiados judíos en 1938: Conferencia de Evian (6 – 15 de julio). Los tiempos cambian, los prejuicios se repiten.

8 julio, 2018
Lord Winterton en la Conferencia de Evian.  Foto de Heinrich Hoffmann/Ullstein/ Getty Images.

Lord Winterton en la Conferencia de Evian. Foto de Heinrich Hoffmann/Ullstein/ Getty Images

La llegada masiva de solicitantes de asilo y de protección internacional que se está viviendo en Europa a causa de las guerras y masacres en masa de la población civil en Medio Oriente es conocida. Por mi parte, mi opinión desde finales del 2015 no ha variado mucho, la publiqué en la revista Claves de Razón Práctica en enero del 2016: «Europa ante sí misma» . Entre tanto, como es tristemente sabido, la desunión entre los estados europeos se ha agravado dentro de la Unión Europea.

En el reciente Consejo Europeo del 28 y 29 de junio, las propuestas que la Comisión Europea había hecho hace tres años para establecer unas medidas solidarias en materia de asilo, acordes con las Convenciones de Naciones Unidas que todos los estados de la UE tienen suscritas, han sido definitivamente enterradas por los Estados de la UE.

.

Mirando al pasado

Hace escasas semanas me daba yo una vuelta por la hemeroteca de Gotemburgo para leer lo que se discutía hace ochenta años sobre otra «crisis de refugiados», la de los judíos que necesitaban salir de Alemania y de Austria tras las nefandas leyes de Núrenberg y la Anschluss, cuando la discriminación y la persecución estaban ya en marcha. En concreto quise ver las crónicas y editoriales de los diarios suecos sobre aquella conferencia, que reunió del 6 al 15 de julio de 1938 a numerosos países occidentales en el hotel Royal de Evian (Francia), junto al lago Leman.

Hotel Royal. Evian-les-Bains

Hotel Royal. Evian-les-Bains

No soy quien para resumir aquellos debates que concluyeron con la constitución de un Comité Intergubernamental para los Refugiados en Londres (al que no se dotó de recursos) y que confirmaron lo que ya pensaban los nazis: que, ante lo que ya se avecinaba, los gobiernos occidentales no se iban a mover en ayuda de los judíos que deseaban escapar por la estrecha puerta cinicamente abierta por el III Reich.

Concurrieron 27 países de América y de Europa, además de la Liga de Naciones. España estaba en guerra y el Estado Vaticano no apareció por allí. Para más inri, el «Alto Comisionado Alemán para los Refugiados» (sic) también fue uno de los invitados. Los judíos de Palestina fueron sólo «observadores». Por otro lado, la potencia que tenía el mandato sobre ese territorio (Gran Bretaña) exigía que para un judío pudiese refugiarse en Palestina debía acreditar un capital de 1000 libras esterlinas de la época. Así que el representante británico en Evian, Lord Winterton, no mencionó Palestina como lugar de acogida, aunque sí se le ocurrió ofrecer Kenia como destino. El popular vespertino sueco Aftonbladet del 16 de julio lo anunciaba con un titular a toda página

Aftonbladet. 16 julio 1938

Hay un extenso resumen en inglés de las conclusiones donde se cita la cínica conclusión de su presidente:

I am happy to report that, due to the serious spirit of co-operation which has animated this first intergovernmental meeting, due to the deep-rooted conviction that we were dealing with a harrowing human problem, we have been able to recommend to our respective Governments the establishment of machinery that should, if we keep the wheels turning, bring about a real improvement in the lives and prospects of many millions of our fellow-men…

Our work must, and it will, continue, tirelessly, without interruption…..

From this time forward, the Intergovernmental Committee is in permanent session.  I shall expect the participating Government to remain in close contact with the Chairman in the interim between the adjournment to-day and the reconvening at London.

Cuatro meses más tarde, en noviembre, mientras se seguía soñando con apaciguar a la bestia hitleriana, en Alemania se producía la noche de los cristales rotos, el prólogo de lo que sería la SoahHitler ya tenía manos libres para el genocidio que siguió.

