Oxford y Cambridge
Mi primera imagen es de una apacible tarde pre-otoñal en una vereda del jardín botánico de Oxford. Como la imagen alude a la infancia sin mostrarla no puedo evitar que este césped inglés me recuerde otros tiempos. En los primeros años de la dictadura franquista, cuando yo era un chaval de calzón corto, en las familias de clase media solía haber un pariente “anglófilo”, aunque ese rasgo político-cultural no se podía proclamar a los cuatro vientos, pues, por entonces, millones de españoles, germanófilos, levantaban el brazo al estilo fascista al paso de Franco y los jinetes de su “guardia mora”.
Un anglófilo era también un admirador de la educación anglosajona y en particular de “Oxford y Cambridge”, dicho así, todo junto, como si se tratase de dos lugares siameses, alfombrados de verde, donde unos universitarios educadísimos y uniformados iban de un campus a otro y vivían en unos “colleges” muy bonitos, en cuyas aulas siempre se ingresaba por puertas góticas.
Si no fuera por mi nieta, que crece junto a sus padres, profesores de otro campus inglés, y por dos sobrinas nietas, recién nacidas en una de las dos míticas ciudades, puede que nunca nos hubiésemos dado un garbeo por Oxford y Cambridge. Así que, empaquetados en un “ryanair”, viajamos hace poco a Inglaterra y a esas dos ciudades en las que enseñaron Erasmo de Rotterdam y Luis Vives. Estos humanistas pasaban con soltura del continente a Inglaterra en unos navíos un poco más lentos que los aviones de hoy.
Oxford
Tras unas horas visitando las calles venerables y los inacabables portales de colleges y los patios de antiguas y famosas bibliotecas, Oxford te deja un regusto a excelso parque temático. Para cambiar de sabor es sano acercarse al más antiguo jardín botánico de Inglaterra, el de su universidad. De esta forma, la visita a Oxford se concluirá de forma reposada con las imágenes de un estanque de ninfeas.
Erasmo y Oxford
En Oxford pasó Erasmo de Rotterdam el otoño-invierno de 1499 departiendo con los humanistas de su universidad, en particular con John Colet, quien recitaba los evangelios en inglés en la catedral de Londres. Había traducido el nuevo testamento del griego a una lengua vulgar mucho antes que Lutero, lo que levantaba las iras de la jerarquía y atraía a miles de personas, que por fin se enteraban de lo que decía la Biblia.
Oxford y Juan Luis Vives
En el Corpus Christi College enseñó Juan Luis Vives hasta que tuvo que dejar Inglaterra, tras unas semanas prisionero de Enrique VIII en la Torre de Londres. Puso su cabeza en peligro por haber apoyado la causa de la repudiada Catalina de Aragón y fue además el tutor de la princesa Mary, la futura reina María Tudor, quien no tuvo en cuenta las ideas de humanismo tolerante del valenciano cuando, más tarde, como reina, legó a la historia el significativo nombre de un cóctel, el Bloody Mary.
Movidos por la devoción vivista quisimos circular un poco por donde nuestro humanista se movió en los años veinte del siglo XVI, pero sólo pudimos asomarnos tímidamente al patio del Corpus Christi College, afrontando los reproches de un guía por haber franqueado en unos metros la puerta de entrada sin un permiso especial.
Otro personaje relacionado con Oxford
Hablando de bloody no he podido omitir la foto de la estatua que campea en una ilustre fachada de la High Street de Oxford
Representa a un adalid del imperio británico, Cecil Rhodes, el fundador de Rhodesia, el teórico de la superioridad de la raza inglesa. Se le conocen afirmaciones como estas:
I contend that we are the first race in the world and that the more of the world we inhabit the better it is for the human race.
Remember that you are an Englishman, and have consequently won first prize in the lottery of life.
Ser inglés era para aquel gran explotador de los diamantes africanos y del trabajo esclavo, el “primer premio de la lotería de la vida”, pero los universitarios becados por su mecenazgo iban a ser, según él, la cantera de una estirpe de “reyes filósofos” a la manera platónica, que conquistarían y dominarían el mundo.
La cosa se quedó en un objetivo un poco más pedestre, cuya consecución le hizo inmensamente rico:
Tenemos que encontrar nuevas tierras a partir de las cuales podamos obtener fácilmente las materias primas y, al mismo tiempo explotar la barata mano de obra esclava que está disponible de los nativos de las colonias. Las colonias también proporcionarían un vertedero de los excedentes de bienes producidos en nuestras fábricas.