Por entonces, el pangermanismo tenía muchos adeptos en Suecia y las relaciones del abundante sector germanófilo de la sociedad sueca con el III Reich se reflejaban en los giras turísticas que publicitaba el diario Aftonbladet

Aftonbladet. Anuncio de viajes a Alemania. 8 julio 1938

Aftonbladet. Anuncio de viajes a Alemania. 8 julio 1938

El día 15 de julio, con motivo de la conclusión de la Conferencia de Evian, el mismo vespertino de Estocolmo, en su página editorial recomendaba al gobierno sueco:

¡NO IMPORTEMOS LA CUESTIÓN JUDÍA!

No importemos la cuestión judía. Aftonbladet 15 julio 1938

«No importemos la cuestión judía». Aftonbladet 15 julio 1938

Probablemente se inspiraban en lo que el representante australiano en Evian, el Coronel Thomas W.White, Ministro de Comercio y Aduanas, había dicho: En nuestro país  no tenemos problemas raciales así que no queremos importar uno.

.

Los principales diarios suecos de ámbito nacional reseñaron escasamente los debates de aquella conferencia, en la que curiosamente y como excepción, una dictadura latinoamericana, la de Trujillo, se ofreció a acoger y dar tierras a 100.000 judíos. Los motivos de aquél (que Vargas Llosa retrata en La fiesta del chivo) no estaban desprovistos del interés que tenía en aumentar la población blanca y además los nazis sólo permitían a los judíos expatriarse con lo puesto durante un breve período en que esta posibilidad estuvo abierta.  Los que consiguieron llegar a la República Dominicana fundaron la ciudad de Sosúa, que mantiene un museo virtual, en donde entre otras cosas se pueden ver las fotos de los niños judíos que llegaron o nacieron allí.

Sonja Topf. Nacida en Sosúa. Virtual Museum de Sosúa

Sonja Topf. Virtual Museum de Sosúa

.

Una excepción en la prensa sueca de la época

El único diario sueco (de Gotemburgo) que informó día tras día sobre la Conferencia de Evian fue el Göteborgs Handels -och Sjöfarts- Tidning, más conocido como GHT. Fue el único periódico que se pronunció desde muy pronto contra la Alemania Nazi. Lo que le valió encendidas protestas de Herman Göring ante el gobierno sueco y condujo al secuestro de GHT en varias ocasiones. En Suecia se trataba de domesticar a Hitler con una política neutral y «apaciguadora».

En los bancos de Austria. GHT. 9 julio 1938

En los bancos de Austria. GHT («Diario del Comercio y la Marina Mercante») 9 julio 1938

«EN AUSTRIA»

«Los judíos han sido desalojados de sus plazas. Eran demasiado buenos. En su lugar han venido los alemanes. Nosotros éramos demasiado malos»

El 7 de julio de 1938 el GHT informaba de la propuesta francesa para que los judíos fuesen acogidos en «la ricos y poco poblados países de Sudamérica». La respuesta de Trujillo ya la henos resumido (Virgilio Trujillo Molina le representaba en la conferencia).  La de los demás representantes  latinoamericanos no la he consultado. Por el Perú estuvo alguien con un apellido bien conocido en su país, el filósofo, escritor y diplomático Francisco García Calderón Rey (1883-1953) acreditado en Francia como ministro plenipotenciario.

El representante inglés Lord Winterton proponía que los judíos en general se expatriasen en las colonias británicas y que los judíos alemanes se fuesen a Rumanía y Grecia.

La Feria de las flores en Evian. GHT 8 de julio de 1938

La Feria de las flores en Evian. GHT 8 de julio de 1938

El 8 de julio informaba bajo el título de Negras perspectivas en el Congreso de Evian que Gran Bretaña no manifestaba ningún interés y que Francia no acogería a ninguno.

El 11 de julio el periódico informa de que en Evian no se ha organizado ninguna protesta contra la barbarie del III Reich y que los participantes se muestran satisfechos con lo magros resultados de la conferencia.

El 12 de julio se hace eco de la posición sueca: su representante, Gösta Engzell manifestó que en cualquier caso sólo se acogería a quienes coincidiesen con el perfil que el país necesitase.

Delegados la conferencia de Evian. Fuente Yad Vashem

Delegados la conferencia de Evian. Fuente Yad Vashem

El 15 de julio el editorial de GHT se abría manifestando que está claro que la Conferencia de Evian no ha conseguido soluciones para la cuestión de los refugiados. Hacia el final del texto, después de reclamar que se acabe la ceguera con que se afronta la situación creada por el nazismo, proclamaba lo que, en aquellas fechas, no era entendido por otros:

Los delirios raciales no deben dirigir el destino de Europa

El trouble maker que escribía esto, el director de aquel periódico, odiado por los nazis y por quienes les apoyaban en Suecia, Torgny Segerstedt, no tuvo la satisfacción de ser testigo de la capitulación del III Reich, pues falleció el 31 de marzo de 1945.

Torgny Segerstedt. Karlstad 1876 - Gotemburgo 31 de marzo de 1945

Torgny Segerstedt. Karlstad 1876 – Gotemburgo 31 de marzo de 1945

.

¿Hacia dónde vamos?

En Suecia no ocurre ya lo mismo, de hecho es el estado europeo que más refugiados acoge en proporción a su población y que, junto con la Alemania de Merkel, mejores medios de integración ofrece.

Pero sobre las posibilidades que el Consejo de los Estados Miembros de la UE ha pergeñado hace poco más de una semana para los solicitantes de asilo o de protección internacional, tendremos que acabar diciendo aquello que expuso Chaim Weizmann a un periodista del Manchester Guardian en 1936 refiriéndose a los judíos:

El mundo parece dividido en dos partes: aquellos lugares en los que los judíos no pueden vivir y aquellos en los que no pueden entrar

El grupo de países de Europa que conforma lo que se está denominando «el frente del rechazo» se han alineado con la segunda de las actitudes (entrada cero) frente a los refugiados.

Otros andan proponiendo medidas que no están nada claras y algunos de los del welcome no parecen entender que la acogida sin una buena organización y financiación de la integración no basta.

Sigo pensando que sólo un frente de auténtica cooperación reforzada (como la contempla el Tratado de la UE) puede desatar este nudo gordiano.

Es triste constatar que aunque los tiempos son otros, ochenta años no son nada y las pasiones y los pretextos son los mismos.


Bibliografía

Paul R. Bartrop,  The Evian Conference of 1938 and the Jewish Refugee Crisis, Palgrave/ Macmillan, 2018

 

2 comentarios leave one →
  1. Javier Puig de la Bellacasa Alberola permalink
    9 julio, 2018 18:04

    Como dices no parece que hayan pasado 90 años ni que los gobiernos, no todos pero si la mayoría, hagan oídos sordos al llamamiento de las poblaciones asediadas, masacradas y desplazadas de países en guerra o en donde el respeto a los derechos humanos no existe.
    En 1985 en El País se publicó un escrito de JL Borges titulado ¿Porqué me siento europeo? que no haciendo referencia directa a el drama de los refugiados viene al caso.
    Lo copio aunque pueda parecer demasiado extenso.