Textos y fuentes en http://en.wikipedia.org/wiki/Cecil_Rhodes
Estos son los contrastes de Oxford la humanista. En definitiva se trata de otro símbolo más de nuestra civilización. Todas las civilizaciones dejan sus legados de arte y cultura, pero, por desgracia, todas se asientan sobre el doloroso tributo que los más débiles han de pagar a la barbarie.
Cambridge
En Cambrige pudimos parar escasamente cuatro horas, pues queda cerca del aeropuerto de Standsted (paso obligado de quienes nos dejamos ‘ryanairizar’). Fue suficiente para asomarnos a la apabullante colección de arte legada por el vizconde irlandés Richard FitzWilliam (1745-1816) al museo que lleva su nombre y al que se accede gratuitamente por una soberbia fachada neoclásica. Nada más emprender la ascensión de sus solemnes escaleras, un enorme bajorrelieve nos retrotrae a Persépolis.
Comemos en la cafetería restaurante del museo, ante a un muro multimedia por el que desfilan en seis pantallas las imágenes de una colección imposible de detallar. Sólo tuvimos tiempo para recorrer a paso ligero las salas de pintura. Me quedan en la memoria muchas cosas, desde Rubens a Henry Moore, pero, dada mi afición a las fisionomías, sólo dejo testimonio gráfico de dos rostros paralelos. La impasibilidad de una esfinge romana…
…y la ansiedad de la dama de honor de una novia del prerrafaelita John Everett Millais
Muchas más cosas podrían decirse de este museo, así que habrá que volver con calma
Erasmo y el Queen’s College
El Queen’s College de Cambridge se fundó en el siglo XV. La ventaja de este college es que pagando un billete de entrada puedes pasearte por sus cuidados patios y recintos.
No obstante, la “Erasmus Room” sólo se puede ver por el ojo de su vetusta cerradura. Ahora es un aula más con sus mesas y su pizarra modernas. Te queda intuir la ventana de esa habitación en la que, además de preparar las clases de Griego y Teología que impartía a un selecto alumnado, concluyó su versión latina y comentarios del Nuevo Testamento, redactó un trabajo preparatorio de su ensayo contra la guerra, el «Dulce bellum inxpertis», amplió su edición de los Adagios y hasta dio rienda suelta a su acerada ironía en el panfleto sin firma “Julius Exclusus”, crítica demoledora del tipo de papado que encarnaba Julio II.
Un cuadro de Erasmo, de calidad modesta y basado a mi modo de ver en los de Quentin Metsys y Holbein, preside con otros dos el Old Hall, decorado en el siglo XIX, y enfatiza la posición preeminente que se otorga al humanista en la historia del Colegio, que ya visitó a finales de 1505 y en el que ejerció la docencia de 1512 a 1514.
En los Midlands
Por otra parte anduvimos también de visita por los Midlands: Oakham, Stamford, Leicester, pero ya me he pasado de extensión en esta entrada. De modo que, como comenzábamos con flores, la despedimos con imágenes del jardín botánico de la Universidad de Leicester…
…donde -¡ay!- el gigante de Brele Scholtz recorre el parque amenazando con pisar los parterres…
…pero, atraído por las preces de los monjes cantores de William Harling,
…el “angel gordo” de Mary Anstee-Parry se apresta a enfrentarse al desalmado ser de madera
Ojo con Cecil Rhodes!!! mare meua… 😉
¡Qué suerte, Ramón, transitar por estos lugares que tantas cosas evocan de Erasmo y Vives… y Moro, claro!
Por cierto, ya ha salido nuestro Erasmo de Gredos, aunque todavía no lo he recibido.
Abrazos,
Joaquín
Tendrías que haber asistido en la oficina de información turística de Cambridge a nuestro coloquio con una de las informadoras que descubría por primera vez unos aspectos de su ciudad que desconocía en relación con Erasmo y también con Vives ¡Se puso a buscar datos en Google con verdadera curiosidad humanista!¡Claro que las historias de Vives, Catalina y Enrique VIII superan a las del Daily Mail o The Sun!
¡Me alegro mucho de que salga tu trabajo en Gredos! ¡Ojalá que se hayan esmerado para estar al nivel al que tú nos tienes acostumbrados!.