    Yo creo que la totalidad del mundo occidental y una buena parte del mundo oriental son una proyección de Europa. Creo que nosotros somos el reflejo de Europa, la prolongación de Europa, y que podemos ser un espejo, posiblemente magnífico, de Europa, puesto que Europa olvida generalmente que ella es Europa.
    Muy pocos europeos son —como decía Nietzsche— buenos europeos. Por eso es por lo que hemos sufrido una de las más grandes calamidades de la historia universal, a saber: las dos guerras mundiales. Porque los europeos han olvidado que eran europeos y han creído ser solamente —y también gloriosamente, por supuesto— franceses, británicos, italianos, alemanes, austríacos, soviéticos, lo que ustedes quieran. Por eso hemos conocido esas dos calamidades, las dos guerras mundiales europeas, que para mí fueron de hecho dos guerras civiles, de lo que no se daban cuenta los combatientes porque cada uno razonaba en función de su patria. En cambio, nosotros aquí, en esta tierra argentina, lejana y olvidada, estamos en condiciones de percibir la unidad fundamental de Europa, lo que resulta más difícil allá lejos porque, bien entendido, cada país de Europa, sin olvidar a España, posee su propia tradición, y es natural que se delimite esa tradición. En cuanto a nosotros, nosotros poseemos nuestras tradiciones… y Europa es Europa toda entera, Europa es una. Esto se explica por unos hechos históricos muy simples. Nosotros éramos españoles. Resolvimos dejar de serlo en 1810. Estalló la guerra de la Independencia, esa guerra que generalmente se olvida y que fue larga y cruel. En esa época combatieron mis antepasados; en esa época, mi bisabuelo, el coronel Suárez, ganó la batalla de Junín. Tenía veintisiete años y obtuvo esa victoria para Perú; él era un soldado argentino. En resumen, decidimos dejar de ser españoles cuando lo éramos fundamentalmente…
    Yo pienso que Europa es nuestro pasado y que debería ser nuestro presente. Es una pena que hoy las gentes aparten su mirada de Europa. A mi entender, es una tragedia para América del Sur. Y ahora, ¿a dónde dirigimos nuestros ojos? Los dirigimos hacia un país que ha sido un gran país, como Estados Unidos —me basta con recordar a Emerson, me basta con recordar a Melville, Whitman, Edgar Allan Poe, Henry James…—. Estados Unidos ha sido un gran país, pero actualmente ya no lo es. Ha llegado a ser mucho menos: ya no es más que una gran potencia, lo que tiene su importancia en el plano político, pero eso es todo.
    Ahora nosotros miramos en dirección a Estados Unidos o a la URSS, que también ha sido un gran país —por qué no recordar a Tolstoi o a Dostoievski; esos dos grandes nombres son suficientes—. Pero hoy se trata simplemente de dos grandes potencias, y es una pena que apartemos los ojos de Europa. Europa debe procurar que volvamos de nuevo a mirarla, porque somos fundamentalmente europeos…
    Y luego, cuando yo hablo de Europa, no me refiero a una simple entidad geográfica; hablo de algo que para mí está vivo. Quiero decir con ello que tengo sangre española, sangre británica, sangre portuguesa, sangre judía y, de forma mucho más alejada —ello me remonta al siglo XIV—, sangre francesa, normanda para ser más preciso. Por muy raros que sean mis ascendientes franceses y por muy alejados que estén, yo tengo el orgullo de haber compuesto, por ejemplo, la Chanson de Roland, y creo que todo europeo debería enorgullecerse de haber compuesto la obra de Hölderlin, la de Racine, la de Shakespeare y, sobre todo, esa obra maestra de la literatura occidental que es —al lado de la Biblia, que es una obra oriental— la Divina Comedia, de Dante. En otros términos, Europa es para mí algo vivo…
    Creo que cometemos un error mirando en dirección a dos países que han llegado a ser esencialmente subalternos, como es el caso de la Unión Soviética y Estados Unidos. Deberíamos dirigir nuestros ojos hacia Europa porque nosotros somos unos europeos exiliados, y además exiliados lo suficientemente lejos como para tener la visión de Europa, porque en Europa you can’t see the woods for the trees, como se dice en inglés, los árboles no dejan ver el bosque. Pero nosotros sí estamos en condiciones de ver ese gran bosque, ese gran bosque secular que es Europa, y podemos percibir su unidad. A fin de cuentas, ¿qué significa pertenecer a un país? ¿Qué significa ser europeo, ser argentino? Es un acto de fe. Bien entendido, los europeos deben hacerlo también y acordarse de que es conveniente que sean, como lo quería Nietzsche, buenos europeos en lugar de contentarse con decirse “somos irlandeses, somos escoceses, somos noruegos…”

  2. 9 julio, 2018 22:44

    Por eso hay tantos que, sin hacerse las reflexiones cultas de Borges, expulsados de su pais por la guerra o la persecución, vuelven su mirada a Europa como su horizonte de de esperanza.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: